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¿Cómo las industrias están tratando de reducir su huella de carbono?

A día de hoy, nos enfrentamos a una emergencia climática sin precedentes y, para ello, la huella de carbono se ha convertido en una herramienta que nos permite medir el impacto medioambiental de las personas o de la industria. Como es lógico, las empresas tienen una responsabilidad al respecto, así que sus acciones pueden ser las que realmente marquen la diferencia. No obstante, ¿se está haciendo suficiente? ¿Y qué medidas se toman?

Qué es la huella de carbono

Cuando hablamos de huella de carbono, hacemos referencia a la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero que los individuos u organizaciones generan de forma directa o indirecta. En el mundo actual, no obstante, es casi imposible realizar cualquier tipo de acción sin que eso conlleve determinado consumo de energía, lo que significa que contribuimos, en mayor o menor medida, en emitir dichos gases de efecto invernadero a la atmósfera. Así, si eso ocurre a nivel individual, no cuesta nada imaginar el peso que tienen las empresas al respecto.

Las medidas de la industria

Ante la importancia de esta problemática medioambiental, son varias las iniciativas que se han ido poniendo en marcha a nivel institucional y gubernamental. El protocolo de Kioto, el acuerdo de París o la Agenda 2030 son solo algunos ejemplos. No obstante, es habitual que este tipo de acuerdos queden en papel mojado, así que las empresas deben tomar la iniciativa para que los resultados sean medibles.

Hay sectores que están haciendo grandes progresos al respecto, y un ejemplo es el del juego. Los mejores casinos online se han extendido por la red para brindar a sus usuarios catálogos repletos de opciones lúdicas, como el póker, la ruleta o el blackjack, y también cuentan con modalidades en vivo. Lo que no siempre se tiene en cuenta es que este tipo de plataformas ofrece significativas ventajas a nivel medioambiental. Después de todo, un sitio online siempre demanda menos energía y recursos que un establecimiento físico, y los usuarios se ahorran trayectos en coche, lo que reduce la emisión de agentes contaminantes y de CO₂.

Otros sectores, por supuesto, también toman multitud de medidas al respecto. Tratar de reducir el consumo de energía al emplear bombillas de alta eficiencia, programar el apagado de los equipos o promover el trabajo flexible, son acciones cada vez más comunes en muchas empresas. Asimismo, estas pueden inscribirse en registros de la huella de carbono, tratar de disminuir el consumo de materias primas o compensar la huella que generen. Esto último es una acción, cada vez más popular, que implica realizar aportaciones voluntarias a proyectos destinados a reducir una cantidad de CO₂ que equivalga a la que ellos han generado.

Por último, algunas empresas de transporte están tomando consciencia de su responsabilidad. Así, relegar el uso de los vehículos de combustión fósil y fomentar el uso de alternativas como el ferrocarril puede ser una medida efectiva. Asimismo, formar a los transportistas para que ejerzan una conducción más eficiente, en aquellos casos en los que el camión es la única alternativa, también servirá para reducir la huella.

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