Puerto Suárez, el “polo de desarrollo del país” clama ayuda para recuperar la Laguna Cáceres

También llamada Bahía Cáceres, esta importante fuente de agua dulce forma parte del Pantanal boliviano, declarado sitio Ramsar desde 2001. En los últimos cuatro años, ha perdido gran parte de su caudal debido, principalmente, a la sequía y la deforestación. Con un proyecto para industrializar hierro en marcha, el municipio se debate entre el ansiado progreso y la pérdida de una riqueza natural sin precedentes.

Laguna Cáceres Bolivia
Así luce actualmente la otrora Bahía a la que llegaban embarcaciones Foto: Doly Leytón Arnez

En la memoria de los porteños de antaño queda una bahía —Cáceres— colmada de agua. Una tan extensa, que permitía el ingreso de embarcaciones tan grandes como aquella en la que llegó el primer vehículo Ford a Bolivia en la década del 40. Una que hoy luce seca, con un espejo de agua tenue, en la que ya no se ve animales silvestres ni hay la cantidad de peces que permitía el sustento de decenas de familias. Tampoco entran barcos y la otrora ciudad que llegó a tener siete representaciones diplomáticas por su dinámica, hoy luce calles y avenidas poco concurridas en días de semana.

Fundado en 1875 al extremo este de Bolivia, Puerto Suárez está a 640 kilómetros de Santa Cruz de la Sierra, en la frontera con Brasil. Una ubicación estratégica que permitiría una salida hacia el océano Atlántico mediante la hidrovía Paraguay-Paraná, de no ser por la intensa sequía que ha dejado al principal cuerpo de agua de la región —laguna Cáceres— con niveles de agua tan bajos que, por ahora, es imposible la navegación.

Pero más allá del comercio, se trata del mayor reservorio de agua dulce del país; parte del Pantanal boliviano, declarado sitio Ramsar en 2001, debido a que es un humedal de importancia internacional, y parte también del Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Otuquis, un área protegida con tres ecorregiones: Cerrado, Sabanas inundables y Bosque Chiquitano.

El “polo de desarrollo”

En 2014, el entonces vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, anunció que Puerto Suárez se encaminaba a convertirse en un nuevo “polo de desarrollo del país”. Tras varios intentos frustrados, se refería a que el Gobierno de Evo Morales asignaría millonarias inversiones en los rubros de industria, minería y energética. Entre otras cosas, porque aquí se encuentra el cerro Mutún, considerado el yacimiento de hierro “más grande del mundo”, con 400 millones de toneladas de hierro y 10 mil millones de toneladas de manganeso. Para llevar adelante el “sueño añorado”, se proyectó la construcción de una Planta Siderúrgica, para industrializar los minerales; obra que quedó paralizada y se reactivó el año pasado con el gobierno de Luis Arce.

Sofía Balcázar, responsable de Monitoreo Socioambiental de Probioma (Productividad Biósfera y Medio Ambiente), dice a La Región que la falta de oportunidades hace que la gente vea el proyecto Mutún con gran expectativa. Y quizá lo sería, de no ser por la falta de claridad en temas ambientales clave.

“En su momento, cuando Jindal planteó extraer agua de la laguna Cáceres (para extraer el mineral), generó la decisión de parar y analizar la situación. Fue como preguntarse: por qué nos están diciendo que van a tocar un recurso vital”, recuerda Balcázar en alusión a la firma india que se adjudicó el proyecto inicialmente, y que luego abandonó en medio de una polémica.

En el municipio se debate si seguir en la línea del "desarrollo", o detenerse y hablar de sostenibilidad.
En el municipio se debate si seguir en la línea del «desarrollo», o detenerse y hablar de sostenibilidad. Foto: Rocío LLoret

Actualmente, la firma china Sinosteel, Cisdi y Siderúrgica del Mutún, a cargo del emprendimiento, hablan de usar agua del río Paraguay, por lo que gente de tres municipios —Puerto Suárez, Puerto Quijarro y El Carmen Rivero Tórrez— no ve una afectación, sino una oportunidad.

“Hemos tenido acceso al estudio de evaluación de impacto ambiental de la Planta Siderúrgica Integrada. Y uno de los aspectos que queda fuera es la disposición de los lodos que van a quedar como desechos luego de los procesos (de extracción). Lo que indica el documento es que el lugar donde van a ser dispuestos estos materiales, va a ser analizado por otro estudio de evaluación de impacto ambiental. Esto ya es observable, porque cuando hablamos de sacar licencia para una planta (de industrialización), hay que hacerlo en su integridad, no puedes dejar un tema tan importante como los residuos al margen de ese proceso”, advierte la experta.

Según el mencionado estudio de evaluación de impacto ambiental, citado por Probioma, se estima que se utilizará 120 litros de agua por segundo para el Proyecto Siderúrgico Mutún. La cifra representa 10,3 millones de litros por día. Ello sin contar la extracción de mineral a cielo abierto durante 40 años de vida útil, con los consecuentes impactos sobre los cursos de agua.

El otro aspecto, que afecta directamente al Parque Nacional Otuquis, es la construcción de infraestructura para la exportación, además del proyecto de una carretera por el área de protección estricta.

Al respecto, la directora del área protegida, Cleydi Peinado Cortez, asegura a La Región que se está trabajando en un reglamento interno para sancionar a los conductores de camiones que atropellen fauna, por ejemplo.

“Mutún es un polo de desarrollo para el país y está dentro de un Parque Nacional, entonces, nuestro trabajo es doble porque como son empresas que están dentro, fiscalizamos, monitoreamos, pedimos licencias ambientales, que no talen árboles, que no haya caza, y todo lo que corresponde a verificación”, afirma. Asimismo admite que “es imposible que no haya impacto y lo que podemos trabajar es en mitigación”, afirma.

Entre el progreso y la vida

En el Día Mundial del Medio Ambiente se involucró a estudiantes en la sensibilización sobre la pérdida de agua en la Laguna Cáceres. Foto: Rocío LLoret
En el Día Mundial del Medio Ambiente se involucró a estudiantes en la sensibilización sobre la pérdida de agua en la Laguna Cáceres. Foto: Rocío LLoret

El 5 de junio pasado, a propósito del Día Mundial del Medio Ambiente, en Puerto Suárez se realizó un seminario para dar a conocer la situación de la laguna Cáceres. Uno de los objetivos era llamar la atención sobre la problemática, no solo desde la perspectiva de la funcionalidad del canal Tamengo (uno de los ramales que alimenta la laguna junto al canal Tuyuyú-Sicurí) para la exportación, sino un abordaje integral de lo que está pasando en esta cuenca.

En la oportunidad, el alcalde de Puerto Suárez, Mauricio Montero Yorje, aseguró que “si bien es cierto que estamos en un ciclo (de sequía), hay factores como la sedimentación natural y artificial; la obstrucción del río Tuyuyú y el canal Tamengo; deforestaciones desorganizadas con miras al progreso, con miras a tener mejores condiciones de vida en nuestra región, han influido de una u otra manera en la situación de nuestra laguna”.

Diversos expositores explicaron que la sequía se dio paulatinamente, pero se profundizó desde hace cuatro años, afectando no solo a la biodiversidad, sino a sectores como el turismo y la pesca. Ante la situación, el municipio solicitó a la Embajada de Japón realizar estudios antes de tomar acciones respecto a la recuperación de aguas de la Bahía Cáceres.

Y aunque parece un hecho aislado, Llonka Suárez, responsable de la Unidad de Medio Ambiente, advierte que esta laguna es una porción integrada del río Paraguay el Pantanal, que se comunica mediante canales naturales como el Tuyuyú-Sicurí y el Tamengo. Además de otros afluentes como el río Pimiento y parte del río Tucabaca; lo que significa que es un subsistema dentro de un sistema hídrico natural. Así, en época de llenura laguna Cáceres alcanzaba a 62 kilómetros cuadrados, pero en alta llegaba a los 150 kilómetros cuadrados; ahora luce seca, sin fauna ni la cantidad de peces que ostentaba. “ (Era) todo un potencial, porque es volumen de agua”, dice Guillermo Flores, también dependiente del municipio. “Ahora la sedimentación obstruye todo eso y por el propio hombre, por la necesidad de desarrollo”.