Reciclar aceite para convertirlo en jabón: La historia de Silveria Cutipa una emprendedora aymara

Esta ingeniera química aymara, ayuda a evitar que cientos de litros de aceite utilizado en restaurantes y domicilios sean desechados de forma inadecuada y causen daños al medioambiente. Con un emprendimiento en la elaboración de jabones, ha logrado concienciar a vendedores de alimentos para que le entreguen sus residuos y estos tengan una vida útil.

Foto: Archivo Personal Silveria Cutipa

¿Alguna vez te preguntaste qué pasa con los miles de litros de aceite usado que se desechan en los expendios de comida y domicilios en nuestro país?

Según datos del Observatorio Agroambiental y Productivo para el año 2016, el consumo per cápita de aceite para Bolivia fue de 14 litros por persona. Haciendo un cálculo rápido, según proyecciones de población para el año 2020 (11.677.406 Hab.), el consumo podría haber llegado a los 163,4 millones de litros por año.

Si bien parte de esta cantidad será consumida, buena parte será desechada a ríos, bocas de tormenta y desagües, causando diversos problemas a nivel ambiental como:

  • Contaminación hídrica. Un litro de aceite contamina mil litros de agua. Al ser vertidos a los ríos forman una lámina o película que no permite la oxigenación y acaba con los peces y plantas acuáticas.
  •  Al ser echados en los lavaplatos, obstruye y deteriora las tuberías, lo que representa un alto costo de mantenimiento para los hogares.
  • Contaminación del suelo. Elimina la productividad de la tierra.
  • Problemas a la salud. La reutilización de aceites/grasas en el consumo afecta a la salud de la población, ya que al degradarse parcial o totalmente se hacen tóxicos y cancerígenos; la comercialización y/o re uso de estos aceites agrava la salud de los consumidores.

Todos estos aspectos fueron observados por Silveria Bacilia Cutipa Pari, quien decidió iniciar un emprendimiento acopiando y reciclando aceite usado de frituras, con el propósito de reducir la contaminación, tanto en la ciudad de La Paz como en municipios rurales.

Silveria es orgullosamente aymara. Nació y creció en una comunidad de la Provincia Los Andes de La Paz llamada Yaurichambi.

A los cinco años emigró a la ciudad después de la muerte de su madre. Terminó el bachillerato en el Colegio nocturno Félix Zabala, de Obrajes, y gracias a un excelente profesor de química se enamoró de esta ciencia. Por eso que decidió ingresar a la carrera de Química Industrial en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).

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Una vez graduada, comenzó a trabajar en la Alcaldía Municipal de El Alto, como responsable del Laboratorio Municipal. Parte de su trabajo consistía en realizar recorridos para el control y monitoreo de las actividades económicas que realizaban frituras en alimentos. Le llamó la atención los cientos de litros de aceite requemado que no contaban con una adecuada práctica de manejo ni disposición final.

Así que un día decidió poner su granito de arena reutilizando este líquido para elaborar jabones en barra. Así nació SUMA QHANA de JABONES KOLLA, en el año 2014.

Empezó a contactarse con los puestos de venta para que le proporcionaran aceite en desuso, tarea que no fue fácil, pues tuvo que recolectar en bidones las decenas de litros que iban desechando y capacitar en buenas prácticas de manejo a las y los dueños, vendedoras y vendedores de comida.

Les he tenido que capacitar a las caseras porque me entregaban el aceite requemado, porque usan mil veces y van aumentando aceite, sobre el aceite quemado y ese aceite luego ya no sirve para nada. También, me entregaban en bidones sucios, con lodo y ese aceite ya no sirve tampoco.

Posteriormente, construyó un pequeño ambiente en el cuál empezó a desarrollar todo el proceso de elaboración, de acuerdo con la normativa municipal vigente. A pesar de constituir su emprendimiento en Fundempresa y cumplir con todos los estándares de elaboración, cuenta que el proceso burocrático es cansador.

Emprender no es fácil en nuestro país, te piden muchos requisitos y a pesar de que tengo un emprendimiento pequeño, natural, artesanal y medicinal, paso muchas inspecciones como si fuera una fábrica. Actualmente Jabones Kolla está legalmente constituido, a diferencia de muchas empresas grandes.

Empezó elaborando barras de jabón para el lavado de ropa. Posteriormente, fue variando sus formas de presentación a jabón en polvo para lavadora, jabón lavavajillas en barra y ahora también jabón líquido y pastillas desinfectantes.

El año 2018 decidió diversificar sus productos a jabones para la piel, elaborados a partir de extractos o macerados de plantas medicinales como ser: cola de caballo, romero, ruda, retama, caléndula, aceites especiales, almendra, coco, manteca de copoazú, cacao, arcilla y aloe vera, entre otros.

En algunos momentos se sintió desanimada, pues los detergentes en barra y polvo no son tan requeridos como los jabones cosméticos.

Si no hubiera sido que tengo un trabajo aparte y los jabones cosméticos, mi emprendimiento no hubiera podido sobrevivir, porque la gente prefiere comprar los jabones cosméticos industriales o convencionales, pero no los jabones cosméticos y detergentes ecológicos.

Aun así, seguirá elaborándolos, sensibilizando y educando a la población sobre la importancia de realizar buenas prácticas en el desechado del aceite y, sobre todo, promoviendo su aprovechamiento como una opción de negocio y cuidado del Medio Ambiente.

Actualmente, ya no recolecta aceite de los quioscos, pues por causa de la pandemia los puntos de acopio se redujeron. Ahora los obtiene de algunos puestos de comida rápida que lo entregan voluntariamente.

Algunos consejos que Silveria da para las personas que quieran emprender:

• Tener una fuerza de decisión para cumplir el sueño.
• Tener idea de negocio con un Plan de Negocio desarrollado.
• Constituir el emprendimiento legalmente.

¿Quieres aprender algunas buenas prácticas?

• Si vas a freír alimentos, no lo hagas a fuego alto para que el aceite no empiece a humear. Esto es signo de que se está oxidando y no solo es dañino para tu salud, pues causa gastritis y otros malestares estomacales, sino también, porque luego se vuelve inservible.

• Seguro que escuchaste antes: “No eches el aceite por el lavaplatos, ni el desagüe”. Un litro contamina mil litros de agua y ni qué decir de las tuberías: quedarán dañadas permanentemente.

• Si tienes aceite que ya no usarás, guárdalo en un botellón limpio y seco.

Contáctate con emprendimientos que usen este insumo para que puedas entregarlos y así reducir su impacto ambiental.

Muchas gracias a Silveria por su compromiso, su trabajo y la apertura para compartir su historia.

No te vayas sin descargar su catálogo y adquirir alguno de sus productos: CATÁLOGO DE JABONES KOLLA /

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