Jóvenes bolivianos apuestan por un sistema de transporte amigable con el medio ambiente

Mediante el uso de bicicletas y scooters en alquiler, Santa Cruz de la Sierra se suma al circuito mundial de micromovilidad compartida. En una primera etapa se dispondrá de 20 unidades. Luego, motos eléctricas fabricadas por manos nacionales.

Ariel Revollo, Daniel Revollo, Gustavo Pereyra y Juan Pablo Velasco son los jóvenes bolivianos que decidieron apostar por una empresa -Mobi- que impulsa un sistema de transporte que, de a poco, suma seguidores en el mundo: la micromovilidad compartida. En el caso de Santa Cruz de la Sierra, la primera ciudad de Bolivia que cuenta con la iniciativa, en una primera etapa tendrá 20 bicicletas eléctricas y scooters, ubicados en puntos estratégicos.

Para usar el sistema, los usuarios solo deben descargar una aplicación en el celular y pagar por el tiempo que usará cada vehículo. De esta manera, no tendrán que lidiar con la falta de estacionamiento o el caos vehicular.

“Hemos desarrollado alta tecnología en base al talento de profesionales bolivianos para mejorar la calidad de vida de las personas y cuidar el medio ambiente”, explica Ariel Revollo, CEO de Mobi.

Se prevé que las bicicletas y los scooters estarán a disposición la próxima semana. Destacan porque funcionan con energías limpias y cuentan con un sistema de monitoreo, lo cual además da seguridad.

La iniciativa permite acceder a sus servicios mediante su propia aplicación.

 Durante el lanzamiento, el jueves pasado, se presentó también la Ciber Bike One (CK1). Se trata de la primera motocicleta eléctrica fabricada en Bolivia, que se incorporará a la flota de servicios de Mobi en los próximos meses.

En una segunda etapa, se agregará al servicio una flota conformada por 500 bicicletas mecánicas y se ampliará  la zona de servicio, atendiendo así cada vez más usuarios y ciudadanos cruceños.

Una nota de prensa da cuenta que la firma también desarrollará las primeras baterías inteligentes del país, denominadas MO-BAT. Asimismo, prevé la incorporación de “electrolineras”. Se trata de estaciones donde se recargará las baterías eléctricas de sus unidades. Todo con energía solar. Para ello se incorporó como inversionista a Biopetrol.

“Nuestra participación en este emprendimiento es compatible con el enfoque de nuevos negocios con impacto social y ambiental positivos para la sociedad”, dice Freddy Chumacero, gerente de Biopetrol.

La startup boliviana logró una valoración de cinco millones de dólares y captó 1,38 millones de dólares en su ronda de inversión semilla. Gracias a ello se convirtió en una de las más valoradas del país como líder del sector energético y movilidad sostenible.

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