Anta, un hábil nadador de cuerpo macizo

Es una especie que habita en las selvas tropicales y subtropicales con numerosos ríos, arroyos y lagunas.

Tapir de amazónico en el Parque Nacional Madidi. / Foto: WCS

Tapirus terrestris, también conocido como tapir, es un animal grande, con un peso de hasta 250 kilos, cuerpo macizo, cilíndrico y piel dura. El color del pelaje en los adultos es pardo negruzco en el dorso y los costados, y marrón en el pecho, vientre y en la parte interna de los miembros. Los jóvenes tienen una coloración pardo rojiza con rayas y manchas amarillentas. El pelo es corto y suave, y presenta una crin en la parte superior del cuello. El labio superior está muy desarrollado y al unirse con la nariz forma una pequeña trompa. Sus patas son cortas y fuertes, con cuatro dedos en las anteriores y tres en las posteriores. Los tapires acostumbran bañarse en cualquier cuerpo de agua, no sólo para controlar su temperatura corporal sino para liberarse de insectos y parásitos. Son hábiles nadadores y pueden estar dentro del agua por algunos minutos.

Hábitat y distribución: es una especie que habita principalmente en las selvas tropicales y subtropicales con numerosos ríos, arroyos y lagunas, donde la vegetación es densa. También tienen preferencia por zonas anegadizas y pantanosas, rodeadas de árboles y vegetación arbustiva, donde se puede observar frecuentemente sus huellas en el barro. También se encuentran en los bordes de sabanas y el bosque chaqueño. Son ramoneadores y frugívoros. Su dieta consiste en hojas, vegetación acuática, brotes tiernos o tallos tiernos de plantas leñosas, así como también de sus hojas y frutos que caen en el suelo.

Reproducción: en vida silvestre son solitarios, aunque en algunas ocasiones se los observa en parejas, en especial en la época de celo. Los patrones de actividad de los tapires son principalmente nocturnos, con actividad diurna reducida. Las áreas de acción de los tapires pueden variar entre 1,73-3,12 km2 para la zona del Chaco boliviano. La época de reproducción comienza antes de la estación lluviosa, en los períodos secos del año. El celo dura de cuatro a cinco días en los cuales el macho y la hembra procuran mayor proximidad. La gestación tiene una duración de 14 meses y el número de crías por camada es de hasta dos. La cría pesa entre cuatro y siete kilos cuando nace y su pelaje es pardo rojizo con manchas blancas que le sirven para camuflarse de sus posibles predadores; conservan estas manchas hasta los seis meses. Alcanzan la madurez sexual a los dos años Se estima una longevidad de hasta 32 años en cautiverio.

Estado de conservación: fue categorizado en el país como Vulnerable, debido a que, aunque podía ser localmente común, en áreas con fuerte presión de caza con fines de subsistencia o comercio de carne, sus poblaciones disminuyeron o están ausentes.

Conservación: el conocimiento sobre los tapires en nuestro país se incrementó, lo que permitió elaborar mapas de distribución que, sumados al conocimiento de la abundancia y datos de reproducción, están siendo utilizados por pueblos indígenas del Territorio Comunitario de Origen del Izozog, quienes toman esa información para implementar actividades de conservación y manejo. Se encuentran poblaciones en áreas protegidas como Amboró, Noel Kempff Mercado y Carrasco, entre otros.

Fuente: IUCN y La Región