Reactivar la economía de la mano de los pequeños agricultores; la propuesta de un proyecto de formación

Un grupo de 60 profesionales de Bolivia, Chile y Perú accederán a herramientas para aprender a articular mercados rurales y urbanos a través de la gastronomía. Cocina PAR propone una alternativa en un escenario postpandemia.

Lograr que las compras públicas se enfoquen en la agricultura familiar, que jóvenes rurales sean ejes integradores de la pequeña agricultura a futuros mercados, o hacer delivery campesino. Por qué no, basar la alimentación escolar en la provisión de pequeños agricultores. Estos son algunos de los proyectos de “Cocina PAR: gastronomía y desarrollo rural”, un Programa Internacional de Capacitación que reúne a 60 profesionales de Bolivia, Chile y Perú para darles herramientas que les permitan impulsar el desarrollo rural, y de esta manera reactivar la economía en un escenario pospandemia.

Funcionarios públicos, representantes de oenegés y asociaciones productivas, así como investigadores en temas de alimentación forman parte de la primera generación de agentes de cambio que recibirán capacitación casi en simultáneo en los tres países mencionados.

Todos ellos revisarán experiencias efectivas como la de El Bodegón de Gastón Acurio, el reconocido chef peruano, quien compra el total de sus insumos de pesca artesanal y de pequeños productores en Lima; o la Unidad de Alimentación Complementaria Escolar (Unace) de La Paz, que logró que pequeños agricultores participen en la provisión de 140 mil raciones diarias de alimentos. También está la recuperación de la quinua en Tarapacá, Chile y una lista de casos emblemáticos.

Las experiencias de distintos países servirán como ejemplos en las clases.

La idea es que cada estudiante lleve a la práctica la iniciativa con la que postuló y ello permita la reactivación económica en su país de procedencia.

“Comprendemos que en este escenario, uno de los sectores más afectados ha sido el de los pequeños productores. Más que nunca las estrategias y los conocimientos adquiridos a través de las 16 experiencias sistematizadas en los tres países, ofrecerán una caja de herramientas que podrá facilitar desde la gastronomía y el Patrimonio Alimentario, estrategias efectivas de reactivación y vinculación con un enfoque sostenible”, dice el gerente del proyecto, Andrés Ugaz, investigador y chef peruano.

Después de la formación, que terminará en los tres países en noviembre, los graduados compartirán los proyectos en el curso y se revisará la posibilidad de articularlos con actores estratégicos para la formulación de políticas públicas y a nivel regional, para que puedan replicar sus proyectos fuera de sus fronteras.

“Esta comunidad de aprendizaje proyecta trabajar una plataforma para compartir experiencias y promover el desarrollo de manera regional, a través de procesos de evaluación y mejora continua, en base a los casos estudiados que mostraron de manera efectiva la articulación del ámbito rural a través de la gastronomía”, asegura el experto.

Si bien este proyecto nació hace tres años cuando nadie imaginaba la crisis por la pandemia, la información recabada y hallazgos de los casos estudiados en el curso, serán valiosos como estrategias ejecutadas por parte de funcionarios públicos y asociaciones de sociedad civil, en favor de la población rural incluyendo las economías campesinas.

Ya hay ejemplos tangibles de proyectos exitosos.

Cocina PAR es un proyecto financiado por el Fondo Internacional de desarrollo Agrícola de las Naciones Unidas (FIDA), que tiene como propósito innovar la intervención en el desarrollo rural, utilizando la gastronomía como herramienta articuladora de pequeños agricultores con sus mercados, haciendo énfasis en mujeres y jóvenes productores. Estas innovaciones se basan en los mecanismos detectados gracias a 16 experiencias sistematizadas en Perú, Chile y Bolivia por el consorcio COCINA PAR compuesto por la Pontificia Universidad Católica del Perú, en Perú; la fundación Rondó, en Chile, y el Movimiento de Integración Gastronómico Alimentario (MIGA), ICCO Cooperación e HIVOS, en Bolivia.

Con información del Consorcio COCINA PAR


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