Cada especie requiere de una nutrición especial, algo que no se está pudiendo cumplir a cabalidad por la situación. (Foto: Facebook Inti Wara Yassi).
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La Región

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unque Bolivia de a poco retorna a la normalidad después de una crisis político-social posterior a las elecciones presidenciales del 20 de octubre, las consecuencias económicas tienen en vilo a instituciones privadas que se dedican a la protección y custodia de animales silvestres rescatados. Es el caso de la Comunidad Inti Wara Yassi (CIWY), que tiene a su cargo tres centros: en el norte de La Paz (Jacj Cuisi), Santa Cruz (Ambue Ari) y Cochabamba (Machía).

Este último está en el Chapare, zona cocalera, donde la transitabilidad por carretera, todavía es limitada. Esto no solo ha afectado a los pobladores de municipios aledaños, sino a los 300 animales que reciben atención; la mayoría, primates rescatados en diferentes circunstancias.

Andrea Benavente, coordinadora de relaciones institucionales de CIWY, explicó que a raíz de esta situación se iniciaron campañas para recolección de fondos en efectivo, ya que la inestabilidad social no permite tener certeza de la llegada de donativos en especie.

Lo más preocupante es que muchas embajadas pidieron a sus ciudadanos no viajar a Bolivia y mucho menos a la región mencionada, debido a la conflictividad. Esto afecta de manera directa a este santuario de 38 hectáreas, ubicado en Villa Tunari, ya que más allá de apoyar el trabajo, la llegada de estas personas es una de las principales fuentes de ingreso, gracias a sus aportes directos. Tampoco hay visitantes nacionales, por las misma razón.

A ello hay que sumarle la escasez de alimentos, que ha provocado que los pocos que se encuentran, tengan un costo cinco veces mayor al normal. Según informes que recibió Benavente, los choferes de camiones aún no se animan a ingresar con productos, porque temen ser agredidos por productores de coca, que –entre otras cosas- demandan la renuncia de la actual presidenta Jeanine Áñez.

Aunque en este centro, la mayoría de las especies son primates, también hay aves, tortugas y un oso jucumari, entre otros. Además, de alimentarlos a ellos, el personal se encarga de algunos individuos que ya volvieron a la vida silvestre, pero que debido a la intervención del hombre, no encuentran los frutos para sobrevivir.

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En el refugio, la mayoría de las especies son primates. (Foto: Inti Wara Yassi)

Se estima que mensualmente se requiere $us 5.000 para la manutención solo de los monos. Eso implica el pago a personal capacitado que los atienda y comida. “Tenemos que pensar que hasta dentro de tres meses, la situación va a ser crítica”, lamentó Benavente, en alusión a un nuevo proceso electoral que se viene en Bolivia el próximo año.

Además de Machía, CIWY tiene otro centro en la ruta Santa Cruz – Beni, donde alberga a más de 50 animales, la mayoría felinos, aunque también hay monos y aves. El tercero, que está en San Buenaventura (La Paz) acoge a tres pumas, porque es el de apertura más reciente, pero también uno de los de mayor proyección, porque cada vez más animales silvestres son víctimas de diferentes tipos de maltrato.

Ante la situación, se ha iniciado campañas de recolección de fondos, a través de aportes en las siguientes cuentas del BCP:

  • Beneficiario: Comunidad Inti Wara Yassi
  • Cuenta en bolivianos: 2015056927301
  • Cuenta en dólares: 2015033309226
  • NIT: 161912026.

Conoce aquí los gastos que demanda la manutención de los animales (fuente: CIWY).

Refugios de animales necesitan ayuda para alimentos

 

Retrato de los animales víctimas de incendios

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