En 2015, el mundo se comprometió con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6 como parte de la Agenda 2030: la promesa de que todos tendrían agua y saneamiento gestionados de forma segura para 2030.

A día de hoy, nos encontramos muy lejos de conseguirlo.

Miles de millones de personas e innumerables escuelas, empresas, centros de salud, granjas y fábricas se ven restringidas porque aún no se han cumplido sus derechos humanos al agua y al saneamiento.

Existe una necesidad urgente de acelerar el cambio, de ir más allá del “sigamos como hasta ahora”.

Los últimos datos muestran que los gobiernos deben trabajar un promedio de cuatro veces más rápido para cumplir con el ODS 6 a tiempo, pero esta no es una situación que pueda resolverse con solo un actor o grupo.

El agua afecta a todos, por lo que se necesita que todos tomemos medidas.

Estos cinco datos resumen la situación global del agua:

  • 1,4 millones de personas mueren anualmente y 74 millones verán acortada su vida a causa de enfermedades relacionadas con el agua, el saneamiento y una higiene deficientes.
  • A día de hoy, 1 de cada 4 personas (2000 millones de personas) en todo el mundo carecen de agua potable segura. 
  • Casi la mitad de la población mundial (3600 millones de personas) carece de un saneamiento seguro. 
  • A nivel mundial, el 44% de las aguas residuales domésticas no se tratan de forma segura. 
  • Se prevé que la demanda mundial de agua (en extracciones de agua) aumente en un 55 % para 2050.