Lagartija del chaco, el reptil de tierras áridas

Este pequeño animal habita en ambientes abiertos dentro del bosque y su actividad tiene picos a media mañana y al final de la tarde, cuando camina para aprovechar las últimas horas de sol.

La lagartija del chaco. / Foto: ecoregistros.org

Liolaemus chacoensis, mejor conocida como lagartija del chaco, es un reptil endémico o que sólo se distribuye en la gran ecorregión del Chaco sudamericano. Se trata de una lagartija de pequeño tamaño con dimorfismo sexual, lo que quiere decir que las hembras son más grandes que los machos. Mientras ellas alcanzan los cinco centímetros de longitud (sin contar la cola), los machos sólo llegan a los 4,5. Tanto los machos como las hembras pueden alcanzar los 13 centímetros de largo si se incluye la cola en la medición, lo que se conoce como longitud total. En herpetología, la disciplina que estudia a anfibios y reptiles, se toma medidas sin la cola y con la cola porque estos animales tienen la capacidad de desprenderse de este apéndice frente a algún peligro, para luego regenerarla. Los machos y las hembras también muestran dicromatismo: tienen colores diferentes. Los machos son más coloridos que las hembras, que en general son grisáceas o amarronadas.

Hábitat y distribución: es una especie que habita en el chaco árido o semiárido, resistiendo en ambientes degradados de la región chaqueña que comparten Argentina, Paraguay y Bolivia. Como la mayoría de los reptiles, Liolaemus chacoensis es un animal terrestre y es común verlo subido a troncos caídos desde donde vigila su territorio. Prefiere ambientes abiertos dentro del bosque y su actividad tiene picos a media mañana y al final de la tarde, cuando camina para aprovechar las últimas horas de sol.

Reproducción: esta lagartija es ovípara y tiene fecundación interna. Los machos, que tienen dos hemipenes, copulan con las hembras a mediados-fines de la primavera. Las hembras ponen unos seis huevos alargados, blandos, que dos meses después eclosionan. Los neonatos son muy pequeños (dos centímetros de longitud estándar o cinco centímetros de longitud total) y aparecen entre enero y marzo. Las hembras se reproducen una sola vez por año y aparentemente no más de tres veces en su vida. La actividad cesa en abril, cuando entran en estado de brumación (equivalente a la hibernación en mamíferos) hasta la primavera.

Estado de conservación: si bien es una especie que soporta cierto nivel de degradación del ambiente, la combinación del fuego con el pastoreo puede reducir el tamaño de sus poblaciones en más de un 90%. Esto provoca que pase de ser una de las especies más abundantes en un bosque conservado, a una especie rara en ambientes extremadamente degradados. Aparte de la tala, el fuego y el pastoreo, el cambio climático puede tener un efecto en la biología y la conservación de esta especie al alterar las horas en que pueden alimentarse, termorregular y reproducirse.

Fuente: Instituto de Diversidad y Ecología Animal (IDEA)