Una exposición revela hallazgos sobre el bufeo boliviano y promueve el turismo responsable

Científicos que trabajan en la conservación del único cetáceo que tiene Bolivia compartirán información valiosa a comunidades donde habita el mamífero. De esta manera se busca concienciar sobre el valor de la especie y cómo puede ayudar a mejorar un turismo sostenible.

Foto: Archivo La Región/ Mara Candice Arias

Cuentan que el bufeo boliviano (Inia boliviensis) fue descubierto en 1834, por un investigador francés. Lleva el nombre porque se encuentra principalmente en Bolivia, aunque también hay ejemplares en Brasil. Se lo puede observar en los ríos Mamoré e Iténez, de Beni, pero también en el río Ichilo, donde las aguas son más frías y turbias por el sedimento.

Hasta entonces de su hallazgo, los delfines que se conocían eran de mar. La gran pregunta, entonces: ¿de dónde viene este delfín de agua dulce?

Hace 16 millones de años —responde el investigador Paul Van Damme— se levantó la Cordillera de Los Andes y se formó un mar muy grande, donde actualmente estamos. Al levantarse la cordillera, allá se quedaron atrapados delfines del mar. Esa agua de a poco se volvió dulce, porque perdió su salinidad. Y los delfines que estaban allá comenzaron a cambiar: hocico largo, aletas. Después de 16 millones de años, cambiaron tanto que se creó una nueva especie. “Ahora hay dos especies: el delfín amazónico, en Brasil, y el delfín boliviano”, explicó Van Damme, biólogo marino belga, el año pasado a un grupo de pescadores de Puerto Villarroel (trópico de Cochabamba). “Este se formó separado del amazónico, porque hace seis millones de años se crearon las 15 cachuelas de Guayaramerín y el boliviano se aisló del de Brasil. Esa la especie que vemos ahora”.

Esta historia, como otros hallazgos sobre Inia boliviensis, el único cetáceo que tiene Bolivia, estará al alcance del público en general en una exposición que busca la participación ciudadana en la conservación de la especie, para obtener beneficios mediante un turismo responsable.

La actividad se realizará este 1 de mayo en el Clipper de Puerto Villarroel, un centro turístico ubicado en este municipio, distante a 157 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, por la carretera nueva hacia Santa Cruz.

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“Habrá infografías, videos, juegos para niños y libros”, dice Van Damme, director de Faunagua, una organización que trabaja en investigación y conservación.

La muestra también estará disponible el 2 de mayo para niños y jóvenes locales. En tanto, luego se convertirá en una exposición ambulante, ya que será llevada a Bella Vista y Santa Rosa de Yacuma, ambos en Beni.

Una alianza responsable

Se escogió estos puntos, porque son lugares turísticos, donde se puede avistar bufeo boliviano, con lo cual, los científicos buscan promover esta actividad, como una alternativa sostenible de los lugareños.

Además de conocer detalles sobre el bufeo, se podrá saber sobre peces de la zona. Esto debido a que si bien avistar a este mamífero no siempre es posible, muchos municipios como Puerto Villarroel lo consideran tan importante, que lo han declarado patrimonio, mediante leyes municipales.

“El bufeo es difícil ver. El mejor lugar para verlo es Bella Vista, se puede navegar entre ellos. Sin embargo, estamos enfocados en la recuperación de biodiversidad, porque ya no hay ni lagartos ni capibaras en Puerto Villarroel. Esta exposición también es algo para recuperar, restaurar, concienciar a la gente que tiene que empezar a proteger”, explica Van Damme.

Las fechas de las próximas exposiciones serán dadas a conocer en los siguientes meses. Asimismo, se difundirá una infografía con información clave sobre la especie, para que cada vez más personas conozcan sus características y puedan apreciar a la especie.