ENTREVISTA || “Estamos frente a un nuevo tipo de incendios y como comunidad científica todavía no comprendemos a qué condiciones nos enfrentamos”

Carlos Pinto, experto en manejo de fuego, explica que la contaminación ambiental por humo que llegó a las principales capitales de Bolivia se debió a incendios forestales en zonas donde antes no había llegado el fuego.

El humo provocado por incendios forestales en Santa Cruz. / Foto: Gobernación de Santa Cruz
El humo provocado por incendios forestales en Santa Cruz. / Foto: Gobernación de Santa Cruz

La calidad de aire reportada esta semana en capitales bolivianas como Santa Cruz de la Sierra, La Paz y Cochabamba, obligó a suspender clases por la cantidad de humo que inundó los centros urbanos.

Carlos Pinto, experto en manejo de fuego de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN) dice que este nivel de contaminación solo se registró en 2010, cuando los incendios forestales en Bolivia alcanzaron los niveles más altos de las últimas décadas, con más de diez millones de hectáreas afectadas.

Si bien todavía no se ha cuantificado el número de hectáreas afectadas este año, porque hay incendios que siguen activos; la ABT estima que fueron alrededor de dos millones, poco menos de la mitad de la superficie alcanzada en 2019, cuando ardieron 5.7 millones de hectáreas. La gran pregunta, entonces, es: ¿Por qué se sintió tanto humo en las ciudades capitales?

La Región (L. R.) . ¿Cuál ha sido el comportamiento de los incendios forestales este año?

Carlos Pinto (C. P.) Se trata de incendios muy atípicos, casi al final de la temporada (que suele ser entre julio y septiembre), y con la consecuencia ambiental más visible en las capitales de departamento. Este escenario de humo, provocado por incendios forestales no sucedía desde 2010, hace 13 años.

Esto se debe a que normalmente los incendios tienen un comportamiento sobre áreas que ya se habían quemado más de una o dos veces, tales como: llanuras del Beni, Chiquitania, Pantanal. Pero esta vez hablamos de Yungas (La Paz), parte del Chapare cochabambino y el Norte Integrado de Santa Cruz.

L. R.  Pero años antes ya hubo incendios en estas zonas, quizá no de tal magnitud como la de este año, ¿dónde está la diferencia entonces?

C. P. Los incendios de 2019 marcan también un patrón de comportamiento de incendios que no teníamos registrado antes. Desde que empieza la problemática de incendios de dimensiones catastróficas en Bolivia, allá por finales de los 90, los incendios ocurrían sobre áreas que ya se habían quemado más de una o dos veces, pero su comportamiento era muy localizado. En 2019 se da un fenómeno en el que uno, dos o tres incendios se juntan en uno solo y conforman complejos de incendios, como el de ÑembiGuasu o San Matías, en Santa Cruz.

Índice de la Calidad del Aire en Santa Cruz de la Sierra del 15 al 27 de octubre.

L. R.  ¿Esta vez la situación de la Chiquitania y Pantanal no es tan grave?

C. P.No, porque si te fijas,los incendios, están localizados en Yungas (La Paz), parte del Chapare (Cochabamba), el Norte integrado (Santa Cruz). Esta vez no es tanto en Chiquitania ni Pantanal, debido a la gestión que se ha venido realizando a partir de los incendios de 2019. Y todo el humo generado por estos incendios en este tipo de ambientes nuevos, por supuesto, se viene directamente a las ciudades capitales.

En los incendios de la Chiquitania de 2019, no tuvimos ese impacto ambiental de contaminación hacia ciudades capitales. El fuego estaba hacia el sureste. Los vientos no vienen de Este a Oeste. La condicionante siempre es de norte a sur y esta es la consecuencia de este tipo de comportamiento, condicionado por la sequía en toda esta región.

L. R.  Eso significa que los incendios llegaron a zonas donde las autoridades no estaban preparadas para estos fenómenos

C. P.Claro, el fuego los encontró sin capacidades locales fortalecidas. Los incendios en la Chiquitania, el Pantanal se dieron en una topografía de terreno diferente. Pero ahora nos encontramos con incendios con topografía difícil, un tipo de vegetación diferente, y capacidades limitadas por la accesibilidad.

Son áreas nuevas, que por su localización están generando toda esta contaminación por humo. No hemos terminado todavía de canalizar cifras de áreas quemadas, pero en relación a años anteriores, no hemos superado la dimensión de 2010 ni la de 2019. Pero eso no quiere decir que el impacto ambiental a los principales centros poblados o a comunidades sea mucho más fuerte, porque son zonas de concentración demográfica muy alta.

Una de las áreas devastada por el fuego en Santa Cruz. / Foto: Gobernación de Santa Cruz

L. R.  ¿Cómo está la situación en áreas protegidas, algunas como Madidi ya habían tenido incendios?

C. P.En la dimensión como la que ha tenido Madidi no se había dado. En (el Parque Nacional)Amboró también hubo incendios, pero no tan grandes. Hay otras áreas protegidas en Beni que han ardido, en la zona central. La zona de Tumupasa (San Buenaventura, cerca del área de influencia del Madidi).

Insisto, es un comportamiento nuevo, condicionado por la variable climática de la sequía, que está sucediendo tanto a nivel nacional como internacional. Hace poco teníamos grandes incendios en Canadá y el humo llegaba hasta Nueva York, o los grandes incendios en Grecia, que son los más grandes reportados en Europa.

L. R.  ¿Qué podemos esperar entonces para los próximos años?

C. P.Estamos frente a un nuevo tipo de incendios, en los que la comunidad científica está tratando de adaptarse ycomprender las condiciones a las que nos enfrentamos con este tipo de comportamiento y localización en áreas que no necesariamente eran recurrentes.

Los escenarios climáticos hacia futuro son un tanto desalentadores. El aumento en la temperatura, la duración de la época seca más prolongada, las condiciones de viento.

El registro del Índice de la Calidad de Aire fue extremadamente malo durante dos días consecutivos en Santa Cruz de la Sierra. / Foto: Gobernación de Santa Cruz

Como está pasando hoy, en estas nuevas regiones, a partir de ahora tendrán que ver cómo articular y convocar a la coordinación interinstitucional, pública, civil. Entiendo que los municipios de estas regiones (Yungas, Yapacaní), no necesariamente tenían en sus agendas problemas de incendios, y ahora tienen que articular todos estos mecanismos de gestión. Ahí va a ser clave el establecer la coordinación efectiva para generar todas estas acciones de preparación, prevención y respuesta a los incendios en estas nuevas áreas.

L. R.  ¿Todo esto ha sido provocado por la mano del hombre, cierto?

C. P. El 99.9% de la causa de incendios forestales es por la mano del hombre. Este año, eso ha sido condicionado en su dimensión por los escenarios climáticos. Se mete fuego, pero ahora tenemos que adaptarnos a un escenario climático extremo, con consecuencias hacia las poblaciones urbanas y rurales. Ahí el abordaje de gestión de incendios pasa no solo porque seamos reactivos, sino establezcamos mecanismos de planificación.