“Para mí sería bueno que la gente vea el documental con el corazón, porque de ahí tiene que salir la bondad, la misericordia de cuidar el medio ambiente, porque nuestros hijos lo necesitan”. De esa manera Benjamín Peña Vargas invita a ver ‘Don Benjamín’, un documental que narra la devastación de la Amazonia boliviana, mediante su historia y la de su familia.
Se trata de una producción de Medicusmundi Mediterránea y En los Confines Producciones, dirigida por el español Iván Zahinos. La misma que ya ha sido estrenada en Europa y algunos países de América Latina, por lo que recibió el galardón Dragón de Plata como mejor corto documental en el Krakow Film Festival 2024 de Cracovia, Polonia.
En Bolivia, el estreno será este martes 16 de julio en el Cinmark del Ventura Mall, por lo que la producción y el protagonista estarán en la premiere. “Estamos muy emociandos, porque el mensaje que transmite el documental es muy importante, sobre todo relacionado con preservar la naturaleza”, dice Zahinos, el director.
Hasta ahora las reacciones del público que ha visto ‘Don Benjamín’ han sido positivas. Muchos espectadores comparten sus experiencias respecto al cambio climático y la situación de sus regiones, porque se trata de problemáticas globales, que terminan afectando al ser humano, sin importar dónde se encuentre.
Del mismo modo, Zahinos cuenta que también se está logrando incidir en las autoridades, para que se cumpla las leyes y surjan otras que permitan preservar la naturaleza de la devastación que causa la deforestación o los incendios forestales.
Por su parte, Bejamín, quien estará en el estreno junto a su hijo Roberto Carlos, llega con la expectativa de que todo el país pueda ver el documental, para así tomar conciencia de la situación de la Amazonia.
Cuenta que él nunca soñó ser parte de una película pero que recibió la noticia de que sería el protagonista como un desafío. “Para mí esto fue un sueño, nunca pensé llegar a este punto, pero cuando uno se acerca a Dios, Dios marca su destino y Él me marcó esto. Tengo que seguir, porque se trata de las cosas de Dios, tenemos que proteger todo esto”, asegura.
El film tiene una duración de 30 minutos y se produjo en España. El rodaje se hizo en Bolivia y gran parte del equipo de producción está conformado por jóvenes cruceños como Adro Molina en la fotografía; y Marvin Harlod Montes en la composición musical, entre otros.