Fotos y texto: Marcelo Arze
El Parque Nacional Madidi es considerado una de la áreas más biodiversas del planeta y se considera que en la copa de los árboles habita cerca al 90% de la biodiversidad.
Desde el inicio de la vida, el sol ha sido la fuente primaria de energía, de la cual las plantas aprovechan para realizar la fotosíntesis, el dosel del bosque es el área con mejores oportunidades para acceder a ella, y la competencia es terrible. Muchas veces al caminar por un sendero en un apacible bosque, es difícil percibir la lucha que se está desarrollando.
Diferentes estrategias son necesarias para acceder a la luz, en el suelo del bosque suele ser muy escasa pero a medida que se sube las oportunidades son mejores.
También en el dosel se suelen encontrar diferentes formas de vida desde insectos, reptiles, aves o mamíferos que son casi imposibles de ver en el piso ya que toda su vida transcurre a muchos metros del suelo.
La biodiversidad, esa red de relaciones entre diferentes especies, es muy evidente cuando se puede acceder a este mundo velado a los que estamos pegados al suelo, pero es asombroso poder darles un vistazo.
Esta área que apenas conocemos está en riesgo con proyectos de explotación de hidrocarburos y la construcción de represas, sabemos que conocemos muy poco de este mundo aún y probablemente muchas especies útiles para nuestra propia subsistencia como alimentos y medicinas podrían estar escondidos aún y ojalá sea tiempo para tomar conciencia sobre su conservación.
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