
Un reciente informe del Movimiento en Defensa del Valle de Tucabaca documenta un avance sostenido de la deforestación en Roboré, respaldado en muchos casos por autorizaciones legales emitidas en zonas donde el Plan de Uso de Suelo (PLUS) establece restricciones para actividades agrícolas.
El Valle de Tucabaca, en Roboré, es uno de los ecosistemas más relevantes del sudeste boliviano. Su bosque seco chiquitano cumple funciones clave en la regulación del ciclo del agua, la conservación de una biodiversidad única y el sustento de comunidades tradicionales. No obstante, actualmente enfrenta una amenaza creciente: el avance del desmonte autorizado, en muchos casos mediante mecanismos legales que, según el Movimiento en Defensa del Valle de Tucabaca, contradicen la vocación forestal establecida en el PLUS.
Eder Santibáñez, coordinador general del movimiento, informó a La Región que, tras años de solicitudes, protestas y presión ciudadana, lograron acceder a una base de datos oficial entregada por la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT). Esta base revela la magnitud del problema: entre 2017 y 2024, se autorizaron más de 36 mil hectáreas de desmonte en el municipio de Roboré. De ese total, 21 mil hectáreas corresponden a zonas con uso forestal y de ganadería reglamentada, donde los desmontes agrícolas están prohibidos, según el PLUS vigente.

“Lo que observamos es una legalidad a conveniencia”, señala Santibáñez. De acuerdo con los datos del informe —que será publicado próximamente en un libro— el 65% de las autorizaciones se otorgaron a predios privados y el 31% a comunidades campesinas, muchas de ellas nuevas o interculturales, incluyendo colonias menonitas. Estas tierras estarían siendo destinadas a cultivos agroindustriales como sorgo, maíz y soya.
Uno de los hallazgos más preocupantes del estudio es el uso sistemático de mecanismos como la microcaracterización y los PDM20, figuras legales concebidas para situaciones excepcionales, que actualmente se emplean de forma rutinaria para eludir controles y permitir desmontes en áreas protegidas o con restricciones. La investigación también revela que el 63% de las autorizaciones fueron emitidas desde la oficina de la ABT en Roboré, aunque esta misma entidad alega falta de recursos para fiscalizar adecuadamente, según explicó a este medio Luz Vardy Ulloa Jiménez, coordinadora institucional del movimiento.

El informe estima que los desmontes ya autorizados implican la tala de más de 10 millones de árboles, la pérdida de 210 millones de litros de agua al año y la disminución en la capacidad de capturar más de 260 mil toneladas de CO₂ anualmente. Además, el 55% de las áreas intervenidas se ubican en la zona de amortiguamiento del Refugio de Vida Silvestre Tucabaca, y un 4% dentro del área protegida misma.
Estos impactos afectan directamente a comunidades como Limoncito y Los Sotos, que ya enfrentan escasez de agua, pérdida de biodiversidad y un mayor riesgo de incendios forestales.
Ante esta situación, el Movimiento en Defensa del Valle de Tucabaca plantea una serie de demandas: la paralización inmediata de las autorizaciones de desmonte, la elaboración de un plan de recuperación forestal, el fortalecimiento de los mecanismos de fiscalización y una revisión profunda de la Ley 741 y los PDM20.

El estudio fue realizado con el apoyo de activistas técnicos, estudiantes universitarios y organizaciones aliadas, combinando datos oficiales, imágenes satelitales, verificaciones en campo y análisis estadísticos.
El movimiento prepara la entrega formal del estudio a la ABT y otras instancias estatales, mientras evalúa posibles acciones legales. También hace un llamado a la ciudadanía para informarse, exigir transparencia y sumarse a la defensa de los bosques. “La defensa del Valle de Tucabaca no puede recaer solo en la ciudadanía, pero sin ella, no habrá freno a esta destrucción”, concluye Ulloa.
En tanto que La ABT admite 38 mil hectáreas autorizadas para desmonte en Roboré, pero responsabiliza a la Gobernación por cambios en el uso de suelo. Lee la nota en este enlace.