Un grupo de 25 científicos emprendió esta semana una expedición de 19 días por los ríos Benicito, Yata y Biata, en el departamento de Beni, con el objetivo de documentar la riqueza biológica y cultural de esos afluentes, que corren por los municipios de Santa Rosa y Exaltación.
Expertos en genética ambiental, herpetología y mastozoología, entre otras disciplinas, son parte del equipo que comenzó la exploración de los tres ríos. La expedición también incluye estudios genéticos de ADN y arqueológicos.
“Esta expedición es una oportunidad única para conocer y preservar la biodiversidad de estos ríos y sus alrededores”, dijo Guido Ayala, coordinador de Investigación científica de Wildlife Conservation Society (WCS) en Bolivia.
Además de esa institución, hacen parte de la delegación de expertos el Grupo de Trabajo para los Llanos de Moxos (GTLM), Biodiversidad y Medio Ambiente (Cibioma), de Recursos Acuáticos (CIRA), el Instituto de Ecología (IE) de la UMSA, el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo (IRD), la Universidad de Bonn (Alemania) y el Museo Nacional de Historia Natural (MNHN).
Los ríos del estudio
Los ríos incluidos en la expedición albergan una gran variedad de plantas y animales. El Benicito nace en las llanuras de Bibosi, provincia José Ballivián. Según datos de WCS, recorre 300 kilómetros, recibe las aguas de los arroyos Jordán y San Antonio, hasta desembocar en el río Yata.
Asimismo, éste nace en el noreste del lago Rogagua, recorre el territorio beniano a lo largo de 1.060 kilómetros, hasta desembocar en el río Mamoré. A su paso recibe agua de varios afluentes, como el río Benicito y otros arroyos, llegando a tocar localidades como Puerto Yata, Tres Mapejos y Emboscada.
Por último, el río Biata nace en las llanuras de Huacanahuas, de la provincia José Ballivián. Fluye en dirección norte por 410 kilómetros, hasta confluir con el río Beni, cerca de la población de San José, precisa la información de WCS.
Potencial natural y cultural
Benicito, Biata y Yata son tres de los ríos con mayor potencial arqueológico de la región. A lo largo de su extensión se hallaron evidencias de antiguas culturas mojeñas, responsables de dejar vestigios de fertilidad en las sabanas del sur beniano y sobre los suelos con menos nutrientes del norte.
Los ríos que son parte de la expedición además albergan una gran variedad de flora y fauna, cuyo estudio demanda la participación de expertos que llevarán a cabo la documentación de especies y otros hallazgos, en un viaje que se extenderá hasta el 3 de octubre.
El equipo también evaluará la salud animal en grupos de micromamíferos y murciélagos, y se realizará un relevamiento de la presencia de plantas, mariposas, peces, reptiles, mamíferos, aves, así como de mamíferos pequeños, medianos y grandes, comunicó la institución que participa de la expedición.
