Fotorreportaje| La Fiesta Grande de Kapeatindi

Desde hace cinco años en este lugar se ha vuelto a celebrar el Arete Guasu de forma autóctona.


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La comunidad guaraní busca revitalizar sus costumbres con la celebración del Arete Guasu. El esfuerzo es para que las nuevas generaciones mantengan vivo el legado de sus antepasados. Lee el reportaje completo aquí


 

Fotos: Rocío Lloret Céspedes / Doly Leytón Arnez


Los músicos guaraníes llaman a los espíritus para dar inicio al Arete Guasu. Según la creencia, al escuchar los sonidos ancestrales los agüeros y otros personajes llegan del más allá para compartir con sus seres queridos durante tres días.

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En Kapeatindi grandes y chicos se integran a la celebración bajo la celosa mirada de los agüeros que invitan a todos a unirse a la algarabía. Tomados de la mano y siguiendo el son de la música, los comunarios forman una ronda, que simboliza la unidad, por lo que nadie puede salir hasta que termine la música.

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Quienes personifican a los seres que vienen del otro mundo cuidan su identidad. Son voluntarios de distintas edades que se entregan a la fiesta y recorren las casas de espera para dar inicio al Arete Guasu y garantizar que todos participen de esta tradición.

En las comunidades guaraníes la unión se ve reflejada en todas las actividades. Los bailes siempre se realizan en ronda, con el ritmo que marca el bombo y la melodía que emana de la flauta.

Bajo el intenso sol propio del chaco, las familias esperan a los visitantes con la tradicional chicha de maíz preparada especialmente para la fiesta. Aunque la organización comienza hasta dos semanas antes, la elaboración de la bebida es uno de los ritos más morosos.

El agüero de uno de los personajes que llevan máscara en la fiesta. En el caso de este guaraní, se encargó de representar el peso físico de la edad, al extremo de caer en medio de la celebración. Ya en las casas de espera, la cordialidad del recibimiento, con la chicha de por medio, es la inyección de energía necesaria para seguir avanzando.

En Kapeatindi el anhelo de los adultos y los ancianos es que las nuevas generaciones conozcan la cultura ancestral. Por eso se deleitan cuando ven a jóvenes y niños participar en diferentes tareas, como lo hicieron ellos en otras épocas.

El maíz es la base de la alimentación de los guaraníes. En las tres fiestas principales del pueblo –Arete Guasu, Pascua y San Juan- no puede faltar la chicha elaborada por las mujeres. Los hombres se encargan de la leña y de atizar las brasas.

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