Dengue en Bolivia: “No podemos predecir cuándo habrá epidemias, pero sí sabemos que cada vez serán más agresivas y recurrentes”

Favio Carvajal es biólogo, especialista en entomología y parasitología médica. En esta entrevista detalla algunos factores que derivaron en la ola de casos de dengue que registra el país. Advierte que la lucha debe ser contra el mosquito transmisor, no contra la enfermedad como tal.

Las grandes epidemias se presentan cada cierto período de tiempo. Entre 2008 y 2009, por ejemplo, Bolivia atravesó una ola de casos de dengue, que llegó a “niveles extraordinarios”, según una evaluación posterior que realizó el Ministerio de Salud de la época. Entre 2015 y 2016, Beni tuvo otra situación similar, según el reporte epidemiológico correspondiente. Y así el dengue, zika y chikungunya son consideradas enfermedades vectoriales porque son transmitidas por un vector (en este caso, el mosquito Aedes aegypti), se convierten en endémicas, lo que significa que siempre están presentes en determinados territorios.

Para la ciencia, si bien es difícil predecir cuándo ocurrirá uno de estos episodios epidemiológicos, sí es posible generar datos para que los tomadores de decisiones —autoridades nacionales y subnacionales— puedan asumir recaudos para prevenir o paliar estas situaciones.

En el caso del dengue, los índices larvarios o estimaciones de las poblaciones de mosquitos, ayudan a determinar el posible riesgo de transmisión de la enfermedad viral. Ello significa que mediante ese método detectan las larvas del insecto transmisor, y saben dónde deben eliminarlas.

La Región (L. R.) ¿Cómo explica la ciencia lo que está pasando en Santa Cruz y gran parte del país con el dengue?

Favio Carvajal (F. C.)  Lo que está presentando en Santa Cruz y en el resto del país puede estar relacionado con algo que se llama estocasticidad o estados que se presentan al azar. Es un fenómeno que podría compararse con una inundación: uno no puede predecirlo, pero se presenta de manera inevitable.

Lo mismo sucede en epidemiología, no podemos predecir epidemias ni el comportamiento de las enfermedades, pero sí sabemos que en algún momento van a presentarse de esa manera: más agresivas, o cobn más recurrentes, o (en algunos casos) una nueva cepa, como se menciona en Santa Cruz.

En la parte entomológica, estos efectos de estocasticidad pueden estar asociados por diferentes factores. En este caso, mayor índice de precipitación (lluvias), mayores temperaturas (olas de calor), mayores condiciones de humedad (como consecuencia de las lluvias). La sumatoria de todas esas condiciones, dan lugar a una epidemia fuerte.

L. R. Es decir que, dentro de todo, ¿esto pudo haberse prevenido?

F. C. Sí, si se prestaba atención a los índices entomológicos. Para hacer el control de Aedes aegypti (el mosquito transmisor), hay varios índices y uno de ellos es el índice larvario. Eso significa detectar los lugares donde hay mayor concentración de casas que tienen larvas. Tras tener los resultados, se pueden iniciar, de manera anticipada, campañas de limpieza. Por eso es que en Santa Cruz se ha presentado un escenario conflictivo y se está presentando también en otros lugares.

L. R. Hay casos en siete de los nueve departamentos, hasta ahora solo se salvan Potosí y Oruro

F. C.Y nada raro que puedan presentarse en Potosí, pero no propiamente la ciudad, sino en regiones como Torotoro o Cotagaita, de clima más templado. Sin embargo, es importante aclarar que no podemos decir que va a haber un caso de dengue, si la presencia del vector (el mosquito) no está probada en ese lugar.

Por eso, para prevenir la transmisión de dengue, zika y chiykungunia, se necesita enfocarse en la lucha contra el vector, no contra la enfermedad, porque la persona cae enferma y como la enfermedad es viral, no tiene tratamiento específico , solo se tiene que esperar que el sistema inmune (las defensas) funcione. Del mismo modo, si se presentan lugares donde existe el vector (insecto), pero no personas enfermas, el lugar podría considerarse de alto riesgo para la transmisión o inicio de un foco de dengue.

L. R. Siguiendo ese patrón, ¿por qué hay zonas donde se presentan más casos?

F. C. Porque depende de los escenarios donde el mosquito tenga condiciones para reproducirse. Se fijará, por ejemplo, que en la ciudad de Santa Cruz, en el centro, no hay casos de transmisión autóctona, porque las condicionse de salubridad son mejores que las del área periurbana. En el primer anillo no existen personas que van a cosechar agua de lluvia para su utilización. Existirá alguno que otro criadero en las casas, especialmente, en los sumideros de agua, pero no van a existir en grandes cantidades, como puede haber en barrios alejados. Sin embargo, conforme nos vamos alejando del centro, vamos a encontrar escenarios donde las personas almacenan agua en diferentes recipientes, eso sumado a las condiciones de precariedad de las casas, son escenarios muy favorables para que el mosquito colonice, y todo se complica más si una persona enferma llega a esos lugares.

L. R. Ahora, pareciera que el mosquito es cada vez más resistente a los insecticidas.

F. C. La evaluación de resistencias a los insecticidas se hace en el Inlasa y se hace con cepas de diferentes lugares. Me refiero a capturas de mosquitos de diferentes centros poblados del país como: Villamontes, Yacuiba, Santa Cruz Norte, Bermejo, Chulumani. Ese mapeo vectorial de resistencia permite al Estado contar con los perfiles de resistencia de cada población. Y pareciera que los mosquitos muestran diferentes parámetros de resistencia a los insecticidas. De hecho los mosquitos tienen mecanismos de defensa porque son seres vivos.

Pongamos como ejemplo que cuando nos afecta un patógeno, sea viral o bacteriano, nuestro sistema inmune, actúa para tratar de sanar y sobrevivir. Pasa lo mismo con los insectos, las resupuestas a los insecticidas se presentan de manera generacional. Así también resistencia puede ser genética o metabólica. Si es metabólica es más fáicl de manejar. Si es genética, ese mosquito no va a morir con el insecticida que estemos utilizando. Por eso hay que tenerlo muy en cuenta a la hora de tomar decisiones en campañas de fumigación.

L. R. Biológicamente, ¿cómo se da la transmisión del dengue?

F. C. El ciclo de picadura del mosquito, al hombre o al cualquier otro mamífero, es habitual en la naturaleza. Es común, porque el mosquito hembra utiliza la sangre (humana o de otro mamífero) para producir huevos. Copula con el macho y estos huevos son depositados en fuentes de agua.

El mosquito tiene una fase acuática y una fase aérea. En la fase área, el mosquito adulto se acerca volando y pica a la persona. La fase acuática inicia con el huevo; el mosquito adulto deja los huevos en el agua, los cuales eclosionan en alrededor de tres a cuatro días, dependiendo las condiciones de temperatura. De esa eclosión salen larvas de fase 1, que completan tres estadios adicionales hasta llegar a pupas. La pupa sigue en el agua y de ahí eclosiona el mosquito adulto, que no sale y pica inmediatamente, sino que tiene que pasar un período de dos a cuatro días para que pueda picar.

Como el mosquito hembra necesita reproducirse, pica a una persona. Si en ese momento el contacto es con una persona enferma, absrobe los virus a través de la sangre. Dentro del mosquito, el patógeno también cumple un ciclo, que puede variar de 12 a 16 horas. Esos nuevos virus replicados necesitan cumplir con el ciclo reproductivo y para ello llegan a las glándulas salivares, y a través de la picadura del mosquito se transmite a un nuevo hospedero. Al absorber sangre, el mosquito introduce su proboside en la persona y lo hace  mediante una sustancia anestésica, que no provoca dolor ni ardor.

De igual manera, una vez que la persona tiene el patógeno (virus de dengue), pasa un período entre cuatro a siete días, para que sienta los malestares. De nuevo, viene un mosquito sano, le pica a una persona enferma, y va a otra persona. Si vemos todo este escenario, el problema no es el mosquito, sino las personas infectadas por sus patrones migratorios. Por ejemplo, yo me voy a Santa Cruz, me pica un mosquito infectado, como va a tardar entre cuatro a siete días en pasar el ciclo, me voy a Caranavi (La Paz), donde existe el vector, ahí podría empezar a manifestar síntomas.

L. R. Y en ese caso, la transmisión sería importada, ¿cierto?

F. C. Si una persona no ha salido de su centor poblado y adquiere la enfermedad, el caso se considera autóctono, del lugar. Pero si esa persona infectada va a otra zona, es un caso importado. Es decir, no se ha infectado en el lugar.

El otro detalles es que, por ejemplo, yo estoy en Santa Cruz y me voy a una localidad pequeña de Beni, supongamos la comunidad Bahia de municipio de San Joaquin, ahí no va a haber presencia del vector (mosquito). Esto porque las comunidades pequeñas y disperas no son sitios que les gusten al Aedes. Este es un insecto que prefiere las poblaciones grandes y concentradas porque es antropofílico, quiere decir que le gusta la sangre del ser humano. Si bien en las comunidades pequeñas lugars donde puede colonizar o poner sus larvas, la densidad es baja, porque no hay mucha gente.