Navel Arroyo

A los 54 años Evelia Caitú ha decidido volver a las aulas. Desde hace cinco años se dedica a la recolección de residuos, y ahora ha encontrado la posibilidad de darle nueva vida a la ropa que otros desechan. Para ello, acude a un curso de costura que, según dice, le permitirá generar otros ingresos. 

Ella es parte de un grupo de 20 recicladores —18 mujeres y dos varones— de la Red de Recolectores Santa Cruz que empezó sus capacitaciones en costura, como parte del proyecto Empoderamiento de Mujeres Recolectoras, liderado por la Fundación Amigarse, una oenegé que trabaja con el sector.

La iniciativa surgió tras una investigación, que evidenció la violencia económica de la que son víctimas muchas de las participantes. Por ello, el principal es que las recolectoras puedan diversificar su área laboral en el sector del reciclaje, para que puedan a acceder a ingresos adicionales.

Las clases son tres veces por semana, durante tres meses. En la primera semana, las alumnas conocieron los componentes de la máquina de costurar, aprendieron cortar y a medida que avancen se espera que sean capaces de confeccionar prendas nuevas, hacer bolsos o cualquier otro bien útil. Asimismo, se prevé implementar un taller para que las mujeres puedan producir. 

Hasta esta semana, en las oficinas de la institución, en la manzana 29 del parque Industrial, frente a Industrias Sofía, se recibirá donaciones de ropa en desuso, que pueda servir para que estas mujeres les den nueva vida. También pueden solicitar el recojo del material a donar al teléfono 76029094. 

El proyecto durará un año e incluye también un curso de carpintería para pallets, que comenzará en abril. En paralelo, se realizará la alfabetización dirigida a personas de tercera edad, así como estimulación temprana para niños y niñas, hijos de recolectores.