Global Big Day 2023: Bolivia mantiene el top 5 mundial de observación de aves y apunta al aviturismo

Este año, Perú se posicionó en el primer lugar de avistamiento de aves, lo cual representa una gran oportunidad para que turistas puedan llegar con mayor facilidad a tierras nacionales, opina un experto.

Gallito de las Rocas Peruano ( Rupicola peruvianus) Registro realizado por Alberto Espinoza en Tunquini, La Paz, Bolivia. Foto: Captura eBird
Gallito de las Rocas Peruano ( Rupicola peruvianus) Registro realizado por Alberto Espinoza en Tunquini, La Paz, Bolivia. Foto: Captura eBird

Bolivia conservó su sitial en el top 5 mundial de aves registradas durante el October Big Day, celebrado el pasado sábado 14 de octubre. La actividad, que se lleva a cabo a escala mundial con la observación y registro de especies, este año tuvo en el primer lugar a Perú, con lo cual expertos consideran que el país debe aprovechar la llegada de visitantes a territorio vecino, para poner la mirada en el aviturismo.

Para mantenerse en el grupo de cinco naciones con más avistamientos de aves, Bolivia reportó 842 especies, solo detrás de Ecuador (1.102), Brasil (1.211), Colombia (1.373) y Perú (1.385).

Bolivia se mantiene en el top 5 en el listado de países con mayor cantidad de especies vistas en un día. Fuente: eBird

Para el biólogo ornitólogo de la Asociación Civil Armonía, Víctor Hugo García Solís, el hecho de que Perú ocupe el primer lugar del conteo también es una buena noticia para el país, ya que los avituristas que visiten el territorio vecino llegarán a Bolivia para documentar especies.

“En el caso de Perú hay un trabajo que han ido haciendo hace bastantes años. Yo creo que (ocupar el primer lugar) le ha dado un plus, ya que de esos millones de birds watchers que existen en el mundo, obviamente, al ver a un país ganador, van a querer ser partícipes y visitar estos otros para observar aves. Me parece que eso implica un mayor aviturismo para Bolivia”, dijo.

En ese contexto, demandó mayor apoyo y coordinación de  autoridades para emprender la labor. Aun así, con el compromiso de los pajareros independientes y de grupos particulares, Bolivia conservó su quinto puesto mundial en el October Big Day, y volvió al top 5 después de ubicarse sexto en el Global Big Day del 13 de mayo pasado.

El ornitólogo sostuvo que en los países que se ubicaron por encima de Bolivia, las autoridades promocionan y coordinan la actividad con los pajareros y colectivos especializados, lo que facilita la tarea de los aficionados.

“En Perú y Colombia el Ministerio de Turismo está implicado en toda esta actividad, le hace bastante publicidad. En cambio, en Bolivia ni siquiera se sabe o no se tiene mucha idea de qué significa el Global Big Day, hay una ausencia total del Estado”, opinó.

Una oportunidad para generar empleo y recursos

Flamenco chileno (Phoenicopterus chilensis). Registrado el 14 de octubre por Jorge Calvet Magnani en Humamarca, Tiahuanaco, La Paz, Bolivia. Foto: Ebird

Bolivia comenzó a aparecer en el radar de los avituristas en 2017, cuando se presentó la Guía de Aves, con más de 1.430 especies descritas. Previo a la edición de ese año del Global Big Day, el país apareció en el puesto 30 del recuento de 2015, y en el sitial 60 de 2016.

“Desde que tenemos la guía, en 2017, han cambiado los datos. Ese año, con todos los biólogos pajareros interesados del país, en una semana formamos el primer club de observación. En esa edición subimos al puesto 15, de a poco escalamos al puesto 12, cinco y seis, en los que nos mantuvimos”, explicó Hugo Santa Cruz, uno de los fundadores del Club de Observación y Registro de Aves de Bolivia (CORA), quien esta semana presentó la conferencia “Aviturismo en Bolivia, ¿por qué no promoverlo?”.

Fuente: Gráfico elaborado por Hugo Santa Cruz.

En palabras de Santa Cruz, el aviturismo es una actividad orientada a visitantes provenientes de los países más ricos del mundo, principalmente de Estados Unidos y Reino Unidos, con un millón y 600.000 afiliados, respectivamente, a las principales instituciones de observadores de aves de sus países.

“Este es un negocio muy atractivo para quien sabe hacerlo. El gasto promedio de cada turista que viene al país es de 62 dólares por día; un aviturista gasta entre 180 y 480 dólares por día, por persona. Además, se queda más días que el promedio: de 10 a 38 días”, explicó.

El experto agregó que esos 38 días de expedición cuestan por persona unos 18.000 dólares. “Imagínense cuánto dinero se genera, claro, no todo se queda en Bolivia, hay empresas que venden (los paquetes) desde el extranjero; ese gran monto tampoco nos lo quedamos los grandes operadores bolivianos, sino que el dinero se distribuye entre cientos de personas que ayudan a prestar el servicio”.

Un cambio de modelo

El evento de observación de aves permite también conocer las áreas con potencial para el aviturismo. Fuente: eBird

Santa Cruz explicó que el aviturismo, además de ser una actividad lucrativa, permite cambiar el modelo tradicional de turismo, para desarrollar el ecoturismo y la reforestación.

“El aviturismo genera beneficios ambientales. En países como Costa Rica, se creó un fondo nacional de financiamiento forestal, y el Gobierno otorgó créditos para reforestación a través de áreas protegidas. Declaró más parques nacionales, creó áreas protegidas privadas al lado de los parques nacionales y creó corredores biológicos”, indicó el experto.

Una Avoceta Andina (Recurvirostra andina) captada por Jorge Calvet Magnani. / Captura eBird
Una Avoceta Andina (Recurvirostra andina) captada por Jorge Calvet Magnani. / Captura eBird

Durante su intervención precisó que Bolivia cuenta con el potencial para pasar del turismo histórico tradicional e ingresar a una nueva fase.

“El turista inglés, estadounidense, quiere ver vida salvaje, quiere estudiar a las aves (…). Tenemos variedad de ecosistemas, tenemos 12 zonas de vida de las aproximadamente 200 que hay en el mundo. Tenemos aves endémicas, 16 aves endémicas, alrededor de 100 near-endemic, casi endémicas…”, enumeró. Por ello recomendó potenciar la infraestructura y seguridad en el país, para mejorar la experiencia de los avituristas, de manera que se incrementen las visitas y los ingresos, que se distribuyen entre guías locales, comunidades y otros actores que son parte del turismo.