Posibles nuevos registros para la ciencia y hallazgos arqueológicos; entregan informe de la expedición por los Grandes Lagos Tectónicos

Un grupo de científicos acompañados por guías locales de la Nación Cayubaba recogieron datos de una de las zonas menos estudiadas de Beni. En actos formales, esta semana entregaron los primeros resultados.

El año pasado, 30 científicos acompañados por 29 guías de la Nación Cayubaba, realizaron una expedición científica por los Grandes Lagos Tectónicos del Beni. Durante más de un mes, el equipo de expertos recorrió la zona dividida en cuatro grandes campamentos, para recolectar datos sobre biodiversidad y el patrimonio arqueológico de la región.

Esta semana, casi diez meses después, los primeros resultados fueron entregados con buenas y preocupantes noticias. Por un lado, posibles registros de nuevas especies de fauna para la ciencia; nuevas especies para el departamento y nuevas especies para el municipio de Exaltación, en cuyo territorio están los citados lagos. Por otro, el no haber podido registrar al jaguar (Phantera onca), que de seguro estaba por el lugar, pero en poca cantidad, es un tema que requiere tomar consciencia sobre las amenazas que enfrenta.

El documento, que puedes descargarlo aquí, se entregó primero a las autoridades del Gobierno Municipal de Exaltación y fue presentado en el auditorio del Bicentenario de la Universidad Autónoma del Beni (UAB), en Trinidad.

Los datos técnicos

El Lago Rogaguado fue uno de los puntos de investigación. Foto: Rob Wallace-WCS.

El municipio de Exaltación se encuentra en la provincia Yacuma del Beni. Desde noviembre de 2015, el mismo cuenta con un área protegida municipal denominada Área Natural de Manejo Integrado (ANMI) Grandes Lagos Tectónicos de Exaltación. Ya desde entonces y muchos antes, autoridades locales y nacionales, así como comunidades y pueblos indígenas, veían la necesidad de lograr apoyo para estudiar el extenso espacio de humedales, situado en el centro de las sabanas de inundación del Beni, al noreste de Bolivia.

Fue así que el Grupo de Trabajo para los Llanos de Moxos (GTLM), liderado por WCS, impulsó la travesía en la que se involucraron miembros de la Universidad de Bonn (Alemania), el Centro de Investigación de Biodiversidad y Medio Ambiente (Cibioma), la UAB, el Centro de Investigación de Recursos Acuáticos (CIRA) de la UAB, el Museo Nacional de Historia Natural (MNHN), el Instituto de Ecología de la Universidad Mayor de San Andrés, la Asociación Civil Armonía y la Colección Boliviana de Fauna (CBF).

Los científicos y guías que formaron parte de la expedición posan para el lente de Marton Hardy.

De esa manera, entre el 25 de agosto y el 30 de septiembre de 2021, 30 expertos apoyados por 49 guías locales abarcaron 2.662 kilómetros cuadrados de superficie en cinco áreas de estudio: el río Iruyáñez y El Cerro (i); y los lagos tectónicos de Guachuna (ii), Rogaguado (iii), Largo (iv) y Ginebra (v).

Esta región, con una altitud entre 138 y 161 m s. n. m, forma parte del sitio Ramsar Río Yata, un complejo de humedales de 28.132,29 kilómetros cuadrados de importancia internacional, que alberga a una gran diversidad de hábitats de sabanas inundables, sabanas arboladas, islas de bosque, bosques de tierra firme y bosques de galería que circundan los lagos, ríos y arroyos.

Este escenario ha permitido el desarrollo de una enorme riqueza de flora y fauna que no había sido estudiada a profundidad hasta ahora.

Los primeros resultados

Murciélago Artibeus lituratus. Foto: Rob Wallace – WCS.

Tras casi diez meses de estudios, los primeros resultados dan cuenta de grandes hallazgos tanto en el tema de biodiversidad como de arqueología.

En la primera parte del informe se describen las principales características físico-químicas de los ecosistemas acuáticos recabadas a partir de muestreos de fitoplancton, zooplancton y macroinvertebrados acuáticos.

En los siguientes apartados se exponen los datos recolectados sobre flora y vegetación; mariposas diurnas, peces, anfibios y reptiles, aves, murciélagos, y mamíferos pequeños, medianos y grandes en cada sitio de investigación.

En total, se registraron 1.497 especies de flora y fauna. De este número, 784 (52,4 %) constituyen nuevos registros para Exaltación; 393 (26,2 %), para el Beni y 44 (2,9 %) son registros nuevos para Bolivia. En el caso de los vertebrados (peces, anfibios, reptiles y un murciélago), se han registrado nueve especies potencialmente nuevas para la ciencia.

Ameerega picta, una de las especies de anfibios registradas por los científicos. Foto: Rob Wallace – WCS.

“Esto quiere decir que estamos hablando de un lugar importante para la conservación”, dijo Robert Wallace al auditorio que lo escuchó en la UEB y que siguió la presentación por Facebook live.

En el caso de los grandes mamíferos, Robert Wallace, de WCS, expresó su preocupación porque no se registró ejemplares de jaguar. Esto -aclaró- no significa que no esté en la zona, sino que “no hay muchos, está amenazado”. En cambio, otros mamíferos de menor tamaño como los murciélagos dieron buenas noticias, ya que se halló una especie insectívora que vuela muy alto; posiblemente, nueva para la ciencia.

El tema arqueológico

Autoridades del municipio de Exaltación pidieron que uno de los campamentos estuviera en este lugar para su respectivo estudio. Foto: Omar Torrico.

Asimismo, se presentó información relevante sobre los lugares arqueológicos investigados en los cinco sitios (campos elevados de cultivos, canales, montículos, zanjas circulares concéntricas y cuadrangulares, muros de piedra, muestras de cerámicos y tierra negra, datos entre los años 500 d. C. y 1528 d. C.).

Entre otros hallazgos, este relevamiento ha permitido diferenciar con mayor claridad las características entre las sabanas inundables de los Llanos de Moxos hacia el sur de los Grandes Lagos Tectónicos y la sabana alta, conocida como cerrado beniano al norte.

Campos elevados de cultivo – El Cerro. Foto: Omar Torrico

Las fotografías y datos publicados evidencian la cualidad de paisaje biocultural de los Llanos de Moxos, producto de interconexiones entre sus dimensiones biológicas, lingüísticas y socioculturales que, en el caso de Exaltación, se remontan a épocas prehispánicas y que continúan influyendo en la configuración de la región.

Imagen aérea de Exaltación. Foto: Omar Torrico.

Se trata de información en extremo valiosa sobre los sitios arqueológicos, ecosistemas acuáticos y las especies de fauna y flora que habitan en los Grandes Lagos Tectónicos de Exaltación. Todo esto va a contribuir no solo a comprender el impacto ecosistémico y biogeográfico causado por el gran evento tectónico tardío que dio origen a estos espejos de agua hace unos 6.000 años, sino también a preservar el patrimonio cultural y los servicios ecosistémicos de este paisaje biocultural, esenciales para el mantenimiento de la cuenca amazónica.

Retratos de la expedición

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