Opinión

Avifauna… vivirlo para sentirlo

Sitio Ramsar Palmar de las Islas

Fotos y texto: *Joel Miserendino Cuéllar

El Palmar de las Islas es un sistema de humedales representativos del chaco boliviano. Está situado al sureste de la provincia Cordillera de Santa Cruz, frontera con Paraguay, hasta donde se extiende el ecosistema. Al ser de los únicos cuerpos de agua en una amplia zona de bosque seco tropical, proporciona un apoyo esencial para la fauna durante las etapas críticas de sus ciclos de vida, siendo indispensable para especies de mamíferos, reptiles, anfibios y, por supuesto, aves.

Las aves acuáticas constituyen uno de los principales componentes de la fauna que visita o habita los humedales. Muchas de estas especies han desarrollado diversas adaptaciones morfológicas y fisiológicas para hacer mejor uso de los recursos que brindan estos sitios. Los cuales ofrecen refugio, alimento y entre las funciones ecológicas más importantes, sirven a la reproducción, nidificación y cría. Además, muchos de estos ambientes, como el Palmar de las Islas, son áreas importantes de concentración durante el período de muda de plumaje o la migración anual.

Bajo este concepto, y entendiendo el potencial del Palmar de las Islas para albergar una gran diversidad de avifauna, mi trabajo en calidad de pasante de la carrera de Biología de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, fue registrar especies de aves acuáticas dentro del lugar, con la finalidad de brindar datos que aporten al conocimiento y a futuras medidas de conservación para el grupo.

Durante el estudio se logró registrar 1187 individuos, que corresponden a 48 especies distribuidas en 14 familias, de las cuales la más representativa fue la familia Anatidae (patos) con 11 especies registradas. Asimismo, se registraron 12 especies migratorias: cinco migrantes australes (migran desde el sur) y siete migrantes boreales (migran desde el norte).

Mi experiencia apreciando a estas aves en su forma más natura fue emocionante e inolvidable. A la mínima presencia humana, se protegían entre ellas dando sonidos de alerta y volando despavoridamente. Presenciar comportamientos tales como el de las cigüeñas era impresionante, ya que llegaban sobrevolando dando círculos como si fuera una danza aérea preparada para darnos uno de los espectáculos más gratificantes de nuestras vidas. Finalmente, llegaban al suelo en el centro del lugar, para descansar esa noche, y al día siguiente continuar con su ruta, despidiéndose nuevamente en coreografías de vuelos elegantes hacia el cielo antes de perderse en el horizonte tras los colores del alba.

Realizar la investigación sobre la avifauna en el lugar fue altamente enriquecedor y apasionante, desde levantarse por la mañana y disfrutar de un paisaje embellecedor, convivir de cerca con la fauna y observar su comportamiento natural; hasta conocer la flora nativa del chaco y los usos medicinales que se le pueden dar entre los saberes de culturas ancestrales.

Quedo profundamente agradecido con la Fundación Kaa-Iya por darme la oportunidad de realizar mi pasantía en este Sitio RAMSAR de importancia internacional para la conservación de la biodiversidad. Igualmente, por el buen trato, recursos y tiempo invertido en mi persona.

Del mismo modo, quedo agradecido con el Parque Nacional ANMI Kaa-Iya, y mis compañeros de viaje, con quienes conviví momentos cargados de emociones, disfrutando de la riqueza y belleza de este lugar, pero, además, aprendiendo juntos.

El Palmar de las Islas tiene algo especial, sus detalles te sorprenden y enamoran cada día un poco más. Sin lugar a dudas, esta travesía de 30 días de mi vida, fue una inolvidable experiencia que me enseñó a valorar y respetar aún más la naturaleza y la vida que ella alberga, fortaleciendo mi convicción y deseo de aportar desde mi profesión y mis acciones personales, a una mayor calidad de vida para el futuro.

*Joel Miserendino Cuéllar es estudiante de la carrera de Biología de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno.

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