Oso hormiguero, el caminador de agudo olfato

Suele descansar en cuevas abandonadas o depresiones del suelo, donde se recuesta cubriéndose el cuerpo con la cola para pasar desapercibido.

El oso hormiguero. / Foto: inaturalist-open-data.s3.amazonaws.com

Myrmecophaga tridactyla se hace inconfundible por su aspecto y tamaño. Es de hábitos solitarios y está activo tanto de día como de noche, es terrestre y buen caminador, pero de movimientos lentos; cuando camina apoya sólo los nudillos de las patas delanteras y toda la planta de las traseras. De vista y oído débiles, se orienta mediante su agudo olfato. Suele descansar en cuevas abandonadas o en depresiones en el suelo; durante el reposo se echa de costado cubriéndose el cuerpo con la cola, así pasa desapercibido entre ramas caídas.

Características: su pelaje es duro y largo; su coloración está dada por una mezcla de cerdas blancas, negras y grises. El cuello presenta una crin de unos 25 centímetros de largo. La cabeza posee un hocico alargado y tubular con la boca pequeña en el extremo; la lengua, extremadamente larga y pegajosa, puede ser extendida hasta 60 centímetros fuera de la boca. Sus ojos y las orejas son pequeños. Las extremidades son robustas, en especial las delanteras, que tienen cuatro dedos con tres fuertes garras, mientras que las posteriores poseen cinco dedos con uñas más reducidas. La cola, casi tan larga como el cuerpo, es frondosa y está cubierta por pelos de hasta 40 centímetros de largo que le dan un aspecto de abanico o “bandera”, de ahí su nombre. Los machos son más grandes que las hembras.

Alimentación: se alimenta exclusivamente de termitas y hormigas; con las largas y afiladas garras que tiene abre grietas en la colonia de insectos, a los que captura con rápidos movimientos de su lengua pegajosa. No destruye los nidos totalmente y sólo dedica unos pocos minutos al ataque para evitar la agresión de sus habitantes.

Hábitat y distribución: su área de acción varía entre tres y nueve kilómetros cuadrados y depende de la disponibilidad de alimento. Se lo encuentra con más frecuencia en pastizales abiertos y sabanas arboladas, aunque también vive en selvas y bosques tropicales y subtropicales de Centroamérica, desde el sur de Belice y Guatemala, y en gran parte de Sudamérica hasta el norte de Argentina. Existe un registro arqueológico para el noreste de Uruguay.

Reproducción: se reproduce durante todo el año o en forma estacional, dependiendo de las regiones. Luego de un período de gestación de unos 190 días nace una sola cría, que pesa 1,5 kilos. La lactancia se prolonga unos siete meses. Hasta casi el año de edad la hembra transporta a la cría sobre el lomo, sobre el que se confunde con facilidad entre su pelaje. La cría suele emitir silbidos cortos y agudos que usa para comunicarse con la hembra. La madurez sexual se alcanza entre los 2,5 y cuatro años de edad. Se desconoce su longevidad en estado silvestre, pero en cautiverio llega a vivir hasta los 26 años.

Estado de conservación: se encuentra amenazado por la destrucción de su hábitat y por la caza. En el norte de Argentina, este de Paraguay y sur de Brasil, sus poblaciones cayeron hasta casi desaparecer en algunas regiones. Está catalogado como Potencialmente vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). En Bolivia hay evidencia de que los traficantes ilegales de colmillos de jaguar también demandan garras de hormiguero gigante, según xenarthrans.org

Fuente: Sistema de Información de Biodiversidad de Argentina