*Camila Cárdenas Bowles

Durante los últimos años, la preocupación por la contaminación y las consecuencias del cambio climático, han tomado mayor protagonismo en alrededor del mundo. Sin duda, los efectos del calentamiento global son evidentes y Bolivia no es la excepción.

En nuestro país, no solo se observa las preocupaciones mundiales sobre Cambio Climático, sino que somos parte de este desastre ambiental. Los incendios forestales se han convertido en una preocupación, mucho más en los últimos tres años cuando se perdió alrededor de diez millones de hectáreas de bosques, según el informe más reciente del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (Cejis).

En este contexto, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático 2021 es considerada como el mayor acontecimiento sobre temas climáticos desde el Acuerdo de París aprobado en 2015. Este año, en su edición número 26, se celebrará entre 1 y 12 de noviembre en Glasgow, Reino Unido.

Los gobiernos del mundo buscarán la aprobación del libro de reglas del Acuerdo de París, que dará lugar a acciones concretas para mantener el incremento de la temperatura media del planeta por debajo de los dos grados celsius, y aún más, sostener el mínimo incremento de temperaturas a 1.5 grados celsius alrededor de todo el planeta.

A pesar de la realidad medioambiental que atraviesa el mundo, la participación de Bolivia en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático no ha adquirido la relevancia que amerita. Es evidente que urge hablar del tema, dada la importancia de los desastres forestales que sufren la Amazonia y la Chiquitania boliviana desde 2019. Pero esto ha pasado a segundo plano dada la coyuntura política que vive el país.

Ahora, a cinco años del Acuerdo de París, las acciones climáticas son una parte fundamental de los planes de recuperación de la crisis sanitaria generada por la Covid19 en la agenda de la cumbre.

Las oenegés, representantes de los Pueblos Indígenas y Jóvenes activistas por el cambio climático y el cuidado del medio ambiente de Bolivia alertan continuamente sobre la importancia de que la delegación nacional sea más proactiva en las negociaciones de la conferencia.

Es importante recalcar que en la cumbre realizada en 2019, estos grupos se manifestaron contra los mercados de carbono, ya que son una falsa solución para el problema del cambio climático. Asimismo, reclamaron que el gobierno de Evo Morales promoviera la deforestación a través de leyes, decretos, modificaciones de normas y “perdonazos” a quienes hubieran realizado desmontes o talas de bosques, en función a la ampliación de la frontera agrícola.

Bolivia no participó en las negociaciones de 2019 y anunció que presentaría una postura para la ya cercana, Conferencia de Cambio Climático COP 26, por lo que se espera con ansias conocerla.

Algunos de los principales objetivos de esta nueva versión, incluyen la aprobación de un paquete de medidas equilibrado y negociado, que cumpla con el Acuerdo de París y que permita avanzar hacia los objetivos climáticos de la ONU. Se busca que todos los países se comprometan a alcanzar las emisiones netas nulas lo antes posibles, y ayudar a las sociedades y economías a adaptarse al cambio climático, en especial a las más vulnerables, con el fin de garantizar una transición justa.

En el caso de Bolivia, la crisis sanitaria, posterior a la crisis democrática que se vivió en octubre de 2019 tras incendios forestales de magnitud, desembocaron en una necesidad urgente de respuestas. La recuperación de los bosques, y la prevención de incendios son las principales metas.

De hecho, es la misma población la que puede promover que el país reactive su participación y genere atención en el espectro mundial en la Conferencia de las Naciones Unidas.

De esta forma, nos encontramos en la búsqueda y la generación de una mayor visibilización de los desafíos a los que nos vemos enfrentados como jóvenes y ciudadanos. Esperamos el apoyo proactivo de las autoridades pertinentes en todos los niveles. Sabemos que la creatividad y la proactividad promoverán compromisos responsables con el mundo, la ciudadanía y el medio ambiente.

En todo esto, la participación ciudadana es fundamental a la hora de exigir a las autoridades una mejor participación en las negociaciones en la conferencia, para que el gobierno establezca, además, metas ambiciosas de reducción de emisiones, que permitan encontrar alternativas a políticas extractivistas y agroindustrias depredadoras.


*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la postura del medio


¿CÓMO FINANCIAMOS NUESTRO TRABAJO?

La Región depende de lectores como vos, que apoyan la existencia y sostenibilidad de un periodismo útil, de calidad y más humano. En tus manos está que se conozca la situación medioambiental y de ecoturismo de Bolivia, con noticias, historias e investigaciones que se hacen posibles gracias a tu aporte. Dale click aquí para saber más o llámanos al (591) 70079347.