Uno de los zorros perro que han aparecido en Bogotá en los últimos años. Foto: Mongabay/ Emmanuel Escobar

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La Región

En los últimos días se ha registrado el avistamiento de animales silvestres en zonas urbanas, lo que ha generado que se viralicen videos y fotos. La bióloga Gabriela Tavera (G. T.) y el veterinario Sixto Angulo (S. A.) coinciden en que es muy prematuro hablar de una regeneración de la fauna en lugares que en realidad son su hogar, pero que han sido invadidos por el hombre. Sin embargo, insisten en que darles comida o interrelacionarse con ellos es lo menos aconsejable en todo momento. Aquí explican por qué.

Lo que tú interpretas como confianza, puede ser una amenaza

GT. Los animales silvestres son máquinas corporales, eso significa que sus sentidos son mucho más desarrollados que los nuestros, porque siempre están defendiéndose de algo o buscando alimento. No se puede atribuir rasgos de confianza con un animal (ni siquiera doméstico cuando no se lo conoce), menos con uno silvestre porque no se conoce su comportamiento. Puede morder, arañar y eso no tiene que ver con que sean agresivos por naturaleza, sino con su comportamiento instintivo. En tanto no se los moleste, ellos van a seguir su camino.

El coronavirus también es un riesgo para ellos

GT. Por la pandemia del coronavirus se vive un momento extremadamente delicado. Cada persona debe portarse como si fuera un potencial portador del virus y el acercamiento con animales silvestres puede significar un contagio. Se ha visto que ya en el área del Pantanal del Parque Nacional Otuquis, hace muchos años el ciervo de los pantanos se vio afectado por la fiebre aftosa, fruto de la actividad antrópica.

En Estados Unidos, un tigre del zoológico de Bronx (Nueva York) dio positivo a Covid y cuando hay una infección en una población de animales silvestres, uno ya no tiene el control y se causa grandes desordenes ecológicos. En el caso de los primates son un grupo muy vulnerable, porque comparten un 96% de ADN con el ser humano.

La ley lo prohíbe

GT. La Ley establece que solamente a través del Gobierno Nacional se puede manipular o tratar con animales silvestres. Son ellos los que designan poderes específicos a los poderes subnacionales (Gobernaciones y Alcaldías), porque la fauna es patrimonio del Estado. Si en condiciones normales se da eso, ahora mucho más. Especialistas en biología o ecología, que conocen en cuanto a metodología y conocimiento, son los únicos aptos para hacerlo.

Su dieta es diferente a la del ser humano

SA. Para empezar, aun cuando hubiera un invierno muy crudo en el país, hay que tener claro que ellos no necesitan que los alimentemos. Además, lo que les ofrecemos puede ser tóxico para ellos, cambiarle la flora intestinal o crearle adicción a los azúcares, por ejemplo. Eso puede generar su muerte o que, al verlo diezmado por alguna dolencia, sus depredadores lo hagan una presa fácil.

Ninguna especie silvestre necesita ser alimentada

SA. Muchas veces se piensa que las aves pueden recibir granos o migajas de pan e incluso hay quienes ponen almíbar para que vengan los picaflores a sus jardines. Pero después que el individuo se marcha, no se sabe lo que le sucede y puede sufrir las consecuencias de aquella acción que puede parecer noble, pero que a la larga no lo es.

GT. De hecho, no es bueno alimentarlos ni siquiera una vez. Hay que empezar a pensar en colectivo, porque si tú lo haces una vez, tus vecinos lo hacen una sola vez y así se genera una cadena. En la vida silvestre todo funciona en base a conseguir alimentos, pero que eso represente la menor cantidad de energía. Entonces si yo les facilito eso, por supuesto que los animales van a volver. En su lógica, eso no es tonto, es lo más fácil, pero es dañino para ellos.

¿Entonces qué es mejor hacer?

 Ante la pregunta, los dos expertos coinciden: sembrar árboles frutales y flores en los patios o aceras es la mejor manera de ayudar a la conservación de la fauna. De esa manera no se interrumpe el ciclo natural de la vida.

¿Y con los animales que parecen peligrosos como víboras?

GT. En el caso de las víboras, lo mejor es dejarlas irse, no intenten averiguar qué especie es, porque hay que saber cómo agarrarlas. Las esencias de lavanda, clavo de olor y el ajo funcionan muy bien para mantenerlas alejadas de las casas.

S.T. Estas especies, que no son tan atractivas a la vista y que generan temor, están ahí por algo. Por ejemplo, alimentarse de ratones. Ellas son muy buenas controladoras de plagas. Por eso, matarlas puede generar un problema mayor, ya que puede proliferar una plaga. Hacer una barrera alrededor de la vivienda con malla milimétrica, de 15 a 25 centímetros de alto es suficiente. Ellas no van a acercarse.


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