Por Adriana Olivera / La Región La Paz

“Pescador por un día” es la nueva oferta turística del municipio paceño de Huatajata. El proyecto es desarrollado por la carrera de Turismo del Instituto Técnico “Wiñay Marka”, la operadora de turismo “Waliki” y las familias productoras de esa zona contigua al lago Titicaca. Durante un día entero es posible cambiar la rutina citadina para ser parte de la faena de pesca; además, al final de la jornada, se puede tener contacto con abejas y conocer de cerca el proceso de la producción de miel.

La aventura comienza en la ciudad de La Paz, desde donde se recorren 75 kilómetros hasta llegar a la comunidad Chilaya en Huatajata. Se trata de una zona pesquera, pero también la gente de lugar se dedica a la producción de tubérculos, verduras, crianza de animales y a la apicultura.

El pescador y apicultor Edwin Catari da la bienvenida para comenzar con la primera actividad: la pesca. Mientras el grupo se dirige a orillas del lago sagrado, Catari explica el trabajo que realiza en su comunidad. Su labor dura tres horas, desde la madrugada hasta las 6, cuando sale el sol. Todo lo obtenido sale a la venta para las comerciantes que viajan desde La Paz.

Los peces que existen por la zona son: truchas, ispis, pejerrey y karachi; cada especie crece por estación. Al día obtienen entre 10 y 15 libras, cantidad mínima a comparación de otros tiempos cuando se pescaba por toneladas, según explica este pescador. El precio por libra es de unos 10 bolivianos, según la especie.

El anfitrión dirige la lancha a motor hacia una boya, señal que indica dónde está la red de pesca en el lago. Mientras se navega lentamente de manera manual, se empieza a sacar la red poco a poco. Los karachis que quedaron atrapados van saliendo. Algunos solitarios y otros en pareja. Son resbalosos, uno que otro sigue vivo, pero según dicen los pescadores, son mansos, así que no muerden y se los puede sacar fácilmente.

Trucha a la piedra o p’ap’i

Una vez terminada la faena de pesca se procede a la preparación del almuerzo, que es uno de los atractivos para los visitantes que observan atentos los pasos de cómo hacer el “p’ap’i”,  forma de cocción de los alimentos en piedras calientes.

Se escogen piedras que sean “machos”, es decir, que no se rompan, no importa el tamaño. Las piedras hembras explotan al estar muy calientes, explican los comunarios a tiempo de mostrar las rocas. Luego se arma un horno y para avivar las llamas se utilizan hojas secas de eucalipto. Cuando las rocas se tornan color blanco es la señal de que alcanzaron la temperatura adecuada, unos 125 grados, para cocer las papas, ocas, ispi y truchas; alimentos colocados en capas intercalando con las piedras.

El elemento especial de este preparado son las truchas preparadas por el chef José Carlos Ramos. Cada una rellena con pimiento morrón, tomate, cebolla, quirquiña y cilantro, producidos en la zona.  Mientras la comida cuece, durante unos 40 minutos se realiza una caminata hacia los chulpares (tumbas funerarias de las culturas Aymara y Tiwanaku que habitaron el lugar) y miradores desde donde se pueden observar la belleza del lago Titicaca. Pasado ese tiempo, el almuerzo está listo. El aroma es intenso.

Al levantar las piedras calientes, se ve que todos los alimentos se cocinaron a la perfección. Su sabor es más natural. Los comensales disfrutan la trucha rellena, acompañada con las ocas y papas.

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Un dulce manjar

La experiencia junto a los comunarios de Huatajata continúa con la cosecha de miel. En el lugar tienen más de 10 cajas con al menos 80 mil abejas en cada una. Los visitantes reciben la indumentaria de protección adecuada para poder ver de cerca el proceso de extracción del dulce manjar, que se realiza mientras se despista a las abejas con un ahumador.

En la comunidad crían abejas europeas y las criollas, que son más negras, trabajadoras y agresivas. Para cosechar la miel se saca una de las ceras para cortar y probar el producto natural. Es dulce y espesa, tiene un sabor agradable. La productora Francia Javier comenta a los visitantes que su producción abastece de miel a la comunidad. Pero para obtener su producto utilizan una maquina extractora en la que se pone el panal que al girar lanza el néctar a las paredes para que resbale hacia la base. Luego se finaliza con el envasado.

La apicultora explica que el sabor varía también según la estación. En invierno, las abejas sacan polen de las flores de la kiswara y  durante los meses de julio y agosto aprovechan las floren  del eucalipto y la K’oa. Remberto Loza, representante del Instituto Wiñay Marka, menciona que con este tour se pretende potenciar el agroturismo de la comunidad mientras que los estudiantes realizan su práctica profesional.

El tour “Pescador por un día”  se oferta los fines de semana y feriados. Una oportunidad para disfrutar de la tranquilidad en torno a la naturaleza, buena comida y aprender de las experiencias de producción en la comunidad de Huatajata.

Contacto Waliki Tours: 71939222 – Costo: Full day a 170 bolivianos

Incluye:

• Transporte ida y vuelta desde y hacia la ciudad de La Paz
• Refrigerio
• Paseo y pesca en bote
• Almuerzo trucha ahumada
• Cosecha de miel
• Servicio disponible desde el 31 de mayo.

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