Este pueblo indígena amazónico de Bolivia sufre consecuencias del uso indiscriminado de mercurio para la extracción ilegal del oro. Mientras ellos buscan una forma de sustento, un barrio espera el traslado del vertedero municipal.
Potosí enfrenta una de las crisis hídricas más preocupantes de los últimos tiempos. Expertos atribuyen la situación a fenómenos como El Niño y al cambio climático. ¿Cómo es aprender a vivir con poca agua?
Las mujeres de Paurito se han unido para rechazar los asentamientos irregulares en una reserva donde crece una palmera que no solo da sustento a sus familias, sino que es el origen de la tradición cruceña. Sin hasta ahora resolverse el conflicto, denuncian que no solo se pone en riesgo su economía, sino la cultura oriental boliviana.
En una ciudad de alto impacto turístico, surge una alternativa para reforestar bosques y convertir los residuos orgánicos en abono para cultivar alimentos. ¿Cómo logró esta mujer de campo cambiar la vida de sus vecinos?
El proyecto, que ha demostrado su eficacia, apunta a resolver dos problemas importantes en Bolivia: la falta de acceso a energía eléctrica en el área rural y la ausencia de gestión de la basura.
El río Pilcomayo es un peligro invisible para la salud de 28 comunidades weenhayek, debido a la cantidad de metales pesados existentes. El arsénico (tóxico cancerígeno) oculto en el río muestra niveles que superan hasta 700 veces más el límite permitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La sequía, construcciones civiles y el cambio climático han golpeado a la cuenca que comparten Bolivia, Paraguay y Argentina. Pueblos indígenas son los que más sufren las consecuencias, porque la pesca es su medio de vida.
Pasó otro año y Bolivia no logró bajar del podio de los países latinoamericanos con mayor deforestación. La ampliación de la frontera agrícola arrasa con los bosques bolivianos.
La presencia del oso de anteojos en la Reserva de Manejo Integrado de la serranía Incahuasi, en Chuquisaca, abre una luz al final del túnel para Celso Juandela, un guaraní, que camina por más de ocho horas, siguiendo a esta especie para proteger las fuentes de agua que mantienen viva a su comunidad.
Dos asociaciones de las comunidades de San José de Chiquitos y Roboré que trabajan en la extracción sostenible de aceites, se aliaron con una firma que trabaja con miel para elaborar productos premium.
La calidad del aire en todo el mundo sigue deteriorándose debido al aumento de las emisiones, lo que pone en peligro la salud humana y agrava el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación y los desechos.
“Conserva Aves” Bolivia es una iniciativa para salvaguardar especies de aves amenazadas, endémicas y migratorias, así como sus hábitats en Bolivia. En ese contexto, pueden participar organizaciones que contribuyan a ese objetivo.
Los frutos amazónicos son alimentos nutritivos y colaboradores para generar economías no destructivas. Rostros femeninos recolectan, transforman, comercializan y sueñan con hacer de esta una actividad sostenible, sin necesidad de dañar su entorno.
En los últimos tres años se han quemado más de 600 mil hectáreas en esta área de conservación que acoge un bosque “casi endémico” y un pueblo en aislamiento voluntario.
● Los incendios y un reclamo por límites territoriales hicieron que se declare una pausa ambiental que se cumple a medias en la zona.
● Ganaderos paraguayos y el alcalde del municipio de Roboré, en Bolivia, expresaron su intención de consolidar una vía que pasa por el territorio ancestral.
Mongabay Latam habló con Cecilia Requena, senadora del Estado Plurinacional de Bolivia que tiene una larga lucha por la defensa del medio ambiente. Ahora se enfrenta al poder que tiene la minería descontrolada que ingresó al Parque Nacional Madidi, en el norte de La Paz.
Ve en autoridades nacionales de Bolivia un doble discurso sobre la defensa ambiental. Requena dice que no hay políticas públicas que defiendan las áreas protegidas y que ahora el país sudamericano no puede salir de un modelo extractivista.
Un proyecto de ampliación de la carretera en la región boliviana de la Chiquitania, donde se encuentran los bosques secos chiquitanos, afectará a las comunidades indígenas, que dudan de sus costes y beneficios
Los habitantes de cinco comunidades indígenas cuidan sus bosques de amenazas como la caza furtiva y la tala ilegal de árboles. Comprendieron que las ganancias que dejan actividades sostenibles son interesantes y buscan más alternativas.
La meliponicultura permite generar recursos y dejar de lado actividades como el tráfico de fauna silvestre. También es una oportunidad para mujeres que buscan independencia económica y, a través de ello, mayor participación dentro de sus territorios.