Dos individuos de Oso Jucumari u oso de Anteojos  (Tremarctos ornatus) fueron captados por cámaras trampa en el Área Natural de Manejo Integrado (ANMI)  Cuenca Alta del Río Parapetí de Monteagudo, el pasado 13 de febrero. Si bien, se habían registrado con anterioridad huellas que apuntaban a la presencia de la especie, este registro  es “inédito”, según una nota de prensa de la Fundación Natura Bolivia.

Claribel Villarroel, Gestora de Áreas Protegidas – Región Chaco Chuquisaqueño- para dicha institución, dijo que la gente del lugar comunicó la presencia de animal, algo que pudo confirmarse en corto tiempo: cuatro meses. La bióloga explicó que este primer registro es resultado de un trabajo complejo, que se inició con el monitoreo local, con el que se  recorrió la zona y definió áreas clave. En una segunda etapa se inició el trabajo de monitoreo de diversidad biológica y ecosistémica con trampas cámara. Para ello se instalaron un total de cinco dispositivos, para la documentación de cualquier evento o presencia de biodiversidad. 

¿Qué significa este hallazgo para la conservación?

Las huellas ya habían dado indicios de la presencia de estos animales en la zona.

En Bolivia, este oso habita los bosques y pastizales de toda la vertiente oriental de los Andes tropicales, desde La Paz hasta Chuquisaca. Para Henry Bloomfiel, Director de Áreas Protegidas de Natura, “el que haya una población de oso determina el bienestar del hábitat, es un indicio de su buen estado de conservación”. 

Villarroel, por su parte, detalló que se trata de al menos dos individuos plenamente reconocidos, uno adulto y otro, posiblemente, juvenil. “Uno de los osos  (el adulto) en los últimos registros apareció herido”, afirmó según el boletín. Esto último alarma a los especialistas, porque el oso de anteojos es la única especie de oso que vive en Sudamérica y está clasificado en la Lista Roja de la UICN como “Vulnerable”.


El  fuerte deterioro de su territorio es una de las principales amenazas a las que se enfrenta esta especie. “El Jukumari (…) tiene un rol ambiental poco conocido e incomprendido por la gente local, que da lugar a que se genere rechazo”, dice Villarroel al respecto. Para la experta, no sería extraño que las heridas que presenta uno de los osos haya sido causada por algún poblador local. “La gente cuando tiene encuentro con estos animales, lo que hace es perseguirlos, hacerlos atacar con perros o tirarles piedras”.  

Por eso, este tipo de registros son fundamentales para conocer si existe una población de osos en la zona y tomar las medidas adecuadas para su conservación. 

Establecer una red de cámaras trampa instaladas para el monitoreo de biodiversidad es uno de los objetivos del proyecto, que impulsa la gestión local de las áreas protegidas en el corredor de agua y que se viene desarrollando gracias al apoyo de Naturaleza y Cultura Internacional (NCI), el Gobierno Autónomo Municipal de Monteagudo y a los pobladores locales quienes con su conocimiento del territorio han podido instalar las cámaras donde ocurren los encuentros. 

Los bosques que dan origen al Río Parapetí

Este es un ecosistema de gran valor por la biodiversidad que alberga.

El Río Parapetí es una joya del extenso Chaco boliviano. Es el recurso que da vida a Charagua y a las comunidades que se encuentran aledañas a su rivera . Para conocer el origen de estas aguas, se debe recorrer 500 kilómetros hasta llegar a los bosques que dan origen a ellas. El Área Protegida  ANMI Cuenca Alta del Río Parapetí, ubicada al oeste del Municipio de Monteagudo (Chuquisaca), fue creada en 2017 con la finalidad de proteger los nacientes del Río Parapetí. Las 118.402 hectáreas que componen la Cuenca Alta del Río Parapetí están vinculadas con el Área Protegida Serranía de los Milagros del Municipio Huacareta. Ambas áreas garantizan la conectividad en la región, en especial, para animales de gran alcance y amenazados, como el oso de anteojos. 

Para Claribel Villarroel, el oso jukumari es el guardián de los nacientes del Parapetí, ya que su presencia en la zona  aporta significativamente a la dinámica del bosque. Actúa como una especie paraguas, que al necesitar grandes extensiones de tierra para subsistir de manera natural, actúa como un canal para la conservación de todo el ecosistema asociado. “Básicamente nos encontramos con el ingeniero que protege estos bosques”.

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