Capacitación constante

Un bombero voluntario no solo invierte su tiempo en ayudar a la sociedad cuando hay una emergencia. En el caso de los forestales, cuando no están en primera línea, se capacitan incluso en otros países y luego comparten ese conocimiento con sus compañeros.

En agosto de 2020, un grupo de los Bomberos Forestales Quebracho viajaron a Bahía Negra, Brasil, para recibir instrucciones técnicas. Foto: Bomberos Forestales Quebracho

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La unión hace la fuerza

Durante los incendios de este año, hubo momentos críticos en los que varios grupos de bomberos tuvieron que intervenir para controlar la emergencia. Uno de ellos fue en Chochís, Roboré, hasta donde llegaron varias brigadas. Esta imagen fue captada en septiembre.

Foto: Bomberos Forestales Quebracho


Trabajo nocturno

En el oriente, dadas las altas temperaturas, el trabajo de los bomberos siempre es nocturno. Las brigadas comienzan a reunirse en los comandos de incidencia a partir de las 18:00 o cuando el sol empieza a caer. Así pueden trabajar con algo de sosiego. Cuentan que dentro de sus trajes, el calor suele superar los 44 grados. Foto: Bomberos Forestales Quebracho


“Ayudar”, el lema de todo bombero voluntario

Cuando los bomberos voluntarios URIF de España llegaron a Bolivia este año, se dirigieron a Santo Corazón, una comunidad que está dentro del ANMI San Matías. Relevar durante cuatro días a sus compañeros bolivianos que llevaban varias jornadas sin descanso fue algo que les hizo sentir que aportaban aunque sea con un grano de arena. Luego impartieron cursos de formación en Santa Cruz a más de 160 personas.


El largo incendio matieño

San Matías es uno de los municipios cruceños que más incendios forestales ha soportado en los últimos años. Este no fue la excepción. Durante más de tres meses las llamas no daban tregua, en especial dentro del área natural de manejo integrado, que es un área protegida. Hasta mediados de octubre, distintos grupos de bomberos acudieron para ayudar al control. Foto: Bomberos URIF.


Duele el Tunari

El Parque Nacional Tunari, en Cochabamba, es otro sitio que sufre incendios forestales de forma recurrente. Los Bomberos Voluntarios – GEOS Bolivia siempre están al frente para ayudar a controlar las llamas, al igual que otros grupos. Foto: GEOS


Dolor e impotencia

En octubre pasado se registró el incendio más reciente en el Parque Nacional Tunari. Distintos cuerpos de bomberos voluntarios acudieron a dejarlo todo en primera línea. Quizá por eso, les dolió tanto que el gobernador Humberto Sánchez acusara a “supuestos voluntarios” de provocar las quemas. Seis grupos, entre ellos Grupo Especial de Operaciones de Salvamento (GEOS) exigió disculpas de la autoridad.

Mujeres de fuego

En primera línea, todos y todas son iguales. Quizá, a veces, a ellas les toque la tarea más dura porque deben lidiar con situaciones biológicas como la regla menstrual, pero ello nunca ha impedido que estén al lado de sus compañeros. En las brigadas no son muchas, pero para ellos su apoyo es invaluable.


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