¡Apóyanos! Tu aporte nos permite hacer periodismo independiente, de calidad y sobre todo útil para la sociedad. Sé un amigo/a de La Región, hazte miembro. Haz click aquí para saber cómo.

La Región / Fotos: Doly Leytón Arnez

Un segundo estudio científico liderado por investigadores bolivianos de la Universidad de Laval en Canadá, reafirma una baja severidad del coronavirus en personas que viven a más de mil metros sobre el nivel del mar (msnm). Pero además, plantea que la proporción de pacientes asintómaticos o tienen síntomas débiles es también más alta en estas regiones. Así, a mayor altura, menor incidencia de casos.

En esta oportunidad se consideró estadísticas de 23 de los 55 países del continente americano. El período que se tomó en cuenta fue el inicio de la cuarentena en cada uno de ellos y finales de mayo, explica Christian Arias Reyes, investigador del Instituto de Cardiología y Neumología de Québec, dependiente de la universidad citada, y uno de los autores del artículo.

El primer estudio apareció el 22 de abril pasado en la revista Respiratory, Phyisiology and Neurobiology,bajo el título ¿La patogenia del virus SAR-CoV-2 disminuye a gran altitud? Y concluye que: “La virulencia del SARS-CoV-2 se reduce a gran altitud debido a la aclimatación fisiológica de sus habitantes”.

“Esta vez el análisis es más exploratorio y encontramos que la incidencia del coronavirus empieza a bajar por encima de los mil metros sobre el nivel del mar y lo sigue haciendo a mayor altura”, dice el experto a La Región. En el primer caso, se consideró que el fenómeno se registraba a partir de los 2.500 msnm.

La verificación mediante estudios estadísticos le da más fuerza al análisis, ya que el primer artículo estaba basado sobre todo en observación.

Ahora también se tomó en cuenta el factor de la densidad poblacional, ante objeciones de que menos gente vive en regiones con mayor altitud; algo que no sucede en América Latina. Por ejemplo, Bogotá, la capital colombiana tiene más de siete millones de habitantes y es una ciudad que está a más de 2.600 msnm.

Como resultado primario, los expertos confirmaron, a nivel epidemiológico, que hay menos casos de coronavirus en ciudades de altura en el continente americano.

Lee también:  ¿Por qué las estadísticas de Covid19 apuntan a que en regiones de altura el virus es menos severo?

Los hallazgos

Potosí está a 4.000 msnm. Hasta el 12 de julio, en este departamento se registraron 641 casos de Covid.

Pero además detectaron que la probabilidad de transmisión de la enfermedad en zonas de altura es menor que en las del llano. Arias ofrece tres posibles explicaciones a esto: que el virus pierda efecto más rápido por las luces ultravioleta, los cambios ambientales, o ambas. O que la persona que vive en altura tenga alguna condición que la hace menos susceptible a la infección.

El otro gran hallazgo es que la fracción de asintomáticos y pacientes que no requieren atención médica porque sus síntomas son leves también es mayor en regiones de más de mil metros sobre el nivel del mar. “Puntualmente, nuestro estudio indica que más proporción de gente en la altura tiene síntomas débiles o no tiene síntomas”, asegura.

Así, La Paz, Cochabamba, Potosí, Oruro, Tarija y Chuquisaca tendrían hasta un 13 por ciento  más casos de asintomáticos respecto a Santa Cruz, Beni y Pando, según los cálculos del equipo de científicos.

Para llegar a esa conclusión, se analizó variables de la tasa de mortalidad o letalidad y el porcentaje de pacientes recuperados. Pero se tomó en cuenta detalles como el siguiente: si se detecta diez personas positivas a Covid y fallecen dos, para las estadísticas la tasa de mortalidad llegaría al 20 por ciento, un número elevadísimo. En cambio, si hay mil infectados (no detectados), entonces esa misma tasa de mortalidad llega 0,2 por ciento.

«Sabemos que no solo en Bolivia sino en todo el mundo, hay una fracción de gente que no está siendo diagnosticada, ya sea porque no tiene síntomas (es asintomática) o sus síntomas no son lo suficientemente fuertes como para que asista al médico, entre otras causas. Esa fracción nos ha interesado porque queríamos saber si existía diferencia entre casos no diagnosticados en altura y casos no diagnosticados en el llano. Es cierto que esto puede variar por políticas de salud, puede ser que en el llano haya mucho más inversión para diagnóstico, por ejemplo, pero hay algo que va a ser constante: los asintomáticos no se testean en ningún lugar, por lo menos en América Latina, y lo que hemos encontrado es que –en efecto- hay una mayor proporción de no diagnosticados en la altura, que en el llano».

Estas condiciones, sin embargo, han jugado en contra en países como Bolivia, ya que pudieron generar una falsa sensación de seguridad. Esto explicaría los números bajos en los primeros meses de la pandemia en el occidente del país, que luego se dispararon.

“Por eso siempre decimos que esto no significa inmunidad para la gente de altura. Más bien encontramos que si no se hubiera adoptado las cuarentenas rígidas, habríamos tenido diez mil veces más casos de los que tuvimos para fines de mayo según nuestras proyecciones”, recalca.

Es necesario tener muy claro que la gente asintomática o aquella que tiene síntomas poco severos es, quizá, la que mayor riesgo representa para los grupos vulnerables: niños, tercera edad y personas con enfermedades de base.

Apoya La Región

Las lecciones

Si en el primer estudio, los resultados podían ayudar a asumir políticas de prevención frente al coronavirus, el mensaje en esta oportunidad es que las medidas de contención (cuarentenas) son imprescindibles.

Así también la investigación fue vital para mostrar que la fisiología de la altura tiene lecciones importantes a tomar en cuenta en las políticas de salud, porque son condiciones diferentes en las cuales viven millones de personas en el mundo, y que pueden generar beneficios si se las aplica bien.

“Era importante resaltar el aporte desde la fisiología de la altura, porque tradicionalmente no se le da la importancia necesaria, porque gran parte de esta población está en países no desarrollados y por ende no se recibe la misma cantidad de recursos para investigar”, dice Arias.

Datos técnicos

En esta oportunidad, al primer equipo liderado por el profesor de la Universidad de Laval, Jorge Soliz, se sumaron investigadores de la Universidad Cayetano Heredia de Perú, médicos del Instituto de Patología Pulmonar y de la Altura de La Paz (IPPA), expertos de Ecuador, Australia y Suiza.

El estudio será sometido a la revisión final y en cuanto ingrese a esa fase, se publicará un preprint, que es una versión anterior a la certificación para su publicación formal en una revista científica. Se espera que esto se dé esta semana.

Mira aquí la entrevista sobre el primer estudio. /CONTINÚA LEYENDO

Este mensaje es importante 

La Región cuenta contigo

✔ Contamos contigo para darle voz a quienes buscan alternativas para la conservación

✔ Contamos contigo para investigar a las mafias que promueven la destrucción de los ecosistemas

✔ Contamos contigo para seguir haciendo periodismo independiente

✔ Contamos contigo para darte información útil a la hora de tomar decisiones

✔ Contamos contigo para seguir narrando historias de gente que trabaja por lograr un equilibrio entre conservación y economía

   Haz una donación. No importa cuánto, importamos todos. Haz click aquí para saber cómo.