¡Apóyanos! Tu aporte nos permite hacer periodismo independiente, de calidad y sobre todo útil para la sociedad. Sé un amigo/a de La Región. Haz click aquí para saber cómo.

La Región

Bajo el título de “Aprueban requisitos fitosanitarios para la importación de plantines de eucalipto”, el Ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMAyA) dio a conocer el pasado 4 de junio la promulgación de la Resolución Administrativa 084/2020.

El nombre científico que se usa según la nota es Eucalyptus spp. Para el investigador Guillermo Villalobos de la Fundación Solón, el término “spp”  es una abreviación para especies, lo que implica que se abre la importación a las más de 280 especies de eucaliptos que existen en el mundo.

Pero además –observa el experto- la segunda parte de la nota señala que esta determinación es parte de “un paquete tecnológico, que será introducido en las plantaciones forestales”. Además, que se usará plantines con material genético de características inmunológicas más fuertes. Se supone que ello genera el desarrollo óptimo de la especie y logra mayor tasa de crecimiento y densidad de madera. Esto, a su vez, permite “avanzar hacia la modernización de las plantaciones forestales comerciales en el país”.

Mira la nota de prensa aquí

¿Qué implica todo esto?

Ya en enero de 2010, la oenegé Probioma (Productividad Biósfera-Medio Ambiente) advirtió que su introducción en el Pantanal boliviano, cuarta reserva mundial de agua dulce y sitio Ramsar (humedal de importancia internacional), tendría un grave impacto. En su momento, habitantes de Santa Ana la Banda, del municipio El Carmen Rivero Tórrez, al este de Santa Cruz, expresaron su preocupación por la incursión de una firma uruguaya que en ese momento compró 100 hectáreas para iniciar la plantación de eucaliptos y hoy tendría ya unas 600 hectáreas.

“La empresa uruguaya tenía proyectadas 35 mil hectáreas para el cultivo de eucalipto para exportar. En el occidente (este árbol) se pone como control de vientos. En este caso (en el Pantanal) estamos hablando de sustitución del bosque natural para poner plantaciones forestales. Eso va a ir a Uruguay o Paraguay, por la vía Paraná-Paraguay”, explicó en su momento Sofía Balcázar investigadora de Probioma.

Esta semana, cuando La Región le pidió ver esta nueva determinación, concluyó que es “un paso más en el plan de sustituir bosques y vegetación nativa por plantaciones forestales”. Eso implica el cambio de un ecosistema biodiverso por un sistema de producción agrícola que dedica toda la tierra disponible al cultivo de una sola especie (monocultivo). “El eucalipto es una especie de alto consumo de agua, con importantes cambios en la composición del suelo”.

Villalobos, por su parte, se pregunta si esta resolución busca viabilizar la introducción de eucaliptos genéticamente modificados (transgénicos) al país.

“Dada la reciente aprobación del Decreto Supremo 4232, que viabiliza al Comité Nacional de Bioseguridad llevar a cabo procedimientos abreviados para la evaluación de maíz, caña de azúcar, algodón, trigo y soya transgénica, dicha hipótesis no resulta tan descabellada”.

En la nota del MMAyA se explica que con estos plantines importados se luchará contra el cambio climático, porque estos serían “muy eficientes en la captura de CO2”; por otro, porque no degradan los suelos y se adaptan muy bien en tierras con baja cantidad de nutrientes.

Desde un artículo de la Fundación Solón (ver aquí), el investigador explica que tal aseveración es solo una cara de la moneda, ya que las plantaciones forestales comerciales también generan importantes emisiones de CO2 durante su proceso productivo.

Respecto a la degradación de los suelos, existe un intenso debate desde los años 80. Estos porque el grado de afectación (o beneficio) está vinculado a condiciones específicas del ecosistema. “En el caso del Valle Alto de Cochabamba se observó que este tipo de plantaciones generaron cambios fisicoquímicos en los suelos, volviéndolos ligeramente más salinos y cambiando la estructura y textura”, refiere el texto de la Fundación Solón.

Respecto a consecuencias sociales, en Brasil –uno de los principales productores del mundo- firmas forestales condujeron a un proceso de cooptación de tierras en los Estados de Bahía y Espíritu Santo. Tal situación derivó en el desplazamiento de comunidades locales de sus territorios. Ello sin mencionar la exposición de estas personas al bombardeo de agroquímicos.

El tema económico

En la nota del Ministerio se hace referencia a los beneficios económicos de la introducción de estos plantines para el sector forestal. “Reducen costos de manejo, generando mayor productividad por hectárea”, dice. Además permite “múltiples aplicaciones industriales con alta demanda en mercados internacionales”. Ello fortalece “las condiciones de la producción nacional de madera para consumo interno y exportación”.

Basado en cifras, el cuestionamiento aquí es si realmente es viable competir con países vecinos, que son líderes mundiales en plantaciones forestales de eucaliptos.

“Por otro lado, cabe preguntarse ¿dónde se planea implementar estos plantíos forestales de eucaliptus? Lamentablemente, la nota del MMAyA no brinda ninguna luz al respecto”, sentencia la Fundación Solón.

Este mensaje es importante⤵⤵

La Región cuenta contigo

Contamos contigo para darle voz a quienes buscan alternativas para la conservación

Contamos contigo para investigar a las mafias que promueven la destrucción de los ecosistemas

Contamos contigo para seguir haciendo periodismo independiente

Contamos contigo para darte información útil a la hora de tomar decisiones

Contamos contigo para seguir narrando historias de gente que trabaja por lograr un equilibrio entre conservación y economía

   Haz una donación. No importa cuánto, importamos todos. Haz click aquí para saber cómo.