Cinco recomendaciones de la ONU para hacer sostenibles los sistemas alimentarios del mundo

El Informe sobre el desarrollo rural 2021 de la ONU apunta al cambio de políticas públicas alimentarias para alcanzar la sostenibilidad, justicia e inclusividad del área rural.

La Región

En los últimos 70 años, la apuesta por la agricultura industrial y la producción de más calorías a bajo costo ha ido acompañada de un aumento de la malnutrición, un mayor desperdicio de alimentos y un elevado costo ambiental. Los sistemas alimentarios son responsables del 37 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero y son muy vulnerables al cambio climático.

El “Informe sobre el desarrollo rural 2021”, publicado recientemente por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) de las Naciones Unidas, apunta a transformar los sistemas alimentarios mundiales para que sean más inclusivos, justos y sostenibles.

Si bien puede parecer un reto insuperable, el documento plantea medidas concretas que los responsables de la formulación de políticas públicas en el mundo deberían adoptar.

 “Vivimos en un mundo de flagrantes e injustas contradicciones. Vemos altos índices de obesidad, mientras 800 millones de personas pasan hambre. Los alimentos nutritivos son caros, pero muchos pequeños agricultores son pobres. Las prácticas actuales de cultivo de alimentos no son buenas para nuestro medio ambiente. Está claro que necesitamos una revolución: una revolución tan radical que las versiones anteriores de los sistemas alimentarios sean irreconocibles”, dijo Jyotsna Puri, Vicepresidenta Adjunta del Departamento de Estrategia y Conocimientos del FIDA, quien dirige la elaboración del Informe sobre el desarrollo rural.

Transformar los sistemas alimentarios para fomentar la prosperidad rural” subraya la importancia de centrar las inversiones y los cambios de políticas en las cadenas de valor alimentarias rurales, para que todas las personas puedan acceder a suficientes alimentos nutritivos de manera que no dañe el medio ambiente. También para que los productores de alimentos puedan obtener ingresos dignos.

Así, la mayoría de los habitantes de zonas rurales obtienen ingresos trabajando en la agricultura en pequeña escala, que representa una fuente vital de alimentos a nivel nacional y mundial. De hecho, en las explotaciones de hasta dos hectáreas, se produce el 31 por ciento de los alimentos del mundo en menos del 11 por ciento de las tierras agrícolas.

En ese contexto, las principales recomendaciones del informe son:

  • Invertir más en explotaciones rurales y en pymes locales que respaldan actividades fuera de la explotación agrícola, como el almacenamiento, el procesamiento, la comercialización y la distribución de alimentos. Centrar la atención en el sentido de apropiación y el empleo a nivel local generará mayores oportunidades de trabajo, especialmente para las mujeres y los jóvenes, al tiempo que dará a los pequeños agricultores acceso a mercados nuevos y más diversos.
  • Dar acceso a innovaciones (como las soluciones basadas en la naturaleza y la agroecología) y tecnologías digitales asequibles para impulsar la producción de los pequeños agricultores rurales, para que sean resilientes al clima, utilizando técnicas sostenibles y con bajas emisiones de carbono.
  • Desarrollar y centrarse en sistemas de fijación de precios que reflejen el costo total y real de la producción, que incluya pagos a los agricultores por los servicios ecosistémicos, como el mantenimiento de la salud de los suelos y la regulación de las plagas.
  • Promover alimentos nutritivos que sean accesibles y asequibles. Actualmente, al menos tres mil millones de personas no pueden permitirse una dieta saludable. Para que eso cambie, es necesario fomentar la educación nutricional, empoderar a las mujeres para que tomen decisiones en materia de nutrición y reforzar las políticas públicas para regular y orientar las opciones de mercado. Los Gobiernos pueden utilizar instrumentos de mercado, medidas de sostenimiento de la renta y las compras públicas para fomentar los alimentos nutritivos.
  • Comprometerse a reequilibrar el comercio mundial y la gobernanza para corregir los desequilibrios de poder. La actual concentración de poder en los sistemas alimentarios exige un replanteamiento de las regulaciones y los acuerdos comerciales que permita que la población rural de los países en desarrollo pueda beneficiarse. Los mercados de alimentos deben ser accesibles para la población rural, y en condiciones justas. Deben crearse incentivos para recompensar las prácticas basadas en la naturaleza y las dietas locales y saludables.

 Lee el informe completo aquí


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