Ya pasaron 20 años aquel 16 de marzo de 2002 cuando el monolito Bennett retornó a Tiwanaku. Después de meses de planificación, un grupo de arqueólogos y otros expertos, lograron llevarlo desde la plaza del Estadium, en la ciudad de La Paz, a la ciudad arqueológica de Tiwanaku, distante a 70 kilómetros de la sede de Gobierno. Su viaje duró varias horas.
Antes de su traslado, un grupo de expertos realizó un proceso de conservación, y otro grupo de ingenieros y expertos en varias ramas realizó el estudio de la logística. Para eso era necesario un embalaje que lo protegiera de los golpes y vibraciones que pudieran dañarlo. Se construyó un armazón especial, el peso del monolito -aproximadamente 20 toneladas- exigía una especie de jaula muy robusta y una especie de goma especial que lo sujete, amortigüe y aísle completamente.
La mañana del 16 de marzo, después de trabajar toda la noche, los técnicos no podían liberarlo debido al duro cemento aplicado por Arturo Posnasky, seis décadas atrás. Al fin, a eso de las 10.30 se logró liberar la base y con dos enormes grúas se empezó a mover la enorme estructura, arrancando aplausos y exclamaciones de la gente que se había congregado alrededor del templete de Miraflores. A eso de las 11 de la mañana se inició el traslado. En el camino, muchas personas echaban flores y corrían detrás del camión que lo transportaba.
A su paso por la ciudad, fue detenido varias veces para que la población se despidiera. La multitud agitaba pañuelos y banderas. Al pasar por la Universidad de El Alto, se realizó un acto preparado por autoridades y estudiantes de la institución.
Ya en la carretera a Tiwanaku, una larga caravana de vehículos acompañó al camión. A eso de las 16.00, esta se detuvo en Llokolloko para comer un aphtapi o bufete criollo. No faltó la ceremonia, música y danzas en honor del retorno del monolito.
A pocos kilómetros de la ciudadela arqueológica, se formó una procesión a la que se sumaron cientos de comunarios de la zona. Finalmente, llegó a su casa, de donde lo habían retirado años atrás.
Por el mal tiempo, recién el día 23 de marzo estaba todo listo para colocarlo en el lugar que se había definido, dentro del reciente construido museo lítico de Tiwanaku, a las 11.10. A las 13.30, ya estaba en el sitio en el que permanece hasta el día de hoy. Se realizó una ceremonia especial a cargo de un grupo de yatiris o sabios andinos.
El trabajo había tenido éxito. Más de diez meses de planificación, organización y ardua labor permitieron que esté en un lugar especial y protegido. Ahora corresponde a los expertos cuidar de él.
*El autor es arqueoastrónomo, del Complejo Astronómico Andino Chakana de Tiwanaku
Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la postura del medio.
¿Dónde se encuentra el Monolito Bennett? Descarga la ficha con su historia:
Este es uno de los monolitos de Bolivia que guarda una gran historia. Mira el video:
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