Este trabajo es posible gracias al apoyo de lectores como vos. ¡Apóyanos! Tu aporte nos permite hacer periodismo independiente, de calidad y sobre todo útil para la sociedad. Sé un amigo/a de La Región, hazte miembro. Haz click aquí para saber cómo.

Doly Leytón Arnez / Fotos: Anahí Paravicini

El avance del fuego en los incendios forestales es impredecible. Aquello que parece un destello bajo la yerba, en segundos puede convertirse en lenguas de fuego vivo que se levantan por encima de los dos metros.

A esas condiciones se enfrenta un bombero forestal en Bolivia cuando está cerca de algún camino, para evitar que las llamas se extiendan al bosque.

Ante la falta de equipo pesado, lo hace a pulso, porque cuenta solo con equipamiento básico.

Por ello, con el fin de luchar de manera más segura y efectiva ante este fenómeno, el grupo de Bomberos Forestales Quebracho inició una campaña para equipar el primer carro bomba forestal 4×4, con monitor frontal, con capacidad para poder extender líneas de manguera arriba de los 150 metros  en un área boscosa. Además tiene un tanque para cuatro mil litros de agua y 500 litros de espuma. Este equipo pesado permitirá extinguir incendios mediante el uso de dispersión de agua a alta presión y gran precisión, como opera el carro Neptuno.

Diego Suárez Terrazas, comandante de Quebracho, explicó a La Región que las cuadrillas que lucharon contra las llamas el año pasado, saldrán a las calles a pedir el apoyo de la ciudadanía para terminar de pagar y equipar a “El Guardián del Monte”, nombre con el que bautizaron al carro. Este vehículo cuesta 60 mil dólares, de los cuales se pagaron 25 mil dólares con donaciones y recursos propios de este bombero.

“Imagínate tener un camión que tenga un monitor frontal y hacer un ataque directo –más o menos como los Neptuno- a un incendio que esté sobre la carretera, para enfriar la zona. Allí los bomberos puedan operar mucho más efectivamente”, dice.

Además de la campaña en las calles, la organización lanzó un crowfunding en una plataforma digital (https://www.cuentastu.org/requerimiento/WPD6WL82) para quienes deseen aportar en línea, para la compra de una bomba forestal de alta presión, un armazón para tanques de agua y cajas de herramientas, así como un panel con monitor frontal. Todo esto servirá para extinguir incendios de magnitud y salvaguardar los bosques donde habitan miles de animales silvestres.

La voluntaria Anahí Paravicini captó esta imagen de la devastación por el fuego en la Chiquitania en 2019.

Un sueño a punto de hacerse realidad

El carro para combatir los incendios forestales es un Mercedes Benz, UNIMOG del año 84. Para Diego Suárez es un sueño que de a poco se hace realidad porque el precio en el mercado ronda los 500 mil dólares, imposible para la economía de los jóvenes voluntarios.

Sin embargo, lograron conseguirlo en un monto insólito gracias a que el propietario se sumó a la causa y lo vendió a crédito, sin interés, y por debajo del costo real.

“El ‘Guardián del monte’ tiene características muy especiales de alta prestación para el combate de incendios forestales por su capacidad de peso, tracción, es doble cabina, cuatro por cuatro, y puede transportar hasta ocho bomberos”, describe.

Pero por el momento es como tener al mejor bombero sin equipamiento.

Este es el equipamiento que se requiere para el carro bomba forestal.

El monto que se necesita para terminar de pagar el carro y equiparlo asciende a unos 98 mil dólares. “Si se logra el objetivo será una inversión inédita en el combate del fuego en Bolivia. Será el pionero de una apertura de mente de autoridades u otros grupos para invertir en maquinaria de este nivel. Ya los incendios son devastadores en Bolivia y esto se debe al calentamiento global. Se debe también a leyes incendiarias que permiten esta práctica sin tener ningún control. Esto nos debe dar a entender que no podemos pensar solo en el bombero y su mochilita forestal, tenemos que invertir en maquinaria de alto tonelaje”, concluye Suárez.

Acerca de Quebracho

Quebracho es una organización de bomberos forestales voluntarios conformada por 27 personas que lucharon contra el fuego en la Chiquitania en 2019.  Es un equipo multidisciplinario de jóvenes profesionales, entre ellos 13 mujeres.

Haz clic en la imagen para ir a la página de recaudación.

Lee también:

Tierra de fuego, a un año de los incendios forestales en Santa Cruz

Este trabajo es posible gracias al apoyo de lectores como vos. ¡Apóyanos! Tu aporte nos permite hacer periodismo independiente, de calidad y sobre todo útil para la sociedad. Sé un amigo/a de La Región, hazte miembro. Haz click aquí para saber cómo.