La rana gigante del Titicaca tendrá un centro de exhibición educativa en La Paz

Con el apoyo de la empresa privada, el Bioparque Municipal Vesty Pakos habilitará un área para que los visitantes se sientan dentro del hábitat natural de esta especie de batracio, que está en peligro crítico de extinción.

Como una manera de coadyuvar en la conservación de la rana gigante del Titicaca (Telmatobius culeus), el Bioparque Municipal Vesty Pakos (BMVP) de La Paz tendrá a mediados de este año un centro de exhibición educativa de la especie, catalogada en “peligro crítico de extinción”. Además, los visitantes a este centro -ubicado en la zona de Mallasa, al sur de la sede de Gobierno- tendrán la oportunidad de sentirse inmersos en el hábitat del animal, para entender la importancia de su cuidado.

En parte, esto será posible gracias a un convenio de cooperación interinstitucional firmado en abril pasado, entre el municipio paceño y Laboratorios Bagó de Bolivia S. A. El objetivo -refiere una nota de prensa de la empresa privada- es potenciar el Programa de Manejo y Conservación de Anfibios. El acuerdo también pretende generar material de difusión para sensibilizar a la ciudadanía sobre el tráfico ilegal y otras amenazas que afronta la fauna silvestre boliviana.

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“Frente a la gran crisis ambiental que se vive en el planeta y a la disminución masiva de áreas naturales en nuestro territorio, los animales silvestres cuentan con menos espacios naturales para sobrevivir. Por tanto, el Vesty Pakos se ha constituido en una isla verde dentro la urbe paceña, donde se resguarda la biodiversidad tanto de la flora como de la fauna nativa del valle de La Paz”, explicó Grace Ledezma, directora del Bioparque.

Este sitio, es considerado un referente de bienestar animal tanto a nivel nacional como regional. Trabaja en rehabilitación, reinserción y conservación ex situ de especies como: garzas, patos nativos y playeros. También es un refugio natural para especies de anfibios (ranas y sapos), reptiles (lagartijas, culebras) y mamíferos (murciélagos, zorros, vizcachas y hurones) que han perdido su hábitat dentro del valle por la expansión demográfica, urbanización y contaminación de La Paz.

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Respecto a la decisión de Bagó, de apoyar las iniciativas de conservación, surgió tras conocer la historia de “Nuna”, una cachorra de puma (Puma Concolor) que fue rescatada en septiembre del año pasado, cuando estaba atada a un árbol en Cochabamba. Ellos hicieron seguimiento al proceso y conocieron a fondo el trabajo de Vesty Pakos.

“Fue así que nos interiorizamos sobre el trabajo que realiza el Bioparque en la rehabilitación de la fauna silvestre; sus experiencias de reinserción de animales; o sus programas de educación, sensibilización, investigación y conservación de especies amenazadas. Todas las acciones nos motivaron a unirnos a la causa y sumar nuestros esfuerzos en diversos proyectos en beneficio del bienestar animal”, dijo la gerente general, María Reneé Centellas.

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