Este emprendimiento de ecoturismo de base comunitaria es una iniciativa de familias del pueblo indígena de San José de Uchupiamonas, comprometido con una de las áreas protegidas más biodiversa del planeta.
El primer museo de plantas medicinales de la región lacustre de Bolivia se encuentra en una pequeña comunidad ubicada a 6,4 kilómetros del sitio arqueológico de Tiwanaku, en La Paz. Para las familias del lugar, esta apuesta permitirá diversificar sus ingresos.
La visita a este destino demanda un mínimo de dos días y un máximo de tres, e incluye actividades como aviturismo en el lago Titicaca, agroturismo, turismo vivencial y cultural, y senderismo por las montañas.
Aquí algunos de estos emprendimientos:
Además de recorridos por senderos precolombinos, esta oferta de turismo comunitario en La Paz incluye actividades como agroturismo, turismo gastronómico, paseos para avistamiento de aves y pesca.
Sadiri Lodge es una excelente opción para quienes buscan vivir una experiencia en medio de la naturaleza, conocer la cultura indígena y, en especial, para los aficionados o expertos observadores de aves.
Este destino permite explorar la rica arquitectura colonial que ha sobrevivido al paso del tiempo, además de una variedad de sabores únicos de vinos y singanis artesanales.
Recorre fascinantes sitios arqueológicos y conoce la milenaria práctica agropastoril andina. También aprende secretos de la medicina tradicional y disfruta de la gastronomía de la zona.
Si quieres conocer el Parque Nacional Madidi, en la Amazonía boliviana, esta iniciativa de turismo gestionada por los comunarios de la zona es una gran alternativa. Se puede optar por tours desde dos días.
Este es un lugar increíble, donde puedes explorar la selva amazónica, relajarte y aprender de la cultura indígena local. Visitar este santuario natural en Bolivia, asegura una experiencia inolvidable.
La nueva oferta turística de este destino en La Paz, permite compartir la vivencia diaria de las familias del lugar, así como su gastronomía y costumbres milenarias. Durante el recorrido, el turista elabora quesos artesanales, participa de rituales andinos, conoce de cerca los tejidos para ceremonias ancestrales y puede hacer réplicas de esculturas tiwanakotas, entre otros.
Ubicada a orillas del Lago Titicaca, esta comunidad es parte de una red de senderos que unía a Colombia, Ecuador, Bolivia, Argentina y Chile. Ahora sus habitantes quieren mostrar parte de la ruta que usaron sus antepasados para comunicarse, así como su riqueza cultural y gastronómica basada en alimentos nutritivos y saludables.