Foto: César Pizarro
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El October Big Day de este año estuvo marcado por la pandemia y por la víspera de las elecciones presidenciales en Bolivia. Pese a ello, el país se ubicó en el quinto lugar del ránking mundial de avistamiento de aves, con 818 especies; solo por detrás de Colombia (1.285), Perú (1.152), Ecuador (1.115) y Brasil (1.102). Este puesto fue el mismo obtenido el año pasado, mientras que en 2018 se logró un cuarto lugar.

Para los biólogos Vincent Vos y Saúl Arias, la actividad va más allá de observar a estos animales y registrarlos. También permite identificar potenciales nuevos sitios de avistamiento, como el Área Protegida y Reserva Natural Aquicuana de Riberalta (Beni) este año, así como detectar pájaros que no se veían hace 20 años. Tradicionalmente se realiza un día del octubre –el 17 esta gestión- temporada ideal para la actividad en el hemisferio sur del planeta. Esta vez también se incentivó a subir los registros más pronto, por eso se ofreció premios para quienes lo hicieran entre el 17 y 18.

Para Arias, ornitólogo que lleva un censo personal de sus avistamientos, el Big Day tiene dos connotaciones: demostrar que Bolivia es un país megadiverso y que es atractivo para el desarrollo del turismo de naturaleza; concretamente el aviturismo.

“Pero no es fácil, primero porque no somos muchos observadores de aves (en el país) y tampoco es algo bien comprendido. Por ejemplo para ir a un área protegida, la mayor parte de los directores piden con cartas, permisos, una burocracia que no permite enfocarse en lo que realmente importa. Y eso tiene que ver con el desarrollo de las actividades económicas del país, porque al posicionar a Bolivia a nivel mundial, como uno de los países con mayor biodiversidad, automáticamente nos convierte en un país atractivo para el desarrollo de turismo de naturaleza”, dice.

En su caso, durante estos años es una las personas con más registros. Para ello, su Big Day comienza a las tres de la madrugada, hora en la que se prepara un café para el camino y empieza a censar aves nocturnas. Luego se dirige hacia la zona de Bermejo, en el municipio cruceño de Samaipata, y termina en la parte más alta del Parque Nacional Amboró. En el recorrido, que termina muy entrada la noche, hace paradas en diferentes lugares. Su experiencia hace que pueda reconocer especies con solo escucharlas. Sin embargo, como siempre lleva personas interesadas en aprender, se toma el tiempo necesario para enseñar y mostrarles los hallazgos para fotografiarlos.

Asegura que el esfuerzo que hace también le permite resaltar a la región cruceña, ya que prácticamente tiene todos los ecosistemas, excepto Altiplano.

Pese a que estas jornadas son agotadoras, no solo por el desgaste físico sino también porque hay que soportar picaduras de mosquitos, entre otros, para él es muy reconfortante el resultado.

“Al final de la noche, pasamos el día más largo, pero todavía nos queda energía para hacer otro sitio. En la noche tengo que desplazarme a otro lugar para seguir sumando. Hago un esfuerzo de desplazarme por la mayor cantidad de sitios dentro de mi área que es Samaipata. No logro abastecer a todo, pero aunque termino muerto, estoy feliz de haber hecho ese esfuerzo, porque en lo sucesivo tengo que depurar mis listas, revisar si no me he equivocado, las descripciones, grabaciones de canto, poner todo en orden”, cuenta. Esto le permite también estudiar el comportamiento de las aves, el cambio climático, saber por qué –por ejemplo- este año en Samaipata aparecieron tantos Tyrannidos.

La actividad también le permitió ver especies después de 20 años, lo cual para un observador “es un premio”, aun cuando estas no sean especiales.

Quienes comparten esta pasión, como Vincent Vos también se emocionan cuando se descubren tres nuevas especies en un área protegida.

“Rubén Layme, director de Medio Ambiente del municipio, vio tres nuevas especies en Aquicuana, que tiene 368 en total. Esto permite aportar en ese sentido, además Aquicuana no estaba en el mapa aviturístico y para nosotros es un beneficio interesante que se logra en los Big Days. Ahora queremos convertirlo en sitio turístico”, explicó en alusión al Área Protegida y Reserva Natural Aquicuana.

Los apasionados por este oficio hacen sus propios esfuerzos para llegar a los sitios de registro; algo que no es bien comprendido desde el Estado. “Aunque no es una actividad altamente desarrollada, soñamos con que algún día la economía del turismo llegue a ser importante, para que no nos concentremos únicamente en la quema de bosques, en seguir abriendo o fomentando la agroindustria. Soñamos con que sin agredir a la naturaleza podamos generar un equilibrio”, dice Arias.


Conoce a algunas de las aves captadas en diferentes puntos del país gracias a los fotógrafos que participaron este año

Las fotos fueron autorizadas para su difusión en La Región por los autores, prohibida su reproducción o uso sin la autorización de los mismos.

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Registro: Saúl Arias

Registro: César Pizarro


Registro: Gabriela Villanueva


Registro: Pedro Laguna


Registro: Ruth Marquez


Registro: Sadiri Lodge


Registro: Sofia Lottersberger


Fotos del equipo Suzanne Vargas, Ramón Vargas y Duston Larsen en San Miguelito Jaguar Conservation Ranch


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