Yacaré, el caimán de los «curichis»

Es propio de la fauna americana y muy parecido al cocodrilo de África. Vive en lagunas, remansos y ensenadas de ríos caudalosos.

El yacaré que habita en los "curichis". / Foto: inaturalist-open-data.s3.amazonaws.com

Alligator niger, mejor conocido como yacaré, es propio de la fauna americana y muy parecido al cocodrilo de África. Vive en lagunas, remansos y ensenadas de ríos caudalosos, en especial en los «curichis» de la Hoya Amazónica y en los «esteros» de la Hoya Platense.

Características: su cuerpo es alargado y protegido por duras placas que constituyen una resistente coraza; es de color oscuro grisáceo en el dorso, y amarillo-verdusco en el vientre. Varía de tamaño según el medio geográfico y caudal de los ríos donde habitualmente vive, siendo los de la cuenca del norte mayores a los de cuenca del sur. Puede alcanzar de tres a seis metros incluida la larga y potente cola. Posee cuatro extremidades cortas, pero gruesas y fuertes, las posteriores presentan membranas interdigitales para facilitar el nado, juntamente con la cola que sirve de timón. La boca alargada, en forma de hocico, se abre con amplitud y contiene numerosos y enormes dientes entrecruzados. Se prolonga con el esófago, el estómago y el intestino que es relativamente corto. El corazón contiene cuatro cavidades y es de respiración pulmonar, los pulmones presentan dos regiones: la anterior alveolar para la respiración, y la posterior membranosa, para mantener la reserva de aire durante las zambullidas.

Alimentación: es torpe y pesado en la tierra, pero en el agua nada y zambulle con admirable agilidad. Permanece quieto y en acechanza dentro del agua, sacando la cabeza a la superficie para respirar por las fosas nasales y ver, sobre todo en las noches, con los ojos reverberantes color rubí. Se alimenta de peces y de cuanto animal se pone al alcance de sus temibles fauces. Cuando ve la presa, nada con sigilo, sin agitar la superficie; ya cerca de ella hace una curva y luego la derriba de un fuerte y certero coletazo. Al tener a su presa, con sus potentes mandíbulas se sumerge dentro del agua y sale a una de las orillas para ingerirla tranquila y vorazmente.

Hábitat y distribución: habita en los humedales de América del Sur, al sur de Perú, este de Bolivia, parte de Argentina, Uruguay, Brasil y Paraguay.

Reproducción: es de reproducción ovípara. La hembra hace su guarida en los bordes de “curichis”, donde pone de 40 a 50 huevos, que los cubre de hojas, arena, ramas y tierra cenagosa. Expuestos así a la intemperie, la naturaleza se encarga de incubarlos con sus fecundos agentes: calor y humedad. Eclosionados los huevos, las crías se dirigen instintivamente al agua, con el inminente peligro de ser devoradas no sólo por los caimanes machos, sino también por aves de rapiña. Cuando los pequeñuelos alarmados lanzan el grito ronco y destemplado aparece la madre para defenderlos con ferocidad.

Estado de conservación: la caza era popular en Bolivia a principios del siglo XX. En 1970, las poblaciones estaban considerablemente diezmadas. Con la especie amenazada localmente, el Área Natural de Manejo Integrado San Matías buscó alternativas para detener la caza ilegal y fomentar el aprovechamiento responsable y el monitoreo de la especie. Según la UICN, su categoría es de Preocupación Menor (Least Concern), ya que luego de haber sido evaluado según los criterios de la Lista Roja, no califica para En Peligro Crítico, En Peligro, Vulnerable o Casi Amenazado.

Fuente: World WildlifeFund WWF