La Región
Tres parejas de paraba barba azul exploraron el hábitat de reproducción que se creó en la Reserva Natural Barba Azul el pasado año. Estos nidos artificiales, colocados en 2018, fueron identificados por las aves muchos meses antes que estuvieran listas para ese ciclo. Una de ellas llegó a anidar en uno de estos espacios, pero una tormenta eléctrica destruyó el “hogar”. Aunque la experiencia no fue exitosa, sirvió para saber que la especie tiene una gran esperanza, ya que demostró interés en reproducirse en estos lugares.
El dato se conoció en el informe anual 2019 de la Asociación Civil Armonía, oenegé que trabaja en conservación del patrimonio natural y apoyo a las comunidades. Según se detalla, la pareja de parabas, que fue vista en la parte superior del nido artificial llegó a defenderlo de intrusos como el ganso del Orinoco (Neochen jubatus). De hecho, los futuros padres picotearon la entrada, el techo y los laterales para preparar una suave cama de virutas de manera donde poner sus huevos.
Pero una lluvia horizontal y relámpagos que cayeron en la reserva (Santa Ana de Yacuma, Beni, al noroeste de Bolivia) frustraron las esperanzas.
Aunque luego se intentó poner otro nido artificial en el mismo lugar, no hubo suerte. En otros, las abejas hicieron panales.
La mejor noticia, sin embargo, es que las parabas demostraron que les gustaron los nidos, ya que se estaban preparando para reproducirse. Una vez que aprendan a usarlos, se sumará una esperanza, ya que se trata de animales en grave riesgo de extinción.
Otros logros
Como este, la organización identificó otros puntos a favor durante la gestión pasada. Por ejemplo, el incremento de la presencia de predadores, como el puma, así como el crecimiento de poblaciones como el ciervo de los pantanos, corzuela, corzuela parda, venado de las pampas, pecarí de collar y ocelote.
Asimismo, se completó la meta de ofrecer a los visitantes de la reserva una estadía confortable gracias al acabado de toda la infraestructura turística. Esta actividad permite no solo avistar aves, sino convivir en armonía con la naturaleza.
En otro ámbito, se inició la “ganadería para la conservación”, un modelo sostenible respetuoso con el medio ambiente. En este contexto, también se produjo la primera “Guía de Buenas Prácticas Ganaderas de la Sabana del Beni”, con la intención de salvar especies de la extinción.
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