Roboré en vilo por contratos de guardaparques de su área protegida Tucabaca

Miembros del cuerpo de protección con hasta 15 años de antigüedad no fueron ratificados en sus cargos, tras concluir su contrato en octubre. El Comité de Gestión de la Reserva Municipal denuncia manejo político de ítems y anuncia movilizaciones.

El 16 de agosto de 2019, durante la época crítica de incendios forestales, un grupo de guardaparques de la Unidad de Conservación del Patrimonio Natural (UCPN) y Área Protegida Municipal Tucabaca, en Roboré, fueron cercados por las llamas en la zona de San Lorenzo.

Bajo un intenso sol de mediodía, rodeados por monte reseco, los “guardas” aplicaron una técnica que salvó su vida: usaron el agua que llevaban en sus mochilas para hacer una especie de cerco a diez metros y luego se tiraron con la boca al piso, esperando que las llamas se apaguen en la zona humedecida.

El equipo salió ileso y continuó luchando contra las llamas. Sabían que su principal misión era evitar que las llamas ingresen a las comunidades.

Parte del grupo que vivió esa experiencia tiene más de una década de experiencia en la defensa del área protegida y está certificado por la Asociación Internacional de Guardaparques. Hoy en día está a la espera de continuar su labor; puesto que la Gobernación de Santa Cruz no ha renovado sus contratos desde octubre pasado.

Los guardaparques de Tucabaca estuvieron en primera línea durante los incendios forestales. Foto: Archivo.

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Zoila Zeballos, presidenta del Comité de Gestión de Tucabaca, explicó a La Región que el director, Richard Rivas, quien tiene 13 años de experiencia, tampoco ha sido ratificado. En la lista figuran otros cinco guardaparques antiguos. El 28 de octubre pasado, el Gobierno Departamental le hizo llegar un certificado en el que comunica que el nuevo director es Rudy Vargas Segovia, exdirector de la Unidad Forestal de la Alcaldía de Roboré. (Ver documento).

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La dirigente, a nombre de la institucionalidad roboreseña, lamenta que el cambio no fue consensuado y mucho menos notificado al Comité de Gestión, entidad que de acuerdo al artículo 52 del Reglamento General de Áreas protegidas debe participar en la selección de los postulantes.

Hasta ahora, ninguna de las cartas enviadas a las autoridades correspondientes, incluido el gobernador Luis Fernando Camacho, fueron respondidas de manera formal. “Tenemos compromisos políticos, es lo que nos han respondido en cada instancia a la que recurrimos”, afirma.

Los guardaparques de Tucabaca, protegen una porción del bosque seco chiquitano, considerado como el bosque seco tropical mejor conservado del mundo. Además, protegen fuentes de agua de la serranía de Santiago de Chiquitos y los cursos de agua que proveen del líquido vital al municipio de Roboré.

En su interior, el área conserva flora y fauna característica del lugar y valiosos sitios arqueológicos. Por ello, para el Comité de Gestión, es de vital importancia que el personal especializado se mantenga en sus puestos de trabajo. Es más, ve necesario incrementar el número de guardaparques.

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“Durante la última década han pasado por Tucabaca más de 50 guardaparques asignados por compromisos políticos. Muchos se han retirado al terminar sus contratos, otros porque no aguantaron el ritmo del trabajo. Pero la gente a la que hoy en día están retirando, al no renovar sus contratos, son guardaparques que forman parte de la base de la defensa de Tucabaca, gente que por más de una década se ha formado y especializado. Son instructores, guardaparques comprometidos de corazón con la defensa del área. No es posible que, en vez de consolidar la institucionalización de estos puestos de vital importancia para la defensa del área, se retroceda y se los tome como botín político”, aseguró uno de los afectados, quien pidió reserva en su nombre.

En 2021, los guardaparques trabajaron más de 45 días seguidos enfrentando el fuego. Foto: Archivo

Mientras se espera resultados favorables, Zoila Zeballos anticipó que se luchará por la restitución y por el respeto a la institucionalidad de Roboré. “Nosotros hemos luchado para que esta sea declarada como la primer Área Protegida Municipal de Bolivia, la hemos defendido de múltiples amenazas, en conjunto con el cuerpo de protección. Ahora vamos a dar lucha para que se nos respete y respeten a nuestros guardaparques”, insiste.  

Sobre el tema también se pronunció la Asociación de Gestión de las Áreas Protegidas del Chaco, Chiquitania, Pantanal Amazonia Sur (CGAPCHCHPA). En un documento público instó a a Gobernación a “respetar a los Comités de Gestión de las áreas protegidas y UCPN, como entidades reconocidas dentro del marco legal y normativas vigentes a la hora de tomar decisiones”.

Además, demandó la recontratación del cuerpo de protección y la contratación de nuevos guardaparques, para cubrir los espacios necesarios, dada la vulnerabilidad del área. Y es que Tucabaca, “guardián del agua”, no solo está constantemente amenazada por el fuego, sino también, la minería, la caza furtiva y la tala ilegal, entre otros.

Hasta la publicación de esta nota, no se pudo acceder a la versión de la Gobernación sobre el tema.

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