Cientos de familias buscan ingresar al humedal porque las condiciones para la producción de arroz son cada vez más duras. Las autoridades ven limitada su acción en la zona por la presión social. El Curichi alberga a diferentes especies de animales, teniendo como principal atractivo el anidamiento de las cigüeñas, un espectáculo que se repite cada año y que está amenazado por el crecimiento de los cultivos. 


Cecilia Requena Gallo / Doly Leytón Arnez

Dibujado por la naturaleza como un pequeño enclave de 1.270 hectáreas, El Curichi, un humedal ubicado en el distrito Antofagasta, al norte del Municipio de San Carlos en el departamento de Santa Cruz, resiste los constantes embates de la expansión agrícola que amenaza con carcomer todo su territorio. En este municipio la producción de arroz y soya es la actividad que mueve la economía de cientos de familias, una labor cada vez más afectada por los efectos del cambio climático.

“Antes era diferente, las cunetas no se secaban, en cambio ahora sólo se ve agua en los ríos e incluso ahí nunca faltaba; todo el año había. La situación ha cambiado mucho en los últimos diez años”, reflexiona Edwin Martínez, residente de la comunidad 2 de Agosto, una de las poblaciones que circunda El Curichi. Y es esta realidad precisamente la que afecta directamente a la preservación del humedal. Siendo el cultivo de arroz la principal actividad en la zona y teniendo la característica de necesitar de abundante agua para una buena producción, el humedal es visto como un oasis en medio del desierto del que todos quieren echar mano.

“La gente quiere meterse porque la tierra donde ellos trabajan ya no puede producir”

Las cifras son evidentes. Un cultivo de arroz que se produce en secano rinde un promedio de 15 a 20 fanegas por hectárea, en tanto que un cultivo que cuenta con sistema de riego alcanza la cantidad de 40 fanegas por hectárea. Pero el problema está en que la gran mayoría de los productores no cuentan con los recursos para instalar sistemas de riego y es por eso que fijan la mirada en El Curichi.

“La gente quiere meterse porque la tierra donde ellos trabajan ya no puede producir y por eso cada año quiebran, entran en más deudas y buscan la manera más fácil de ganar dinero sin tener que invertir mucho. El riesgo es que van avanzar de a poco y aislar la zona, entonces ya no va tener sentido preservar sólo esa parte porque toda la humedad que está en el pantano se va secar con los cultivos”, explica Martínez que es Ingeniero Agrónomo de profesión.

Antecedentes

Se estima que la comunidad 2 de Agosto nació a mediados o finales de los años 60 con la llegada de un grupo de colonos provenientes de comunidades de Potosí y Chuquisaca. Lucía Almendras, esposa de uno de los primeros habitantes relata que la vida en el lugar fue dura de inicio por la falta de caminos y servicios básicos.

Fue El Curichi precisamente la primera fuente de materiales para estas familias. Hasta allí se internaban en busca de madera para construir sus hogares. Y con el humedal dando las condiciones propicias para la agricultura, las familias se dedicaron al cultivo de arroz. “Teníamos nuestro chaco, de dos o tres hectáreas, con eso pasábamos todo el año. Ya con el tiempo aparecieron campos más grandes, con el apoyo de Fodepra y Cipca que financiaron el destronque”, relata Lucía, a tiempo de que su hijo, Edwin Martínez agrega que los desmontes se iniciaron a mediados de los 90 aproximadamente.

El Curichi es un nidal de cigüeñas que pronto podría pasar de un espectáculo natural a convertirse en una gigantesca plantación de arroz. Foto: Eduardo Franco Berton
El Curichi es un nidal de cigüeñas que pronto podría pasar de un espectáculo natural a convertirse en una gigantesca plantación de arroz. Foto: Eduardo Franco Berton

Los residentes de la comunidad señalan que antes de los desmontes la gente no necesitaba ir hasta el río para pescar puesto que los peces bajaban hasta las cunetas cercanas a la comunidad, un escenario que ahora ya no se ve por que las mismas están prácticamente secas. Pero esto no es lo único que ha cambiado ya que la fauna de la zona también se ha visto afectada. “Mi padre cuenta que antes se veía antas, ciervos, osos banderas, tortuga, y hasta tigres”, recuerda Edwin.

Sin embargo, el espectáculo de anidamiento de las cigüeñas se repite inalterablemente año a año, y atrae a la gente de la misma comunidad. “A ellos les gusta ir a ver a los pichones, ver cómo arrojan los pescados, y aprovechan para sacar fotos”, asegura Lucía.
“Es importante darle alternativas a la gente, maneras de ganar dinero sin entrarse a El Curichi, y después que se conserve toda esta área, porque más adelante ni siquiera vamos a poder ir a pescar, hacer un día de campo o ver cómo llegan los animales; todo va desaparecer”, concluye Martínez con pesar.

Presión social y falta de proyectos frenan su conservación

Para el Alcalde de San Carlos, Serafín Espinoza, aún hay esperanza para la conservación de este sitio pero lo que se requiere es financiamiento para el desarrollo de algún proyecto de conservación y productivo que permita dar una alternativa viable a las familias que cultivan en esos predios. Según la autoridad, conocida como una de las personas con alto compromiso con la temática medioambiental, no es suficiente con la voluntad política en este tema en especial debido a que la presión social es fuerte lo que incluso no le ha permitido destinar recursos municipales para la conservación de El Curichi.

“Si nosotros hacemos directamente tendríamos problemas porque hoy en día la sociedad civil tiene potestad, no es que uno como autoridad pueda imponer; hoy en día se tiene que tener consenso con la sociedad civil por lo que es importante entrar alternativas para la producción”, menciona Espinoza.

Cabe destacar que el año 2009 el Gobierno Municipal de San Carlos declaró al área como Reserva Natural de Inmovilización, una categoría de protección transitoria contemplada en la Ley del Medio Ambiente que dura cinco años y prohíbe el aprovechamiento de los recursos naturales y los asentamientos humanos. Desde abril del año pasado, una vez cumplida la duración, El Curichi se encuentra desprotegido nuevamente y vulnerable ante la presión de algunos avasalladores que pretenden convertir sus bosques en cultivos agrícolas.

El munícipe admite que no se ha logrado ampliar la declaratoria por los argumentos antes mencionados y explica que los sindicatos asentados intentan legalizar la propiedad de los predios avasallados a través del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), institución que hace un par de años hizo un relevamiento de la zona y que habría determinado unas 350 hectáreas como áreas no cultivables que tendrían que ser protegidas por el municipio. “Esto no se ha formalizado, ningún sindicato ha logrado el saneamiento de esas tierras”, resalta la autoridad.

El Curichi es un reservorio valioso de vida silvestre. Foto: Eduardo Franco Berton
El Curichi es un reservorio valioso de vida silvestre. Foto: Eduardo Franco Berton

Según los datos develados por el Alcalde de San Carlos, hace unos 20 años existían unas 2.660 hectáreas de curichi que con el transcurso del tiempo, con el cambio climático, se fue secando y a su vez el área fue afectada por la colonización. “Alrededor están asentados los sindicatos Nacional, El Carmen, San Pablo, Urkupiña. Son cuatro sindicatos que fueron avanzando y desmontaron hasta el límite. Después cuando vieron que bajó el agua empezaron a meter tractor, como es puro patujuzal, empezaron a quemar y a avanzar. Al lado de San Pablo tienen avanzado unas 90 hectáreas; en la parte de El Carmen al menos unas 60 hectáreas; en Nacional han avanzado unas 200 o más hectáreas que ya totalmente lo tienen trabajando y ya no es curichi; y en el lado de Urkupiña tiene también bastante avanzado, más de 200 hectáreas”, detalló la autoridad edil a tiempo de lamentar que son más de mil hectáreas las que han sido convertidas en plantaciones y que incluso en tiempo seco son más, puesto que cuando las condiciones se dan y no hay inundación los alrededores de este sitio son aptos para el cultivo de arroz.

“Sólo 360 hectáreas son parte de un bosque que en ninguna temporada es apto para la plantación y es lo que el INRA nos dijo que el municipio debería proteger. Sin embargo, con un buen proyecto se puede mantener la reserva con al menos mil hectáreas con proyectos de recuperación y arborización. Hace unos años se hizo un proyecto por la zona de San Pablo donde se reforestó unas 15 hectáreas pero las plantas se secaron, habría que ver otras posibilidades. Tres de los cuatro sindicatos, tienen la voluntad pero se necesita sensibilizar a la gente sobre este tema. Sólo Nacional no está de acuerdo, pero si hay un proyecto y se llega a los productores con información y alternativas se puede preservar este sitio”, indica Espinoza.

Sin embargo, es poco lo que puede hacer el Alcalde saliente ya que en pleno proceso eleccionario aún está por ver quién tomará el mando del municipio de San Carlos en los próximos meses. Es así que es bastante incierto el futuro de este humedal, que según estudios de la Fundación Natura es el último parche de vegetación continua en los alrededores del Distrito Antofagasta, que brinda un aporte valiosísimo para el micro clima y el ciclo hidrológico de la zona y sus 20 comunidades aledañas, ayudando a mantener la humedad y regular el régimen de lluvias que son de beneficio para los cultivos de sus alrededores.

La Región consultó a tres candidatos a la Alcaldía de San Carlos respecto a las acciones a seguir en caso de ser electos en las próximas elecciones y todos coinciden en que se trata de un problema social muy serio que se debe de solucionar en consenso con las familias productoras. Aunque entre sus propuestas electorales no tienen proyectos en concreto para la conservación de este sitio, reconocen su importancia y además su potencial para el desarrollo turístico de San Carlos.

Marcial Acarapi, candidato por el MAS, dijo que se hará respetar las normas vigentes en cuanto a la temática medioambiental y que si existe la ordenanza de protección se la hará cumplir y que se implementarán alternativas productivas no sólo en este sitio pero que todo se realizará en consenso con las comunidades. “Es el pulmón, en especial en Antofagasta, y vamos a respetar no sólo eso, en nuestro programa tenemos la implementación de viveros forestales, la reforestación. En cuanto a la producción, se dará toda la prioridad para garantizar la seguridad alimentaria. En el tema de arroz tenemos que sembrar menos pero producir más, tenemos que implementar microriego”, detalló el candidato a tiempo de recalcar que la asistencia técnica y capacitaciones son parte de las estrategias para mejorar la producción agrícola de la zona. “Yo en particular vivo en un ANMI (Area Natural de Manejo Integrado), nosotros conservamos el medioambiente y el tema del agua también, hay incentivos para garantizar el tema agua pero son pequeños, tenemos que conseguir grandes beneficios”, concluyó.

El Curichi es el último parche de vegetación continua en los alrededores del Distrito Antofagasta, que brinda un aporte valiosísimo para el micro clima y el ciclo hidrológico de la zona

A su vez Marco Añez, candidato del Movimiento Demócrata Social (MDS), en la misma línea de su opositor, reconoció la importancia para el medioambiente el poder conservar El Curichi. Afirmó que se debe de conocer a profundidad lo que hasta ahora ha hecho la Alcaldía y retomar el trabajo de protección de esta reserva natural para convertirla también en parte de una ruta turística que se tiene pensada para potenciar el municipio de San Carlos como un destino atractivo para los visitantes. “Nosotros vamos a trabajar por El Curichi , vamos a hacer una ruta turísticas y daremos todas las condiciones, hay mucha desprotección en este sentido. Hemos hablado con algunos comunarios y sabemos que hay predisposición en reservar cierta cantidad de hectáreas por lo que cuando estemos en la Alcaldía veremos la mejor forma de protección declarándolo Área Protegida Municipal”, puntualizó .

Consultado sobre el tema, Erick Pareja Ampuero, candidato por SOL, dice ser más realista y asume que no es una tarea fácil puesto que hay posiciones muy fuertes de algunos de los sindicatos a continuar con el avasallamiento de los predios de este humedal y que incluso hay cooperativas ficticias. Destaca que se deberá dialogar con la gente de alrededor aunque sea muy difícil ya que hay intereses económicos de por medio puesto que, a su criterio, no se trata sólo de familias de escasos recursos. “No es con rosas que se gana ese curichi sino con respeto a la Ley, sería una utopía creer lo contrario porque ya son unos ocho años de conflictos. Las resoluciones están, las leyes están lo que se debe es hacer cumplir pero hacer cumplir no es tan fácil. Hay que desarrollar un proyecto ecoturístico, incluyendo la estación de Buen Retiro, aprovechar todo el potencial que tiene San Carlos para dejar de ser un pueblo de paso de los visitantes y convertirlo en un sitio turístico”, respondió el aspirante al municipio san carleño.

Importancia de conservación

Estudios de la Fundación Natura Bolivia indican que El Curichi es un reservorio valioso de vida silvestre, almacenando múltiples especies vegetales y animales que dependen directamente de este para subsistir (plantas, aves, mamíferos, peces, reptiles, anfibios e invertebrados). Brinda un aporte valiosísimo para el micro clima y el ciclo hidrológico de la zona y sus 20 comunidades aledañas, ayudando a mantener la humedad y regular el régimen de lluvias que son de beneficio para los cultivos de sus alrededores.

Además, al ser el último parche de vegetación continua en los alrededores del Distrito Antofagasta se ha convertido en un refugio natural para la fauna silvestre, lo que lo convierte en un lugar muy propicio para el desarrollo del ecoturismo, por la cantidad de animales que es posible observar, como ser: monos aulladores, tejones, parabas, garzas, y muchas otras especies.

La Región y Jenecherú realizan documental 

A iniciativa de Eduardo Franco Berton un reconocido conservacionista con 7 años de experiencia en la conservación de la biodiversidad boliviana, periódico La Región con el apoyo de la prestigiosa productora Jenecherú realizarán un documental sobre este sitio con el fin de sensibilizar a la población y las autoridades locales sobre la importancia de su conservación.

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Este documental narrará bajo la conocida voz de Don Rubén Poma -destacado documentalista de Santa Cruz y Bolivia por su programa JENECHERÚ- la historia sobre el humedal El Curichi, su relación con el majestuoso Parque Nacional Amboró, su importancia para los bolivianos pero también las amenazas que tiene. “De esa manera, se busca lograr que la población cruceña al conocer más sobre este lugar, lo valore, tenga interés en visitarlo y por ende cuidarlo. Además, se busca que las autoridades locales conozcan las potencialidades que tiene esta área, como ser el eco turismo, actividad que generaría grandes ingresos económicos de beneficio para las comunidades y el mismo municipio de San Carlos. Y así de esta manera generar el interés para que las autoridades declaren El Curichi como Área Protegida Municipal”, detalla Eduardo Franco.

Se pretende difundir el documental a nivel departamental, nacional e internacional. Inicialmente se lanzará en el Festival Internacional de Cine Verde, para luego ser difundido por las plataformas de difusión del Periódico La Región y de diferentes organizaciones ambientales de Santa Cruz y los medios de comunicación que deseen.

Hasta la fecha ya se ha realizado varias incursiones a la zona, se tiene imágenes durante el periodo de anidamiento y también en temporada de inundación. Los viajes se han realizado con recursos propios de los organizadores y un aporte realizado por la empresa Serben, que ha sido una de las primeras en responder a la solicitud de apoyo para este proyecto.

DSC08805“Como parte de nuestra responsabilidad social hemos asumido este reto que no es fácil sin los recursos económicos pero la voluntad es grande. Una vez lanzada la propuesta, el señor Rubén Poma, una persona reconocida en nuestro medio y conocedor de esta temática, aceptó apoyar esta producción y ya hemos incursionado a la zona para grabar con su equipo. Aún estamos tocando puertas a la espera de obtener el apoyo necesario ya que la temática medio ambiental atañe a todos. Es importante mencionar que una de las primeras empresas en darnos una respuesta positiva ha sido Serben cuyos ejecutivos no dudaron en aportar con su granito de arena para este trabajo”, detalló Doly Leytón, jefe de Prensa de La Región, a tiempo de invitar a otras empresas o instituciones a sumar su apoyo para concretar este documental.

De forma paralela a este trabajo, La Región prepara una campaña para redes sociales en las que se difundirá una serie de 40 imágenes espectaculares que muestran la riqueza natural de este sitio no sólo con postales que ilustran el magnífico anidamiento masivo de cigüeñas sino también con diversas especies que tienen en este sitio su hábitat. “El objetivo es llegar a un millón de visualizaciones lo que se logrará utilizando las herramientas de difusión masiva del Facebook; es decir pagando. Para ello Serben nos ha dado un aporte que permitirá llegar a unas 190.000 personas con el mensaje por lo que esperamos obtener otros aportes para llegar a nuestro objetivo”, señala Leytón.

 

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