Los comunarios de Saicán denunciaron una incursión de personal de Petrobras y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) en el pozo Domo Oso X3, ubicado en la Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariquía, a pesar de la oposición manifestada por las comunidades locales. Según los pobladores, los representantes de ambas empresas ingresaron a la zona a través de un sector del río, lo que generó alarma entre los habitantes, que temen los impactos ambientales de las actividades petroleras.
«Nuevo ingreso de petroleras al pozo Domo Oso X3. Hoy, martes, una comitiva de Petrobras, YPFB y la policía nacional realizan un nuevo ingreso a pesar de haberse realizado un voto resolutivo de subcentrales y comunidades, de conocimiento público, en donde se alertaba el total rechazo a las petroleras», refiere el texto que acompaña un video en la página de Facebook Tariquía Hoy.
Las comunidades de Saicán y áreas circundantes expresan su rechazo a cualquier tipo de intervención en la reserva, un territorio protegido por su rica biodiversidad y su importancia para el equilibrio ecológico de la región. Los comunarios advierten que se mantendrán en estado de alerta para defender el área y evitar la explotación de recursos naturales, que consideran una amenaza para su modo de vida y el entorno natural que habitan.
“Esta es una falta de respeto, no tienen autorización. Señores, no tienen autorización ni de las comunidades ni del dueño de la propiedad. Esto lo vamos a hacer público, cómo ustedes no respetan el cantón de Chiquiacá”, se oye decir a una mujer que graba el ingreso de funcionarios petroleros.
Hasta el momento, Petrobras y YPFB no han emitido ningún comunicado en respuesta a las acusaciones, mientras las comunidades insisten en la necesidad de detener cualquier tipo de actividad extractiva en la reserva.
La Reserva Nacional de Tariquía es un área de importancia ecológica, que alberga una gran variedad de especies de flora y fauna, y es fuente de recursos para las comunidades locales que dependen de su preservación para subsistir.
La tensión en la zona continúa, mientras los comunarios exigen respeto a su territorio y a la conservación del medioambiente, y reiteran su disposición a tomar medidas para evitar cualquier intervención que ponga en riesgo la biodiversidad de Tariquía.