Más de 250 comunidades campesinas en menos de 10 años

Aunque el interior del Kaa Iya está muy bien custodiado, en los alrededores existe una serie de amenazas a la biodiversidad del área protegida, las más inquietantes: los asentamientos y el avance acelerado de la frontera agrícola.

Julio Socoré, presidente del comité de gestión, asegura que como pueblos indígenas hay 28 comunidades consolidadas, sin embargo, en menos de 10 años se registraron 250 comunidades campesinas.
“Lo lamentable es que la gente no viene con planificación. Hay que dotarles agua y otros. La asociación del comité de gestión busca sentarse (a hablar del tema) con las autoridades y plantearles cómo están las áreas protegidas). En su momento hicimos una movilización, se firmó un acuerdo institucional, que quedó en papel, porque se sigue trabajando y se sigue trayendo personas”, asegura.
Para la GTB, este tipo de incursiones también representa una amenaza por el crecimiento de la vegetación agrícola y los colonos que están en cercanías al gasoducto.
Pero además de estos dos serios riesgos, en el documento del plan de Manejo del Parque Nacional Kaa Iya, elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, se lee otros como la gran presión al río Parapetí y los Bañados, ganadería sin manejo, cacería de fauna silvestre, tala furtiva, concesiones mineras al interior y en la zona de influencia del área protegida, así como caminos secundarios y el nuevo camino a lo largo de la frontera con Paraguay.

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