Contratos temporales dejan en indefensión un humedal urbano y un cordón ecológico

La Alcaldía no renovó convenios con profesionales, técnicos y personal capacitado del Curichi La Madre y de la franja de seguridad del río Piraí, dos “pulmones” de Santa Cruz de la Sierra. En su lugar puso guardias municipales.

En esta área protegida urbana habitan 225 especies. Foto: Reinaldo Sameja
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La Región

El Curichi La Madre y el Cordón Ecológico del río Piraí, dos de las áreas protegidas más importantes de Santa Cruz de la Sierra, se encuentran vulnerables a soportar incendios forestales, debido a las condiciones climáticas actuales, o que sus animales silvestres salgan a zonas urbanas en busca de agua, también por el intenso calor. Esto debido a que, desde septiembre de este año, los contratos eventuales de profesionales, técnicos y personal capacitado no fueron renovados. En su lugar, guardias municipales custodian un humedal urbano de alrededor de 50 hectáreas, que tiene el primer sitio, y más de 1.500, el segundo.

Limberg Vargas, ingeniero ambiental que estaba a cargo de La Madre, explicó a La Región que desde hace varios años, tanto su cargo como el de guardaparques y otros expertos se renuevan con el Gobierno Municipal cada cierta cantidad de meses. En esta gestión, los convenios de casi 70 personas de la Dirección Municipal de Medioambiente, entre guardaparques y personal administrativo, corrieron desde marzo o abril hasta agosto y solo se renovó 12 de ellos. Ante la situación, las áreas en cuestión quedaron sin la protección necesaria ante distintas amenazas; se paralizaron proyectos, así como la concienciación a la ciudadanía mediante visitas guiadas, especialmente para escolares, entre otros.

La protesta pacífica en el ingreso al Curichi La Madre. (Foto: redes sociales).

Danitza Rojas, guardaparques, asegura que trabajaron dos meses “gratis”, ya que tuvieron que cumplir con sus funciones hasta finales de octubre, sin percibir salarios desde septiembre. “Nos han dejado fuera a los 20 guardaparques que custodiamos el Cordón Ecológico y el Curichi La Madre”, indicó. Ella tiene un hijo con discapacidad, mientras que hay compañeros suyos que trabajan sin estabilidad laboral desde hace ocho o diez años. Una incluso está en el último mes de gestación.

Tanto ella como sus colegas se apostaron con unos carteles en el ingreso del área protegida La Madre (avenida Piraí y quinto anillo), para protestar por lo que sucede y que las autoridades pertinentes escuchen sus pedidos.

La ciudadanía se pronuncia

Activistas, como buena parte de la ciudadanía cruceña, manifestaron su preocupación por lo que sucede, ya que se trata de dos de los pocos “pulmones” que tiene un municipio de más de dos millones de habitantes. Eliana Torrico, del Colectivo Árbol, dijo a radio Santa Cruz que solo un técnico quedó a cargo del Curichi La Madre. “Esto no solo pasa por una desatención a las áreas protegidas, sino por un municipio deshumanizado. No se puede hacer trabajar a la gente con una expectativa de renovación de contrato y no hacerlo. Esta gente no tiene estabilidad laboral y todos los años le sucede lo mismo. Sufren amenazas de que tienen que hacer proselitimos, que tienen que hacer campaña y la recontratan cada tres meses”, lamentó.

Según Vargas, Medioambiente era una Secretaría del municipio, pero luego pasó a ser solo una Dirección, que de cierta manera depende de la Secretaria de Planificación. En septiembre, ante la emergencia por los incendios forestales que azotaron a la Chiquitania boliviana, tanto el alcalde de Santa Cruz de la Sierra, Percy Fernández, como la presidenta del Concejo, Angélica Sosa, determinaron apoyar tanto técnica como operativamente al departamento, para afrontar el desastre. La ausencia de la responsable de dicha dirección, Michelle Laurence, fue aprovechada por el secretario Emiliano Cronembold para dejar de renovar los contratos. “Se está tratando de responsabilizar a la directora (Laurence), pero sabemos que esto no pasa por ella”, dijo.

Además de impartir educación ambiental (f), en el lugar hay un vivero para arborizar puntos que fueran necesarios.

“No son funcionarios del Gobierno Municipal”

Gabriela Montilla, directora de Recursos Humanos, dijo que las personas que protestan terminaron sus contratos eventuales el 31 de agosto pasado, “por lo tanto no son funcionarios del Gobierno Municipal”.

En una conferencia de prensa a la que acudió acompañada de Cronembold, explicó que estas personas no ingresaron a un sistema de control de asistencia, por lo que no saben “si han trabajado”.


Gabriela Montilla, de Recursos Humanos, y Emiliano Cronembold, de Planificación, se refieren al tema.

Por su parte y ante las protestas que empezaron la pasada semana por este tema, el secretario de Planificación determinó que desde ayer lunes, guardias municipales se hagan cargo de la custodia tanto del Curichi La Madre como del Cordón Ecológico; algo que pone en riesgo no solo a las áreas protegidas, sino a los proyectos encaminados.

Esto porque más allá del cuidado, los guardaparques están capacitados para enfrentar incendios forestales, dar aviso ante posibles emergencias e incluso impartir talleres a niños y jóvenes, sobre la importancia de estos lugares ricos en flora y fauna. Ello sin contar que en esta época de intenso calor, se debe poner bebederos en lugares estratégicos para que los animales no se expongan a peligros al salir a buscar agua tanto a orillas del río Piraí como a zonas urbanas que rodean ambos sitios mencionados.

El Curichi La Madre tiene en su interior cinco cuerpos de agua, dos estacionales y tres permanentes, por lo que es el refugio de 225 especies de fauna y 147, de flora. Respecto al Cordón Ecológico, su función es resguardar a la ciudad de inundaciones entre otros factores climatológicos adversos.

Conoce en esta nota la riqueza de este humedal urbano.

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