Una expedición, liderada por la arqueóloga boliviana Carla Jaimes Betancourt, permitió el hallazgo de un yacimiento arqueológico de 3500 años de antigüedad; lo que significa, alrededor de 1500 años antes de Cristo. Se trata de Los Caracoles, un sitio ubicado en inmediaciones del río Yacuma, municipio de Santa Rosa de Yacuma, Beni, en el noreste de Bolivia.
La travesía, por los lagos y lagunas de Reyes y Santa Rosa, fue realizada entre junio y julio de 2022, e impulsada por el Grupo de Trabajo de los Llanos de Moxos (GTLM). Este viernes, el equipo de investigadores entregó fragmentos de cerámica y restos humanos arqueológicos a las autoridades locales.
Los Llanos de Moxos es una de las áreas menos exploradas desde el punto de vista arqueológico, por lo que expertos de las universidades de Bonn (Alemania) y la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), llevaron a cabo una serie de investigaciones y levantamientos cartográficos con tecnología LiDAR (Light Detection and Ranging), así como excavaciones.
En ese conexto se descubrieron entierros, que incluían los restos de una mujer con una estatura promedio de 1,65 metros, y los de un varón, de entre 20 y 30 años. Los mismos estaban cubiertos por una capa de tierra que contenía conchas de la especie Gastropoda pomacea sp. y una densidad significativa de fragmentos de cerámica. El análisis de 237 fragmentos cerámicos permitió obtener información sobre las características tecnológicas, morfológicas y decorativas del complejo cerámico más antiguo conocido en los Llanos de Moxos, con una antigüedad de 1.500 a.C.
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Durante el análisis macroscópico se observaron diferentes tradiciones en la elaboración de cerámica. Por un lado, la arcilla era mezclada con materiales locales como la esponja de agua dulce (cauixi), cerámica molida (chamote) y arena. También se encontró cerámica elaborada con inclusiones de piedra molida y mica fina. Esto indica que la cerámica encontrada en Los Caracoles, a pesar de ser una de las más antiguas de los Llanos de Moxos, evidencia el desarrollo de tradiciones más antiguas que estaban siendo utilizadas por diferentes poblaciones.
Asimismo, se halló una diversidad de formas de vasijas utilizadas para cocinar, como cazuelas; así como recipientes para servir alimentos, cuencos abiertos y cerrados; y vasijas con cuello utilizadas para la conservación de líquidos, como botellas. La cerámica está decorada con una variedad de figuras geométricas elaboradas mediante incisiones o improntas.
La arqueóloga boliviana Carla Jaimes Betancourt, líder de los estudios de arqueología durante la expedición, resaltó que “estos descubrimientos arqueológicos en Los Caracoles brindan una visión fascinante de las antiguas tradiciones y habilidades de los pobladores, “y de su increíble patrimonio biocultural”.
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