Palkachupa, el ave boliviana amenazada por la ganadería insostenible, quemas y minería

Phibalura boliviana habita únicamente en un bosque de Apolo, al norte de La Paz. Está en peligro de extinción, porque su hábitat ha sido degradado. Expertos buscan zonas para crear áreas de protección donde se pueda conservar la especie con apoyo de actores locales.

El ave únicamente habita en el bosque Cerrado de Apolo. Foto: Teodoro Camacho, Asociación Armonía.

La Región

Apolo, en el norte de La Paz, es tierra de riquezas naturales únicas en el mundo. En una porción de bosque de la ecorregión Cerrado, por ejemplo, existe un ave pequeña  que solo se encuentra en Bolivia. Habita entre los 1250 y 2000 metros de altura y construye su nido sobre árboles y en pastizales, por lo que la ganadería insostenible impacta de manera directa en su conservación. Se llama Palkachupa Cotinga (Phibalura boliviana) y según el censo que realizó la Asociación Civil Armonía entre 2021 y 2022, solo hay 1963 adultos.

La pérdida de su hábitat por causas como incendios, la citada ganadería no sostenible, agricultura, temor a las serpientes y minería, entre otros, son las principales amenazas a la especie, que hasta hace casi cien años se creía extinta. Fue en la década de los 90 que el entonces exdirector de Armonía, Bennett Hennessy la “redescubrió”, y desde allí se empezó a trabajar en programas de conservación en un municipio donde las tierras pertenecen a pueblos indígenas como los Lecos, ganaderos y comunidades interculturales.

Pese a ello, los esfuerzos científicos han permitido identificar zonas de anidación, como la que se encontró en noviembre del año pasado en la comunidad de Huaratumo.

“Nosotros queríamos saber dónde podíamos encontrar más Palkachupa, dónde podía haber hábitat todavía en buen estado, no afectado por la presencia humana”, cuenta Tjalle Boorsma, director de Programas de Armonía. En esa búsqueda se llegó a la comunidad citada, donde luego de subir un cerro se halló a la especie. “Lamentablemente, el área estaba sumamente degradada”.

Trabajo en conjunto

Para los expertos el reciente hallazgo de anidamiento no es de interés prioritario para la conservación de la especie, porque la zona se encuentra muy afectada por las actividades humanas que se desarrollan alrededor. En ese entendido, continúan buscando espacios para crear áreas de protección donde sea posible trabajar en conjunto con la gente que vive alrededor. 

“(Apolo) es una zona sumamente minera. Sabemos que muchas comunidades están convencidas de que la minería les va a generar ingresos a corto plazo”, asegura Boorsma. Y si bien la extracción de oro no impacta directamente al ave, “parte de la ganadería no sostenible y deforestación están directamente relacionadas a la minería, porque se está produciendo carne para la minería”.

Por ello, antes de crear un área protegida, se requiere evaluar qué tipo de territorio será en base a las amenazas a la especie: áreas quemadas, deforestación, ganadería no sostenible y, recientemente, quemas para evitar posibles ataques de serpientes, según testimonios recogidos por científicos en el lugar.

Un ave “extraña” 

Lo que se sabe de Phibalura boliviana hasta ahora es que su distribución o los lugares donde habita son “sumamente extraños”. Aunque todavía hay expertos que la catalogan como subespecie de Swallow-tailed Cotinga (Phibalura flavirostris), un ave que habita en Brasil; se ha comprobado que no existe conexión ecológica entre la población del vecino país y la de Bolivia.

“En algún momento fueron una sola especie, pero hace 15 mil años cambiaron los ecosistemas entre las dos poblaciones, y ahí quedó un núcleo con Palkachupa en Apolo”, explica Boorsma.

Actualmente la población es estable, pero las amenazas son constantes. Y la idea de involucrar a comunidades en el trabajo de su cuidado, es clave para la conservación. Y es que, más allá del rol en el ecosistema que cumple cada ser vivo, hay algunos de ellos que generan inquietud en los expertos. En este caso, llama la atención que Palkachupa únicamente está en un pequeño sitio de bosque Cerrado, y no se ha encontrado en otras ecorregiones.

“Está en un pequeño sitio de bosque Cerrado, netamente rodeado por bosque Yungas, pero él (el ave) solamente se encuentra en ese ecosistema de bosque. Eso debe tener una relación directa con los árboles y arbustos de esa área, por eso pienso que su rol es importante para la flora de esta zona, debe tener una relación fuerte con árboles frutales”, advierte el biólogo.