La Asociación Civil-Legal Justicia Ambiental ha interpuesto una denuncia ante la Fiscalía de Cochabamba por la muerte de un ejemplar de jaguar (Panthera onca). El mismo fue atropellado entre el pasado 5 y 6 de mayo de mayo, en el kilómetro 124, por inmediaciones del campamento 3 de la empresa china Sinohydro, y posteriormente descuartizado y desollado presumiblemente entre el 6 y el 8 de mayo como informó La Región el martes.
En el informe de la Policía Forestal y Preservación del Medio Ambiente (Pofoma) se lee que un ciudadano pakistaní, identificado con las iniciales N. K., “tenía conocimiento” sobre la cabeza del animal “sin sus colmillos”. En tanto, que en un contenedor, se encontró la piel “extendida en tablas de madera, cubierta con sal y a unos diez metros aproximadamente”. Asimismo, “tres extremidades (patas) en estado de putrefacción cubiertas con tierra”. Tres involucrados en el hecho —dos ciudadanos bolivianos y uno de nacionalidad extranjera— son trabajadores de la empresa china Sinohydro Corporation Limited, la misma que construye la doble vía Cochabamba – Santa Cruz.
El documento de Pofoma refiere que otros tres dependientes de la firma asiática —el asesor legal, el jefe de recursos humanos y un especialista ambiental— intervinieron para que se entregue las piezas a las autoridades policiales. De esa manera se recuperó la piel, la cabeza, tres extremidades y cuatro colmillos. Dichas partes fueron entregadas a la Secretaría Departamental de Medio Ambiente y Recursos Hídricos.
Inicialmente, las autoridades ambientales departamentales como de la Policía habían dado por cerrado el caso tras la entrega de los restos. Sin embargo, “ante la indignación de la ciudadanía” aseguraron que seguirán con las investigaciones, informó a este medio el abogado Rodrigo Herrera, representante de la Asociación Civil Justicia – Legal.
Indignación
Según el jurista especializado en temática ambiental, lo que debió ocurrir tras el atropello presuntamente fortuito del jaguar, fue el informe inmediato de parte de los trabajadores involucrados al fiscal ambiental de la obra. A su vez, este debió comunicarlo tanto a la Policía como a las autoridades departamentales y nacionales pertinentes. Esto porque se trata de una especie silvestre nativa, que forma parte de la biodiversidad boliviana. Además porque el felino se encuentra protegido por ordenamiento jurídico nacional e internacional.
Al contrario, el animal fue trasladado a un campamento. Imágenes que circularon por medios de prensa y redes sociales, dan cuenta que trabajadores de la firma china lo desmembraron y desollaron, por lo que una comisión de Pofoma, el Programa de Gestión de la Biodiversidad de la Gobernación de Cochabamba, y guardaparques del Parque Nacional Carrasco acudieron al lugar del hecho para indagar la situación.
Al llegar, inicialmente se negó el hecho, pero tras seguir indagando se dio con el ciudadano pakistaní y con los otros dos ciudadanos bolivianos, identificados con las iniciales de R. R. y S. I. F. “En ese momento se debió aprehender a los implicados”, dijo Herrera a La Región. Contrario a ello, tras la recuperación de las partes, el caso se dio por cerrado.
La movilización ciudadana en Cochabamba, mediante una marcha realizada la tarde del viernes, así como el pronunciamiento de congresistas como la senadora Cecilia Requena, obligaron a que el caso continúe en investigación. En la denuncia presentada por Herrera ante la Fiscalía se pide indagar el hecho por biocidio y tráfico ilegal de vida silvestre. De llegar a una sentencia, el jurista pidió diez años de reclusión para los responsables.
“Nos vamos a adherir a la denuncia penal contra los trabajadores de la empresa Sinhoydro que han cometido claramente un delito, al haber descuartizado y despellejado, y quitar los colmillos de un jaguar”, aseguró Requena en su cuenta de “X”, @SenadoraRequena.
Para esta semana se tiene previsto realizar marchas en otras ciudades del país, exigiendo que se esclarezcan todos los detalles sobre el caso.
En tanto, comunarios del lugar que se contactaron con La Región la noche que ocurrió el caso, explicaron vía telefónica que los dos trabajadores bolivianos de la empresa china ya no estarían en el lugar. “Sabemos que los retiraron”, dijo uno de ellos, quien pidió reserva por temor a represalias.