Esta ave tiene un tamaño imponente. Una hembra puede alcanzar los 224 centímetros y pesar hasta nueve kilos, mientras que el macho tiene dimensiones más pequeñas: hasta 196 centímetros de envergadura y un peso aproximado de ocho kilos. Sus alas (hembra y macho) llegan a medir entre 176 y 201 centímetros.
El macho se caracteriza por tener un color gris en la cabeza; negro en la espalda, parte superior de las alas y pecho; y blanco, en la parte inferior de las alas y el abdomen. Lo más sobresaliente es su cresta de plumas sobre su cabeza. La hembra tiene una mayor extensión de tonos claros, posee un pico fuerte y garras que alcanzan los 15 centímetros de largo.
El ave tarda mucho en alcanzar la madurez sexual, cuatro o cinco años. Construye su nido en la copa de los árboles altos y llega a tener una cría por pareja, cada dos o tres años. En contraparte, puede vivir hasta 40 años.
Se alimentan de aves pequeñas y mamíferos como monos, tejones y perezosos, que son sus preferidos. También incluye roedores e incluso algunos reptiles. Al ser un predador, el águila arpía es un controlador de plagas.
Usualmente, se puede observar a esta especie sola o en pareja, en extensiones grandes de bosque húmedo. En Bolivia, habita en la Amazonia, Yungas y Chiquitania, típicamente en áreas con abundancia de monos araña (marimonos).
Cada vez el número de águilas arpías está en descenso, debido a la pérdida de hábitat y la persecución humana. Está categorizada como “casi amenazada” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés).
En Santa Cruz fue declarada “Ave emblema del aire cruceño y Patrimonio Natural Departamental de Santa Cruz”, descarga aquí la Ley de declaratoria.
Fuentes:
http://especiesbolivianas.info/especie_ver.aspx?esp=100
https://extincionanimal.org/aguila-harpia/
https://extincionanimal.org/aguila-harpia/