Conozcamos al Bufeo boliviano

El Bufeo boliviano es el único cetáceo que tiene el país y está catalogado como “Vulnerable” por las amenazas que lo acechan.

Ilustración de portada: Patricia Nagashiro. En este enlace encontrarás la infografía completa y conocerás un poco más sobre este precioso animal.

El Bufeo boliviano, también llamado “delfín de río” o “delfín rosado”, es un animal acuático que vive en los ríos de la Amazonía boliviana. El bufeo es uno de los más grandes delfines de río y ha sido declarado Patrimonio Natural del Estado Plurinacional de Bolivia. Este singular animal se encuentra vulnerable a la extinción. En esta publicación te contamos sus características:

Descripción


La cabeza El rostro del bufeo es pequeño termina en un hocico alargado levemente curveado hacia abajo, dando la
impresión de que estuviera siempre sonriente. Tiene mejillas abultadas y en la frente posee un órgano llamado “melón”, que le sirve para nadar, pescar, orientarse y guiarsedentro las turbias aguas de los ríos de la Amazonía.


El bufeo tiene una limitada visión, para compensar esta carencia, posee un sistema de emisión de ondas de baja frecuencia (ecolocalización)parecido a un radar, que le permite detectar la forma y el movimiento de los objetos en el agua.
El bufeo tienen dos tipos de dientes: cónicos y molares. Se diferencia de sus parientes cercanos que viven en Brasil, Venezuela o Colombia, por tener mayor cantidad de dientes (aproximadamente 33), menor tamaño de cavidad craneal, presenta a la vista colores relativamente más grisáceos y es de menor tamaño.
Para poder calcular la edad de estos animales, de sus dientes, que se forman a través del tiempo. El bufeo puede vivir hasta 36 años.

Las aletas y la cola Las aletas del pecho y de la cola son de mayor tamaño que la aleta de la espalda (o aleta dorsal) que es muy pequeña y poco notoria, dando la impresión de que el bufeo tuviera una joroba.
La aleta de la cola es aplanada horizontalmente y con dos puntas que le dan impulso al nadar.
Los bufeos juegan con los peces lanzándolos fuera el agua con la aleta de su cola, como si se tratara de pelotas.

El cuerpo


Su cuerpo es robusto y extremadamente flexible. Sus vértebras cervicales no fusionadas, le permiten doblarse, torcerse y enrollarse con mucha facilidad. Puede mover su cabeza de izquierda a derecha y
así nadar sin dificultad por la vegetación acuática de los ríos de la
Amazonía.
La piel de los bufeos adultos puede ser de color gris pálido a rosado intenso. Ésta coloración depende de la temperatura, la claridad del agua y su ubicación geográfica. El color de la piel de los bufeos más jóvenes es mayormente gris.
Los adultos machos pueden medir hasta 2,3 m de longitud y pesar hasta 75 kg, mientras que las hembras llegan a medir hasta 2 m y pesar hasta 50 kg.

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Su comportamiento


El bufeo es diurno y nocturno, suele nadar solo. Sin embargo para pescar y cuidar a las crías suele agruparse, se han observado grupos de hasta 20 miembros.
Es un animal juguetón, curioso y amigable; le gusta seguir a las embarcaciones, ya que, al parecer, las burbujas que producen los motores les llaman la atención. Es muy cuidadoso al salir a la superficie del agua, emerge con movimientos lentos, primero muestra el melón de la cabeza y la aleta dorsal.
El bufeo no duerme ya que respira por los pulmones (a diferencia de los peces que respiran por las branquias), y necesita salir del agua frecuentemente para respirar. Si el bufeo se durmiera se ahogaría, por eso, para descansar reduce sus actividades físicas al mínimo.
El bufeo localiza los objetos por ecolocalización con sonidos básicos que parecen chirridos, clicks, glucs y trinos.
Es homeotermo, es decir generan su propio calor corporal, al igual que lo hacen los humanos. A diferencia de sus parientes marinos, el delfín de río no da grandes saltos.

La alimentación del bufeo


El bufeo se alimenta de peces, más de 50 especies forman parte de su dieta aunque prefiere el pacú.
En tiempo de escases pueden comer algunos cangrejos y caracoles y en raras ocasiones pequeñas petas (tortugas).

Su reproducción y ciclo vital

El período de gestación (embarazo) del bufeo es de 10 a 11 meses, solo nace una cría de 80 cm que pesa aproximadamente 15 kg.


Lugares donde habita: El bufeo habita las cuencas y subcuencas de los ríos: Madera, Mamoré, Iténez y Abuná, ubicados en los departamentos de: Cochabamba, Beni, Santa Cruz, Pando y el norte de La Paz.

Durante la época de lluvia (noviembre a marzo) y cuando los ríos se desbordan e inundan los bosques, los bufeos pueden internarse y nadar entre los árboles en busca de su alimento.

Su rol ecológico


Se ha demostrado que un ecosistema sano es aquel donde todas las especies de la cadena trófica gozan de buena salud, incluidos los predadores. Si en una región se observan bastante caimanes, bufeos o jaguares es porque en esa región pueden encontrar bastantes
presas. Por el contrario si los predadores desaparecen es un claro indicador de que la población de peces o animales pequeños también está desapareciendo. Los predadores son los que mantienen a la población equilibrada controlando a los animales enfermos y menos aptos, predando de forma equilibrada sobre todas las especies. Esto no ocurre con el hombre que presiona mucho a las especies y tamaños más comerciales, desequilibrando el ecosistema y reduciendo su productividad.
Es por eso que el bufeo es una especie muy importante, ya que mantiene el equilibrio ecológico de nuestros ríos amazónicos, al alimentarse de más de 50 especies de peces.


Estado poblacional

El bufeo se encuentra Vulnerable a la extinción pues sus poblaciones son amenazadas por las actividades que destruyen el hábitat acuático en el que vive.
Los depredadores naturales del bufeo son el caimán negro (Melanosuchus niger) y el jaguar (Panthera onca). Adicionalmente, se tiene datos de que los bufeos mueren por el tráfico descontrolado de las embarcaciones, ya que son atrapados por las hélices de los motores fuera de borda.
Otros mueren ahogados o atrapados en redes de pesca y cacería. Algunos pescadores los matan porque piensan que les roban sus peces, arruinan sus redes y creen que trae mala suerte.

También los matan para usar partes de sus cuerpos como medicina tradicional, o como carnada para la pesca.

Ilustración de portada: DR Patricia Patricia Nagashiro/

Textos: Con información de WWF Bolivia* / Ilustraciones: Jorge Hidalgo A. / MOAIdisar /

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