Mujeres en ciencia, Bolivia suma 165 miembros y obtiene tres oportunidades de la OWSD

El primer “Congreso científico nacional de la organización para las mujeres en ciencia en países en desarrollo, capítulo Bolivia” reunió 47 trabajos en diferentes ramas. Además, permitió conocer la realidad y el perfil de las investigadoras.

Las y los participantes del Primer Congreso de OWSD Bolivia, que se realizaron en La Paz.

Rocío Lloret Céspedes

Así puede definirse el perfil de las mujeres en ciencia de Bolivia. Chicas jóvenes, algunas con familia, hijos pequeños y una pareja que también se dedica a hacer investigación. En el trabajo, multidisciplinarias. Ellas mismas viajan al campo, recolectan muestras, las analizan, trabajan con estudiantes tras capacitarlos, escriben, mandan el resumen y -muchas veces- también cumplen otras labores por las que obtienen un salario. Todos estos rasgos la diferencian de científicas de la región, quienes -por ejemplo- cuentan con equipos que cumplen los distintos roles mencionados. En el país, una sola persona se encarga de todo el proceso.

Natalia Montellano Durán es la actual presidenta del capítulo Bolivia de la OWSD: Organización para las Mujeres en Ciencia en países en desarrollo, por sus siglas en inglés. Esta entidad no gubernamental fomenta la investigación, las carreras científicas y los vínculos entre científicas de países en vías de desarrollo. El año pasado se abrió oficialmente dicho capítulo y a finales de mayo se realizó en La Paz el primer “Congreso científico nacional de la organización para las mujeres en ciencia en países en desarrollo, capítulo Bolivia”. Además de las ponencias, se pudo conocer un poco más de cómo son las investigadoras nacionales y los desafíos que deben afrontar.

“Muchas veces amanecemos, porque hay plazos que cumplir, o nos quedamos haciendo expderimentos toda la semana. Hay que viajar al campo. Y las científicas bolivianas, por lo que noté en el congreso, hacen de todo. Si tienes una familia, no te da la vida. Pero hay gente que lo hace. Una chica fue con su hijita al Congreso y me dijo: ‘quiero mostrar que nosotras vamos con nuestros hijos a donde sea’”, cuenta Montellano.

Un panorama diverso e importante

Bolivia es uno de los 66 países del mundo elegibles para todas las oportunidades que tiene OWSD, porque está catalogado como “en vías de desarrollo”. También es considerado como un país “no cientifico”, ya que no tiene un consejo de ciencia y menos un Ministerio de Ciencia. Estas condiciones abren muchas posibilidades académicas a nivel internacional.

En el caso de las mujeres, OWSD Bolivia tiene 165 miembros (el segundo más numeroso después de Guatemala) y es el único país de Latinoamérica que ha ganado las tres oportunidades más importantes de la organización: un premio Elsevier para jóvenes científicas que obtuvo Narel Paniagua; un PhD Fellowship, que logró Paola Rocabado, y un premio Early Career Fellowship, para Natalia Montellano.

Todo este movimiento ha llevado a pensar en una agenda Latinoamericana, donde se toquen más temas y se haga más trabajos en conjunto. Y eso fue precisamente lo que se buscó en el Primer Congreso, donde participaron Participaron científicas y científicos bolivianos de diferentes universidades del país y del exterior, con 47 trabajos, entre exposiciones virtuales y presenciales. De ellos, 22 fueron en el área de la Salud, 17 en el área de Ciencias Puras y Naturales, cuatro en el área de Tecnología e Ingeniería, dos en el área de Educación, y dos en el área de Ciencias Sociales.

El próximo año se prevé que la reunión sea en Sucre, del 18 al 20 de mayo y el compromiso es que todos los años en la misma fecha, en honor al aniversario, las científicas bolivianas puedan compartir sus experiencias.

“Lo que estamos haciendo es que quienes hacen ciencia con fondos internacionales y no dependen de ninguna universidad privada o pública, empiecen a transmitir ese conocimiento de cómo postular ”, explica Montellano.

Para ello, el comité ejecutivo quiere impartir tutorías, con investigadoras que ya han obtenidos fondos o premios, para que trabajen directamente con aquellas que quieren hacerlo, pero no se animan.

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Los grandes desafíos

La membresía para ser parte de OWSD Bolivia es gratuita. Únicamente se debe entrar a la web oficial owsd.net, subir el título profesional para ser afiliada, o el de maestría o doctorado, para ser miembro completo. Pueden inscribirse bolivianas que trabajan en el extranjero o extranjeras que trabajan en Bolivia. Las ramas van desde Matemáticas, Física, Química, Biología, Ciencias Médicas, Economía y Ciencias Sociales, entre otras.

Ahora el desafío es que más chicas se animen a postular a las oportunidades internacionales, ya que muy pocas lo hacen, muchas veces por temor al idioma, o porque no saben cómo lograrlo.

“En OWS me dijeron: ‘sabemos que el inglés es una limitante en Latinoamérica’, pero hay que animarse, no es que las africanas hablan mucho mejor (el idioma), sino que se animan más, porque están más acostumbradas a lanzarse a la piscina”, comenta Natalia. Sin embargo, ve necesaria la obligatoriedad de aprender esta lengua, como sucede en universidades privadas como la Católica.

Es bueno saber que la edad no es limitante, porque así como hay jóvenes de 25 años postulando a un doctorado, también puede hacerlo una mujer de 50. “Ellos saben que una persona se puede animar a los 50 a hacer el doctorado o a empezar a investigar”.

A la hora de ser elegida para obtener un grant, se valora mucho los estudios sobre particularidades de un país. Por ejemplo, desde el interés de las neuronas de camélidos que viven en altura, pasando por frutas tropicales y enfermedades como el dengue. Lo mismo en Ciencias Sociales y Económicas, los modelos que tiene Bolivia son singulares y hay quienes están dispuestos a dar dinero para estudiarlos. 

Ya a nivel macro, el gran reto de las mujeres que hacen ciencia es lograr la equidad de género en las esferas de poder. Y es que a nivel internacional, se observa que ellas van más a las universidades, ellas se gradúan en mayor número, ellas hacen posgrados, pero cuando se observa cargos altos, los ocupan los varones.

¿Qué pasa? Que entre llegar a ser jefe y terminar tu doctorado, por ejemplo, empiezan las obligaciones. Hay estudios que muestran que por cada hijo se resta tres años de carrera profesional. Es como una pausa en tu vida, mientras que el hombre sigue avanzando. O sea que si tienes dos hijos, son seis años, y si tienes tres, es una década”, dice Natalia.

Ese tipo de situaciones empiezan a afectar y a la misma edad, dos personas no llegan al mismo puesto de poder. Frente a esto, actualmente se lleva adelante une studio para saber cuántas rectoras hay en Bolivia, cuántas decanas, directoras, rectoras y la cantidad es mínima. “Estamos empezando a haber más, se ve raro, pero estamos siendo más”.

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