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La Región / Fotos: Daniel Alarcón y Daniel Grunbaum

Por primera vez este 1 de abril se conmemora el Día Mundial de las Ranas Acuáticas. Diez organizaciones dedicadas a la conservación, incluido el Museo de Historia Natural de Alcide d’Orbigny de Cochabamba y sus socios de Global Wildlifer Conservation, hicieron un esfuerzo para conmemorar esta fecha. El objetivo: concienciar a la sociedad sobre los desafíos de supervivencia a los que estas especies se enfrentan cada día.

En medio del estricto distanciamiento social debido a la propagación del coronavirus, los organizadores decidieron celebrar la ocasión, brindando datos interesantes sobre estos animales. En Bolivia, nadie mejor que la bióloga Teresa Camacho -líder de conservación de anfibios y encargada del Centro K’ayra- responde las preguntas de La Región sobre estas especies.

¿Dónde se encuentran las ranas acuáticas y cuál su rol en la naturaleza?

Las ranas acuáticas y semiacuáticas, específicamente del género Telmatobius, se encuentran en la región andina, desde Ecuador hasta el norte de Argentina y Chile. Es un grupo que se ha adaptado a valles y zonas altoandinas. Como otros anfibios, son muy importantes para los ecosistemas porque son consumidores primarios cuando son renacuajos, también comen y son comidos. Son alimento de aves o peces y, a su vez, se alimentan de insectos, por lo que son controladores de plagas naturales como los mosquitos. Incluso pueden estar en un nivel superior de la cadena alimenticia. Por ejemplo, la rana gigante del lago Titicaca (La Paz) tiene como parte de su dieta a peces. Además, por su piel altamente permeable son susceptibles a cualquier cambio en su entorno y son excelentes indicadores de calidad ambiental.

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¿Por qué estas especies están en peligro de extinción?, ¿cuáles las amenazas más grandes que enfrentan?

Ningún baño de burbujas calientes con estas ranas, les encanta el agua fría.

Los anfibios son el grupo más amenazado del mundo. Alrededor del 40 % se encuentra en peligro de extinción y sin duda las ranas acuáticas andinas son uno de los grupos más amenazados. El 86 % se encuentra en alguna categoría de amenaza. Esta es una de las razones para crear el “World Water Frog Day” o Día Mundial de la Rana de Agua.

Entre las principales amenazas que enfrentan está la pérdida de su hábitat, pero también son vulnerables a la contaminación. Por ejemplo, el año 2015, diez mil ranas gigantes fueron encontradas flotando en el Lago Titicaca producto de la contaminación. También son vulnerables a enfermedades como el hongo quitridio, una enfermedad que ha causados extinciones alrededor del mundo.

¿Cuál es la situación de estas especies en Bolivia?

Bolivia es el segundo país del mundo con más especies de ranas acuáticas del género Telmatobius. Tenemos 14 especies, todas amenazadas y de estas, 9 en peligro crítico de extinción, incluidos nuestros famosos Romeo y Julieta, y la Rana Gigante del Titicaca. Se encuentran desde valles, bosques nublados hasta en humedales las regiones más altas.


Conoce la historia de Romeo aquí

Hablando de Romeo, ¿qué pronóstico hay si no se diera el apareamiento esperado?

A muchas de ellas se las encuentra en arroyuelos, muy bien escondidas.

Estamos en la época reproductiva de la especie, tenemos esperanza que durante los próximos meses se pueda tener algunos renacuajos en nuestro centro (K’ayra). Pero si no fuera así, también hemos contemplado la reproducción asistida como una opción.

¿Qué es el centro K´ayra y cuál su importancia para la conservación de los anfibios?

El Centro K´ayra es parte del Museo de Historia Natural Alcide d’Orbigny y cuenta con siete especies (cinco especies de ranas acuáticas andinas del género Telmatobius) y más de 500 individuos.

Somos un centro de conservación, cuyo principal objetivo es tener anfibios en cautiverio para que se mantengan poblaciones viables de especies amenazadas y que puedan a volver a la naturaleza cuando sus amenazas se hayan mitigado. Es por esto que no solo tenemos el programa de cría, sino que trabajamos en planes de acción para la conservación de cada especie, que involucren también trabajo en campo, educación, autoridades y las comunidades donde estos animales viven.

Actualmente estamos en proceso de implementación de un nuevo container en el centro, que será exclusivo para la rana de Sehuencas, con todas las condiciones para que Romeo y Julieta esperen cómodamente (a que su unión dé frutos). Tenemos planificadas salidas de campo y la implementación de programas binacionales que ayuden a la conservación de las especies que cuidamos.

8 cosas que debes saber sobre estas ranas

Antes de conocer a Julieta, Romeo vivía solo, ahora se espera que de la unión puedan surgir renacuajos.

1 No viajan lejos. Las 63 especies provienen de tierras altas de los Andes en Sudamérica, cada una tiende a quedarse en un rango de distribución pequeño. Por ejemplo, la rana acuática de Inquisivi, en peligro crítico de extinción, solo se encuentra en dos arroyos bolivianos. Para los conservacionistas, conseguir que la temperatura y la calidad del agua de cada especie sea la adecuada puede ser uno de los mayores retos que pueden enfrentar.

 

2Aman el agua fría. Para la mayoría de las ranas acuáticas, un arroyo helado de montaña es un baño relajante. A la rana acuática del Titicaca, por ejemplo, le encanta descansar en aguas de 8 a 17,5 grados centígrados. Después de que la bióloga Teresa Camacho Badani redescubriera a la rana de Sehuencas, en un remoto arroyo de un bosque nublado de Bolivia, dijo: “Una de las cosas más difíciles de nuestra expedición fue que nuestras manos estuvieron entumecidas por el agua fría de estos arroyos”.

Aunque son muy hábiles, no recorren distancias largas.

3Son más grandes de lo que crees. La rana del lago Junín, en peligro de extinción, es una de las ranas exclusivamente acuáticas más grandes del mundo. Solo su cuerpo mide hasta 18 centímetros y puede pesar hasta 560 gramos (más de medio kilo). Sus renacuajos son tan grandes como algunas ranas adultas. La rana del lago Titicaca es el otro candidato. A finales de los años 60, cuando la especie era abundante, Jacques Cousteau reportó haber visto algunas de hasta 60 centímetros de largo.

 

4Son románticas.Romeo, la rana más solitaria del mundo, llegó a los titulares internacionales cuando Camacho Badani y su equipo finalmente le encontraron una pareja.  De 2009 a 2019, se temía que fuera el único de su especie. Pero desde que Julieta se mudó a su acuario, este donjuán ha estado compartiendo sus lombrices y haciendo un baile de apareamiento. Aún no se sabe nada de ningún renacuajo.

Muchas de ellas están en serio riesgo de extinción.

5Son misteriosas. El género Telmatobiuses uno de los grupos de anfibios más amenazados de los Andes y la información sobre estas especies de ranas es escasa. Tres especies de ranas acuáticas pueden estar extintas en Ecuador, incluida la rana acuática de Vellard, que se ha perdido para la ciencia desde 1968. Además, muchas de las que quedan son difíciles de encontrar. Viven enterradas bajo las rocas, en arroyos helados, en altas elevaciones, en remotos bosques nubosos.

 

6Están siendo desalojadas de sus hogares. La expansión agrícola y otros desarrollos humanos están talando los bosques nublados e invadiendo los hábitats de las ranas acuáticas. Estas actividades también contribuyen al cambio climático, otro factor que amenaza los hogares de las ranas acuáticas. En 2019, Andrés Charrier, herpetólogo de la Asociación Herpetológica Chilena, descubrió que el hábitat de la rana acuática del Loa se había secado completamente. Un pequeño equipo de expertos fue capaz de evacuar rápidamente 14 de las que son consideradas las últimas en su especie del mundo.

 

7Son sensibles a la contaminación y a las enfermedades. La piel permeable de las ranas acuáticas absorbe cualquier contaminante en lagos, ríos y arroyos. También son altamente susceptibles a la quítridomicosis, una enfermedad infecciosa causada por el hongo quítrido y que ha diezmado las poblaciones de anfibios en todo el mundo.

8NO son parte de tu batido. El consumo humano es una de las mayores amenazas que enfrentan las ranas acuáticas. La gente en toda Sudamérica las usa como alimento y medicina y en algunas partes de Perú, la gente mezcla la rana del Titicaca en un jugo creyendo que es una bebida afrodisíaca y que curará enfermedades que van desde el asma hasta la osteoporosis. Más de cuatro mil ranas fueron confiscadas de los autobuses públicos que viajan desde el sur de Perú a Lima a finales de 2019, y miles más han sido incautadas desde entonces en los mercados.